Dos llamadas, un sobre y un mensaje escalofriante: la amenaza de secuestro a Arantxa Sánchez Vicario
A finales de 2001, Emilio Sánchez, su padre, fue contactado telefónicamente desde un número oculto. Unos meses después, le llegó un sobre, procedente de Colombia, con fotos de su hija
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Arantxa Sánchez Vicario fue una de las famosas que mayor número de titulares copó la semana pasada. Y es que, la tenista regresó a Barcelona para verse las caras con su aún marido, Josep Santacana, en un juicio por presunto alzamiento de bienes -se le acusaba de haber descapitalizado su patrimonio para no hacer frente a una deuda de 7,4 millones de euros-. Ahora, una semana después, ha vuelto a primer línea mediática después de trascender una amenaza de secuestro que vivió en 2001.
Todo se remonta a finales de ese mismo año. Emilio Sánchez, el progenitor de la tres veces campeona del Roland Garros, recibió una llamada desde un número oculto en la que le deslizaron que si no quería que su vástago fuera secuestrada debería pagar 500 millones de pesetas -tres millones de euros-. Esta amenaza supuso el inicio de una auténtica pesadilla para la familia. En esa primera llamada, el padre de la tenista no recibió instrucciones sobre cuándo tenía que depositar el dinero. Tampoco el lugar donde debería hacerlo. Por eso, unas semanas después, volvió a sonar su teléfono en el que le explicaban que volverían a ponerse en contacto con él para especificarle los pasos a seguir.
«Oiga Emilio, o nos das 500 millones de pesetas o a tu hija no la volverás a ver porque la vamos a secuestrar. Pon mucho cuidado a las instrucciones que te daremos para pagar y nada de avisar a la Policía o tu hija lo pagará muy caro», le dijeron según publica 'La Vanguardia'. Después de ese contacto telefónico, estuvieron un tiempo sin recibir noticias y pensaron que todo había quedado en un susto o que se debía a una broma. Sin embargo, en 2002 recibieron un sobre, procedente de Bogotá, Colombia, en una antigua residencia suya que aún tenían en propiedad.
Meses de seguimiento
El contenido del sobre le hizo recordar, rápidamente, en las dos llamadas que recibió a finales del 2001. En él, había una serie de instantáneas en las que aparecía Arantxa Sánchez Vicario y que fueron tomadas entre junio y noviembre del año anterior en Barcelona. Aunque esto no era lo único que incluía. También apareció un folio con una reveladora frase que recoge el citado periódico: «Aquí nos divertimos todos y más adelante ya hablaremos de lo que le va a costar. Hasta luego Sr. Sánchez». En ese momento, se dio cuenta de que las amenazas que habían recibido no se trataban de una broma.

Las gélidas palabras que podían leerse en ese escrito hicieron que Emilio dudase sobre si contarlo al resto de la familia e incluso desplazarse a dependencias policiales para interponer una denuncia. Así mismo, optó por alertar de lo ocurrido a la Delegación del Gobierno en Barcelona para que buscasen al autor de las amenazas y solucionarlo cuanto antes. «Hace muchos años de aquello pero sin duda quedó en nada: intentos de extorsión como este se daban con bastante frecuencia en aquella época», ha dicho a 'La Vanguardia' un mando de la Policía Nacional. Desde la recepción de ese sobre, no volvieron a recibir llamadas ni mensajes.
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