Muere el influencer Ricardo Godoi a los 45 años por la anestesia para hacerse un tatuaje
El empresario falleció cuando, tras decantarse por la técnica de los 'tatuajes sin dolor', tuvo un fallo multiorgánico provocado por la sedación
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Ricardo Godoi, uno de los influencers de lujo más relevantes de Brasil, ha muerto con solo 45 años después de un problema médico derivado de una situación absurda: un tatuaje.
Según han comunicado en su cuenta de instagram, el popular referente sobre el mundo de los automóviles de alta gama, ha perdido la vida por una reacción adversa a la anestesia general que le habían puesto para hacerse un nuevo tatuaje. Aunque normalmente no hace falta ese grado de sedación, para la técnica de tatuajes sin dolor (que evita el dolor de las agujas, uno de los grandes frenos para quien quiere ponerse tinta en la piel), él decidió que iba a apostar por dormirse por completo.
Como toda anestesia general conlleva una serie de riesgos que, en este caso, le han llevado a la muerte.
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La diseñadora de joyas de Nueva York estaba ingresada desde finales de diciembre, cuando se produjo el suceso
«Con gran dolor os comunicamos el fallecimiento de Ricardo Godoi, ocurrido hoy a las 12 horas. En este momento de dolor nos solidarizamos con los familiares y amigos y les deseamos fuerza y consuelo para atravesar esta pérdida irreparable», han escrito en una publicación en la que aparece realizando uno de sus gestos más característicos: con la mano señalando al cielo.
Godoi era un creador de contenido con profundas convicciones religiosas. En todas sus publicaciones, en las que se mostraba al lado de coches superdeportivos como un Porsche 911, un Lamborghini Miura o un Ferrari GTS o similares lanzaba un mensaje a Dios y a cómo le agradecía tener la oportunidad de haber alcanzado este nivel de éxito.
Con más de 225.000 seguidores en Instagram, su labor en las redes se basaba en compartir un estilo de vida a todo tren, con numerosas publicaciones sobre viajes de lujo, pero también sobre su familia y amigos. Esta faceta de su vida fue consecuencia de su principal fuente de ingresos: la compraventa de coches de alta gama.
Su muerte ha colocado en la picota las medidas de seguridad de los estudios de tatuajes tatuadores, pero también el estilo de vida de Godoi. La supervisión previa a realizarse la intervención la realizó un médico privado, que aseguró que no había detectado ninguna enfermedad previa, y desde el estudio donde le iban a realizar la intervención se defienden diciendo que se iba a realizar en un quirófano perfectamente esterilizado y bajo todas las medidas de seguridad pertinentes.
Las circunstancias de su muerte no están aún claras, por lo que se está investigando si el paro cardiaco que le ha costado la vida ha sido consecuencias del consumo de sustancias como anabolizantes, esteroides o similares. Un extremo que no está del todo descartado, ya que incluso la propia familia ha confirmado que era consumidor hasta hace unos meses, cuando lo dejó para fomentar que su esposa se quedase embarazada por quinta vez.
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