ENCUENTRO
Mario Alonso Puig «Aunque Tamara perdone, no recuperará la relación que tenía con Iñigo»
El Arquímedes del bienestar, nos habla de como superar una ruptura y de como la fama y el dinero no dan la felicidad aunque si pueden ayudar
Mario Alonso Puig durante una de sus charlas
Fue doctor y trabajó en Harvard, pero un día dejó el bisturí y se convirtió en gurú de la búsqueda de la felicidad. Dice que está convencido de que, «No nacimos para una vida mediocre, sino para una llena de ilusión». La Reina Letizia, Sara Carbonero y otros muchos rostros conocidos han sucumbido a sus enseñanzas. No cree en las casualidades, pero sí en las casualidades. Así fue como conoció a Isabella, su esposa con la que lleva más de treinta años y que trabaja a su lado en su proyecto empresarial. Se convirtieran en almas gemelas, con tres hijos estupendos, de 32, 30 y 24 años, que les ayudan a enseñar a ser felices a los demás. Ellos están siendo sus maestros en esta nueva era de las redes sociales. Desde que utiliza Instagram, ha llegado a gente mucho más joven que ahora acuden a sus conferencias: «Adolescentes que quieren aprender cuales son las herramientas para ser feliz. La felicidad no tiene edad».
— ¿La gente es feliz o tiene que aprender a serlo?
— Desde mi propia experiencia diría que lo que tenemos que aprender a hacer, es dejar de boicotearnos la posibilidad de ser felices. Quien está fijándose tan sólo en lo que hace mal, en lo que le falta, o en lo que no ha logrado, está boicoteando toda posibilidad de conocerse mejor, comprenderse y superarse.
— La mediática ruptura de Tamara Falcó e Iñigo Onieva, nos lleva a preguntarnos ¿Puede uno ser feliz después de una ruptura sentimental tan dura?
—Toda pérdida implica la necesidad de recorrer un proceso de duelo en el que primero hay una etapa de shock, luego de negación, y que continúa con la ira, la tristeza y el miedo, hasta que se asume, hasta que se acepta, la realidad de esa pérdida. Quien se queda atrapado en la negación, no quiere aceptar una realidad que es la que es; quien se queda atrapado en la ira, está bebiendo ese mismo veneno con el que quiere herir al otro; quien se queda atrapado en el miedo, siempre sospechará que algo similar le pueda volver a pasar y cerrará su corazón ante dicha posibilidad; quien se queda atrapado en la tristeza, se olvida de que su vida no tiene por qué girar a partir de ese momento única y exclusivamente alrededor de dicha pérdida. Cuando uno acepta la situación, por sorprendente que parezca, sale reforzado porque ve las cosas con una perspectiva más amplia.
— ¿Uno puede ser capaz de perdonar una infidelidad?
—Tenemos ejemplos a lo largo de la historia de que se puede perdonar todo. Eso no implica en caso de una infidelidad, que necesariamente se recupere la relación que antes se tenía. Lo que implica es que deja de existir ira u odio hacia la otra persona.
—¿Los personajes famosos son más felices? O viven en esa dimensión de la realidad que se empeñan en mostrar en las redes sociales y luego es otra…
—Todos los seres humanos tenemos la tendencia a ocultar nuestro lado más oscuro para que no quede tan evidente ni nuestra vulnerabilidad ni nuestro dolor. Tenemos miedo a que, si mostramos nuestra sombra, seremos rechazados. Por eso hay desde mi punto de vista tanta superficialidad en la forma en la que nos comunicamos. El poder, la fama o la fortuna no son para nada garantía de felicidad, aunque indudablemente si pueden aumentar de forma significativa ese bienestar asociado a la experiencia sensorial. Lo único que en el ser humano genera una experiencia de auténtica felicidad es la conexión con uno mismo, con los demás y con el mundo a través del amor.
—¿Las redes sociales engañan o ayudan a ser más felices a los que no consiguen serlo en el mundo real?
—La distracción, sea a través del uso excesivo de las redes sociales, de los videojuegos, del alcohol o incluso de las drogas, es uno de los mecanismos que utiliza la mente humana para no mirar hacia dentro y tener así que conectar con la sombra, con eso que rechazamos en cada uno de nosotros. Este mecanismo es muy pernicioso porque evita que nos encontremos con nuestra verdadera luz.
—En sus charlas habla mucho de los animales, se nota que su héroe era Félix Rodríguez de la Fuente ¿son más puros que nosotros?
—Los animales no tienen una mente como la nuestra tan contaminada por pensamientos disfuncionales. Los animales posiblemente se sientan en conexión con la naturaleza, mientras que nosotros muchas veces, simplemente la tratamos mal y, abusamos de ella.
—Antiguamente existían los predicadores y ahora los coach ¿Por qué son tan necesarios en este siglo?
—A todas las personas llegan un momento en su vida en el que o por estar hartos de estar hartos o, por intuir que hay una forma mejor de vivir, se convierten en buscadoras. Lo que yo deseo es ayudarlas a reflexionar para que descubran por sí mismas dónde se encuentra realmente eso que tanto anhelan encontrar.
—Actores, influencers, literatos van a sus charlas...
—He podido comprobar a lo largo de varias décadas, que cuando una persona busca cómo mejorar su vida, es igual si es del mundo de la ciencia, de la literatura, del arte o se dedica a cualquier otra actividad, acude a este tipo de conferencias en busca de respuestas.
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