Kiko Matamoros, sin pelos en la lengua, advierte a Telecinco: «No me voy a callar»

Kiko Matamoros está de celebración. Tras un año alejado de la televisión por la abrupta cancelación de 'Sálvame', el programa que tantas glorias dio a Telecinco, el que fuera amigo íntimo de Carmina Ordóñez volverá a explotar su faceta de colaborador en 'Ni que fuéramos Sálvame', que dará el pistoletazo de salida el próximo 15 de mayo en Quickie, el primer canal de 'streaming' de corazón y televisión en directo. Así, volverá a compartir plató con otros rostros habituales del extinto 'Sálvame' como María Patiño, Víctor Sandoval, Lydia Lozano, Belén Esteban o Pilar Vidal.

El regreso del tertuliano promete ser de todo menos inadvertido. Y es que, a tan sólo una semana de su estreno, Matamoros ha publicado un mensaje en X, el antiguo Twitter, aseverando que «a partir del día 16 me voy a quedar a gusto. No me voy a callar nada. Estoy loco por contar todo lo que se ha cocido dentro y fuera de los platós de 'Supervivientes' y el comportamiento de los colaboradores y presentadores de los programas de Telecinco. Avisados estáis todos». Unas palabras que cobran sentido por el fichaje de su hija, Laura Matamoros, en el programa de supervivencia.

Tan solo unos días antes de este mensaje, Kiko Matamoros irrumpió en la misma red social mostrando su enfado después de ver las burlas que recibió su hija por parte de otros compañeros a raíz de una caída mientras recogía leña. Así, el televisivo expresó que «es la primera y única vez que lamento estar vetado en Telecinco». «Hay cosas que como padre me duelen y como espectador me producen un poco de asquito», añadía, molesto, por el trato de Kiko Jiménez y Marieta a Laura Matamoros.

Los concursantes mantuvieron una conversación en la que mostraban su alegría en lo que se refería a la ausencia temporal de la 'influencer' en la convivencia. También celebraron no tener que estar escuchando su «molesto e irritante» tono de voz. Esta charla, que hizo correr ríos de tinta y que pudo escuchar Laura Matamoros, con posterioridad, desde la habitación del hotel en el que se hospeda hasta que reciba el diagnóstico médico que determinará si puede seguir o no su aventura en Honduras, no agradó a la joven que no tardó en recriminar la actitud de sus compañeros.