El infierno de Ana María Aldón: «Recuerdo el dolor físico y el olor a sangre»

Ana María Aldón ha sido una de las protagonistas de este fin de semana en 'Fiesta'. La diseñadora ha hecho frente a la línea de la vida y ha repasado algunos capítulos que la han convertido en la mujer que es hoy. Unos buenos y otros no tanto, la sanluqueña se ha abierto ante sus compañeros. En concreto, tenía que bajar cuatro peldaños con una temática cada uno: el primero sobre su trágica infancia, el segundo sobre la maternidad, el tercero sobre su resurgir y el último el de su relación amorosa.

En el primer escalón, Aldón se ha emocionado y ha explicado que «no conocéis nada, sólo lo que he contado, casi nada». Unas palabras con las que hacía referencia a todo lo que tuvo que vivir cuando era tan sólo una niña. Además, explicó como se sintió el día en el que le hicieron una regresión en el programa vespertino y recordó su infancia: «Olí aquellos episodios. Yo olía a lo que me llevaba a ese momento, el campo, las vacas, el color de la herida, la sangre, todo. Incluso hasta el dolor físico. Recuerdo el dolor físico».

Con el tiempo y pese a que «es un tema doloroso» y «nos ha marcado mucho la infancia», la televisiva explica que «me he ido poniendo en el papel de mi padre, que en este caso era el verdugo. Sin disculparlo, entiendo que tuvo una infancia mucho más dura que la mía. Se quedó huérfano a los seis meses de edad». También ha destacado lo importante que es su progenitora para ella: «Mi madre es un ángel. Es una persona que nunca levantó la voz a nadie, no dije una palabrota, ni hizo un mal gesto. Es bondad y corazón».

Otro escalón en el que se ha abierto en canal es en el de su resurgir. Ana María ha contado algunos aspectos desconocidos, hasta el momento. Como el motivo que la llevó a ser concursante de 'Supervivientes', el programa con el que dio el gran salto a la televisión y que le cambió la vida: «Tomo esa decisión porque todavía me quedaba amor propio». «Fue una necesidad después de una humillación y como no me conocía nadie, yo decidí que había cosas que tenían que cambiar», ha añadido y asegura que «tenía esa necesidad, lo hice y no me arrepiento de nada. Yo era consciente de que me tenía que cambiar la vida».

Cuando la diseñadora partió hacia Honduras, lo hizo con muchos problemas a sus espaldas: «Desde el año 2013 estuve tomando antidepresivos hasta que llegué a 'Supervivientes' que el doctor llegó a quitármela poco a poco». «Pero la vuelta a la realidad fue todavía más dura porque estábamos en pandemia, todo era un caos», ha explicado. Unos episodios que forman parte del pasado ya que ahora está bien y atraviesa uno de sus mejores momentos personales, pues está plenamente enamorada de Eladio, el hombre con el que ha recuperado la ilusión tras su sonado divorcio de José Ortega Cano.