Las claves del impactante retrato oficial de Melania Trump como primera dama: «Podría gobernar el país»

Ya se habla de «una nueva Melania Trump» y sus pasos como primera dama en su segundo advenimiento parecen apuntar en esa dirección. Si ya causó un enorme impacto en la investidura de su marido como nuevo presidente de Estados Unidos con un sombrero y una actitud que desataron muchos comentarios, ahora ha redoblado su apuesta con su retrato oficial, en riguroso blanco y negro, y con una actitud desafiante.

Mucho se ha hablado del papel de Melania, de 54 años, durante la primera legislatura de Donald Trump. Los analistas coincidieron en considerar valorar su impacto como un recorrido de más a menos. Su irrupción fue muy potente, pero con el paso del tiempo se fue diluyendo progresivamente en un anonimato que no se sabe si fue por elección propia o por el curso de los acontecimientos.

Sin embargo, ahora ha irrumpido con enorme fuerza y nada está pasando inadvertido entre los analistas. Su papel ya fue enormemente relevante durante la campaña electoral, cobrando inusitado poder en los últimos días, los más decisivos. Luego llegó la ceremonia de investidura, con una foto que muchos consideran ya icónica y ese sombrero de ala ancha que impedía ver sus ojos. Y ahora ha llegado el retrato oficial de primera dama.

Se trata de una imagen en blanco y negro en la que aparece posando en la Sala Oval Amarilla, ubicada en el emblemático segundo piso de la White House. «Retrato oficial de la primera dama Melania Trump en la Casa Blanca», es el texto que acompaña a esta fotografía. Como si fuera el título de un cuadro del Renacimiento. Con otra particularidad: es el post que inaugura su cuenta oficial de Instagram como primera dama.

Su mirada, su vestuario y la composición de la fotografía no ha dejado indiferente a nadie. Naturalmente, la sucesión de comentarios se ha disparado y no paran de llegar los comentarios. Muchos de admiración, otros de sorpresa y también los hay de rechazo. «Reina», dice uno mientras otro agrega: «Una foto impactante y poderosa». Otro usuario describe con ironía: «Podría gobernar el país mejor que su marido».

«Lo que es notable en este retrato, cuanto más lo miro (¡y estaba en el set!), es esa sensación de poder sin ser agresivo... es tranquilo, tranquilizador, acogedor, cálido. @reginemahaux realmente capturó la esencia de la Primera Dama... si necesitara estudiar este retrato en una clase, leería... 'Sí, esa mujer está a cargo... Pero el viaje al que les estoy llevando a todos será seguro, pacífico y exitoso'», describe con entusiasmo quien parece ser uno de los miembros del equipo que captó la imagen.

Melania Trump ha confiado una vez más en Régine Mahaux para retratarse, una fotógrafa belga que lleva desde 2008 siendo la fotógrafa privada de la familia Trump y que ya hizo el retrato oficial de la primera dama en el primer mandato presidencial del controvertido magnate.

Nada parece dejado al azar. Apoya las manos sobre una mesa de cristal en la que ve su propio reflejo mientras luce un traje de sastre oscuro y camisa blanca, dejando suelta su inconfundible melena larga con la raya al medio y ondas marcadas, además de un maquillaje que intensifica sus ojos perfilados de negro junto a unas cejas muy definidas. Detrás de ella, más allá del enorme ventanal, puede verse uno de los monumentos más emblemáticos y característicos de la capital de Estados Unidos: el obelisco del Monumento a Washington.

Obviamente, no todos han participado del entusiasmo por el retrato. Por ejemplo, en el muro de Instagram se pueden leer estos comentarios: «Fue migrante», «parece una mala IA», «es una foto de CEO» o «Jackie Kennedy tenía elegancia, clase y, sobre todo, inteligencia, y lo que vemos aquí es todo lo contrario».