Preocupación por Britney Spears tras su último altercado: salió de un hotel envuelta en una sábana

Las polémicas para Britney Spears parecen no cesar. Y eso que debería estar disfrutando la sonada victoria judicial contra su padre, James Spears, que ejerció de su tutor legal durante 13 años -de 2008 a 2021-. La artista estadounidense empezó la contienda legal alegando que había sido sometida, durante ese período de tiempo, a un estricto control parental y mostró su deseo de que no fuera él quien se encargase de sus asuntos económicos. De este tema habló en sus polémicas memorias, 'La mujer que soy'. Aunque no solo eso. También podría estar inmersa en negociaciones para llevar sus vivencias a la gran pantalla.

Mientras tanto, la intérprete de éxitos como 'Toxic' sigue copando titulares por sus actitudes tanto en las redes sociales como fuera de ellas. La última polémica que ha protagonizado tiene que ver con su salida de hotel Chateau Marmont de Los Ángeles envuelta en una sábana tras una disputa con su novio, Paul Richard Soliz, lo que ha hecho que salten todas las alarmas sobre su estado. Destacar que, en 2006, Britney Spears padeció un colapso mental que motivó que se nombrase a su padre como su tutor legal. Ahora, preocupados por su bienestar, algunas personas de su entorno no verían descabellado que la intérprete estadounidense volviera a tener una tutela.

Según publica 'Page Six', los problemas mentales a los que está haciendo frente la cantante precisarían de la ayuda de profesionales. Incluso de una nueva tutela si fuera necesario. Prueba del mal momento que atraviesa la intérprete sería que ha culpado a su madre, Lynne Spears, del desencuentro que tuvo con su novio pese a que la progenitora no se encontraba allí. Desde el portal web, que han hablado con personas cercanas a la intérprete, aseguran que su círculo cercano teme «que haya recurrido a la bebida y las drogas». «Odio decirlo, pero tal como va todo esto, esto es lo que temíamos», añaden.

Sobre el conflicto legal entre Britney Spears y su padre, la fuente desliza que «no hay duda de que Jamie Spears es un padre imperfecto y la forma en que pusieron a trabajar a Britney en Las Vegas fue horrible. Nunca debería haber ocurrido. Sin embargo, tampoco hay duda de que la tutela -y las intervenciones previas a ella- ocurrieron por una razón y no fue porque su padre quisiera robar dinero de manera nefasta. Se implementó porque Britney tenía serios problemas de salud mental y se estaba descarrilando por completo». «Creo que ha sido vilipendiado injustamente por personas que no saben nada de la situación y no tienen nada que ver con ella. Odio decirlo, pero podría ser reivindicado», sentencia.