Hazte premium Hazte premium

Isabel Gemio: «Oculté la depresión en la que caí cuando supe que mi hijo estaba enfermo»

La presentadora de televisión cuenta cómo vivió los primeros momentos tras recibir el diagnóstico de su hijo adoptado

«Sigo abierta a enamorarme, pero tengo el nivel muy alto»

«Me duele que no haya un hueco para mí en televisión o en la radio»

Isabel Gemio junto a Pilar Vidal Tania Sieira // Vídeo: ABC Multimedia
Rocío F. de Buján

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hace 16 años nació la Fundación Isabel Gemio, que trabaja para la Investigación de Distrofias Musculares y otras Enfermedades Raras. Una organización fundada por la periodista y presentadora de televisión a raíz de la distrofia muscular de Duchenne que sufre su hijo Gustavo. Una enfermedad rara causada por un gen defectuoso para la distrofina (una proteína en los músculos) y que le convierte en una persona dependiente.

«Procuramos cada año hacer una cena solidaria para recaudar fondos. Durante el evento se dan los premios Mecenas de Oro: a un empresario, un afectado o unos padres y a una persona conocida», explica Isabel Gemio durante su visita como invitada especial en Drama Queen, el podcast presentado por Pilar Vidal. «Gustavo es mi hijo adoptado. Con nueve meses, el pediatra hizo una serie de pruebas rutinarias para comprobar que estaba todo bien», cuando se dieron cuenta de que había algo fuera de lo normal. «Después de un año y medio de pruebas durísimas me dieron el diagnóstico de Gustavo. Creo que a veces los médicos son un poco brutos, que les falta un poco de psicología porque me dijeron que mi hijo tenía una distrofia muscular y que por lo general estos niños morían a los 15 años y me quedé en blanco».

Aunque ahora Gustavo tiene 27 años y su madre lucha cada día porque su vida sea un poco mejor, la propia periodista reconoce que «tardé muchos años en decir 'Esto no va a poder conmigo'. Yo disimulaba por el bien de mis hijos, además yo soy de guardarme las cosas y un psicólogo me dijo que tenía una depresión camuflada». Momento en el cual comenzó a desahogarse con algunas personas de su entorno más cercano: «Hablaba con psicólogos, amigos y con mi pareja de entonces», aunque nunca buscó refugio en su madre pues Isabel Gemio veía que «la pobrecita sufría muchísimo y no quise trasladarle todo eso ni quise adelantarle lo que venía... Afortunadamente se murió antes de saber lo que le esperaba a su nieto», sentencia.

Cuando se animó a crear la fundación, «hablé con especialistas y científicos y me aconsejaron que la mejor forma de manejar el dinero que te donaban los demás era para la investigación, porque además en aquella época había poquísima investigación en este campo. Aunque hoy día sigue habiendo poca y en España concretamente, la ciencia es una asignatura pendiente», opina.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación