Meghan Markle: «Por muy buena que fuera, encontrarían la manera de acabar conmigo»
Netflix ha estrenado los tres primeros capítulos de la polémica docuserie. Doria Ragland, la madre de la actriz, habla por primera vez
Arranca la carrera política de Meghan Markle
Así boicotea la prensa británica el documental de Harry y Meghan
Meghan Markle
«Mi objetivo es proteger a mi familia del odio que se ha originado en los últimos tres años contra mi mujer y mi hijo. Estoy profundamente preocupado por su seguridad». Así de tajante se muestra el duque de Sussex en el estreno de 'Harry y Meghan', la docuserie de seis capítulos -por la que se han embolsado alrededor de 100.000.000 de euros- en la que narran lo que han vivido desde que su noviazgo saltó a los medios y de la que ya han sido emitidos los tres primeros episodios. Una historia de amor en la que los protagonistas han sabido sortear los obstáculos con los que se han topado.
Por su parte, Meghan Markle confiesa que tras años de habladurías «da gusto que puedan ver quiénes somos realmente». La primera vez que el príncipe Harry vio a la actriz fue en Instagram. El nieto de Isabel II vio una instantánea de la joven y mostró, a una amiga que tenían en común, su deseo de conocerla. Dicho y hecho. La tercera en discordia hizo posible que ese primer contacto sucediera. Hablaron, se citaron en un local y se conocieron en persona. La complicidad hizo que el día siguiente repitieran y se fueran a cenar juntos. «A medida que la fui conociendo, me enamoré y le abrí mi corazón», explica el duque de Sussex mientras asevera que ve en ella a una mujer «similar a Diana de Gales por su ternura y compasión».
Su primer viaje juntos fue a Botsuana. Ambos pusieron rumbo al país africano para pasar unos días y conocerse realmente. Superaron la prueba de fuego y quedaron en seguir adelante con su noviazgo. Eso sí, Markle puso una condición: verse, como mínimo, una vez cada dos semanas. Y así fue. La mayoría de veces fue la actriz la que puso rumbo a Gran Bretaña dado que era más fácil que, de este modo, no fueran pillados. Así lo hicieron durante unos meses hasta que en octubre de 2016 saltó a los medios de comunicación esta incipiente relación que buscaba evitar, aunque no lo lograron, el foco mediático. Harry sabe los estragos de la popularidad. «En la mayoría de mis recuerdos, estoy rodeado de paparazi. Dentro de la familia te aconsejan que no reacciones. Siempre había presión mediática con su parte de drama, estrés y lágrimas. Siempre veía esas lágrimas en la cara de mi madre», explica.
Con la difusión de este romance, llegaron las primeras informaciones contra Meghan Markle. Gran parte de ellas con tintes racistas -por ser mestiza-, arremetiendo contra su origen y buscando cualquier dato familiar que pudieran publicar y rentabilizar económicamente. La actriz pasó de tener total libertad en su día a día a estar aislada, con las persianas bajadas y las cortinas cerradas. Las noticias no cesaban y el príncipe Harry emitió un comunicado, tan solo una semana después, condenando todos los ataques racistas vertidos por los medios de comunicación. Aunque eso no paró el acoso, lo acrecentó. Es más, tras recibir amenazas tuvo que recurrir a la contratación de un equipo de seguridad para que la acompañase donde fuera. Los paparazi tenían claro su objetivo: buscar una imagen suya porque todo lo de ellos vendía y se pagaba muy bien. «Por mucho que lo intentase, por muy buena que fuera, no importaba lo que hiciera, encontrarían la manera de acabar conmigo», confiesa Markle.
La experiencia de su madre
Meghan Markle no fue la única en ser víctima de la presión mediática. Su madre, Doria Ragland, también fue objeto de los disparos de las cámaras. «Los últimos cinco años han sido difíciles», confiesa la suegra del príncipe Harry, que ha sido un gran apoyo para el matrimonio, en su primera intervención pública. «Me acuerdo que me contó que estaba saliendo con el príncipe Harry y nadie podía saberlo», comenta entre susurros y una sonrisa en el rostro. «También me acuerdo de cuando le vi por primera vez -a Harry-. Era el elegido». Basándose en su «experiencia como madre» narra los capítulos más desconocidos de la duquesa de Sussex: desde sus brillantes notas en el colegio a la madurez que tenía pese a su corta edad.
La actriz siempre se ha definido como una mujer que lucha por las causas sociales y se involucra. Pero esto es algo que le corre por la sangre. En su etapa escolar, escribió una carta, tras ver un anuncio de televisión, en el que alegaba que no le parecía justo que se vinculase la limpieza del hogar a las mujeres. Y la empresa decidió hacerle caso y cambió el matiz de la publicidad. Así mismo, Markle rememora un episodio racista que vivió junto a su madre. Ambas salían de un concierto cuando un sujeto que iba en coche espetó 'negrata' a Ragland. «Estuvo en silencio el resto del camino a casa. Nunca hablamos de eso. Nunca en mi vida había escuchado a alguien decir la palabra 'negrata'», explica mientras reflexiona sobre el racismo y la diferencia de pertenecer a una minoría a ser tratada como tal -así se sintió a su llegada a Reino Unido-.
Su familia siempre ha sido su gran apoyo. La protagonista de 'Suits' también habla de la gran complicidad que tenía con su padre, Thomas Markle. La relación paterno filial era excelente hasta que Meghan entró en la familia real británica. «Era la niña de sus ojos», llega a confesar. Todo comenzó a tambalearse con los testimonios en los que Samantha Markle, su hermanastra, arremetió contra ella públicamente. Más tarde, le llegó la información de que su progenitor podría haber pactado unas imágenes de cara a la boda. La duquesa de Sussex le llamó pero no se creyó su relato. Poco después saltó que Thomas Markle había sido ingresado y la actriz trató de ponerse en contacto -tanto vía llamada como por mensaje- sin éxito. Y se terminó enterando de que no iría a la boda por los tabloides británicos.
El amor entre Harry y Meghan y la familia que han formado con sus dos hijos, Archie y Lilibet, ha roto fronteras y ha superado el acoso mediático, la opinión pública y los juicios familiares que se tratarán en los tres capítulos que verán la luz el próximo 15 de diciembre. «Acepto que haya gente en el mundo que no esté de acuerdo con lo que he hecho y cómo lo he hecho pero tenía que hacer lo posible por proteger a mi familia, sobre todo después de lo que le pasó a mi madre. No quería que se repitiera la historia», lamenta el príncipe Harry aludiendo a las decisiones que ha tomado durante los últimos años y que le han alejado de la Casa Real británica.
Ver comentarios