Isabel II quería que Lady Di se casase con su hijo Andrés y no con Carlos: el motivo oculto
Un nuevo libro sobre la Familia Real británica saldrá a la luz la semana que viene
Carlos III aprobaría una nueva boda entre Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés
Lady Di y el Príncipe Carlos: todos los detalles de la que se convirtió en la boda del siglo XX
![Diana de Gales y la Reina Isabel II en una foto de archivo de 1987](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/02/05/diana-RzPHMUySp3jY34ltlezK7SI-1200x840@abc.jpg)
Un nuevo libro atormenta a la Familia Real británica. En 'My mother and I' ('Mi madre y yo'), escrito por la periodista Ingrid Seward y que verá la luz la semana que viene, desvela detalles hasta ahora desconocidos en la relación personal entre la difunta Isabel II y su hijo, el actual Rey Carlos III de Inglaterra.
Tal y como adelanta este lunes 5 de febrero el diario británico 'Mirror', la monarca quería que Diana Frances Spencer -conocida mundialmente como Lady Di- se casase con su hijo pequeño, el Príncipe Andrés, y no con el sucesor al trono, como ocurrió finalmente. «La reina, alerta ante una posible nueva mujer en la vida de su hijo, tenía sólo dos reservas. Se preguntaba si alguien tan joven podría diferenciar entre el hombre y el príncipe. Y no pudo evitar pensar que la chica Spencer se adaptaría mucho mejor a su hijo menor, Andrés», escribe la autora en referencia a que a Isabel II le preocupaba que la joven no pudiese diferenciar entre Carlos como hombre y Carlos como Príncipe de Gales y futuro Rey.
«En una intervención típica de abuela, un mes después invitó a Diana y a Carlos a pasar unos días en Birkhall, su casa en la finca de Balmoral», detalla Seward. Y es que la entonces joven Diana «estaba en todas partes rezumando encanto y siendo terriblemente amable»: «Se veía maravillosa, muy relajada y muy emocionada consigo misma», añade.
Ante esto, una fuente consultada por la periodista asegura que el primogénito de Isabel y el también fallecido Felipe de Edimburgo no parecía feliz en su relación con Diana, por lo que «no parecía haber encontrado a la chica más maravillosa del mundo».
![El Príncipe Carlos y Lady Di](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/02/05/diana1-U47382680888coJ-760x427@abc.jpg)
Más adelante, la autora informa de que en el momento en el que el matrimonio entre los jóvenes príncipes comenzó a «desmoronarse», Lady Di acudió a su suegra en busca de ayuda, asegurando que «la estaban victimizando y nadie la entendía». La Reina Isabel «llegó a temer» los encuentros con su nuera pues «se sentía agotada, abatida y confundida» y, aunque escuchaba los problemas que atormentaban a la joven «nunca propuso ninguna solución», reveló una fuente cercana a la Casa Real consultada por Ingrid Seward.
Por su parte, el Príncipe Andrés conoció a Sarah Ferguson, la que finalmente sería su mujer gracias a su cuñada, Lady Di. Tuvieron un romance relámpago, anunciando su compromiso en 1986. Andrés le regaló un anillo con un rubí birmano de talla ovalada rodeado de diez diamantes, que pasó a manos de la Princesa Beatriz tras el divorcio de la pareja.
![El Príncipe Andrés junto a su mujer Sarah Ferguson y sus dos hijas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2024/02/05/sarah3-U61254460887kRk-760x550@abc.jpg)
Cinco meses después, Sarah y Andrés se casaron en la Abadía de Westminster. Era el 23 de julio de 1986. La novia lució la tiara York Diamond que le regaló Isabel II: «Nos casamos por amor total. Y cuando llegué al altar, me casé con el hombre de mi vida», confesó Fergie al popular periodista Piers Morgan. Dos años después nació la Princesa Beatriz, ahora casada con el empresario inmobiliario Edoardo Mapelli Mozzi y madre de una niña, Sienna, que cumplirá tres años en septiembre. En 1990 nacería la Princesa Eugenia, ahora casada con Jack Brooksbank, y madre de dos niños, August y Ernest.
Supuestamente, los compromisos navales del Príncipe Andrés fueron la causa de la separación en 1992: «Durante mi matrimonio lo veía 40 días al año», reconocía en la televisión. Cuatro años más tarde llegó el divorcio. Entre medias, a Sarah la pillaron con su asesor financiero chupándole los dedos de los pies en una villa al sur de Francia. «Somos la pareja divorciada más feliz del mundo», le reconoció Sarah al 'Daily Mail'. Comparten residencia, Royal Lodge en Windsor Great Park, y en estos años han sacado adelante a sus hijas.
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