El doble crimen de O. J. Simpson por el que fue absuelto tras el 'juicio del siglo'
En 1994 asesinaron a puñaladas a su exmujer y a su amante en la casa de ella
Muere O. J. Simpson, el exjugador de fútbol acusado de matar a su exmujer, a los 76 años
O. J. Simpson ha muerto a los 76 años a causa del cáncer de próstata que padecía, según ha comunicado su familia. El exjugador de la NFL, además de ser conocido por ser una exestrella de la Liga Nacional de Fútbol Americano, también lo era por ser acusado en 1994 del doble asesinato de su exmujer y su amigo, amante de esta, del que finalmente fue absuelto.
El exjugador protagonizó uno de los juicios más mediáticos de Hollywood de la década de los 90 –conocido como el 'juicio del siglo'–, aunque evitó la cárcel al ser declarado inocente de las muertes por apuñalamiento de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo, Ronald Goldman, en Los Ángeles. No obstante, cumplió posteriormente nueve años en una prisión de Nevada tras ser condenado en 2008 por 12 cargos de robo a mano armada y secuestro a punta de pistola de dos vendedores en un hotel de Las Vegas.
El dobre crimen
Simpson se casó con Nicole Brown en 1985 y tuvieron dos hijos, pero en 1992 se divorciaron después de un matrimonio complicado. La noche del 12 de junio de 1994 encontraron a su exmujer y a su amigo, Ronald Goldman, asesinados a puñaladas en la casa de ella, según informa 'ABC News'.
Simpson se encontraba en Los Ángeles esa tarde, pero por la noche cogió un vuelo a Chicago. Al día siguiente, cuando volvió a Los Ángeles, la Policía lo entrevistó y días después le ordenaron que se entregara. Entonces intentó escapar en un Ford bronco blanco, en una huída de la que se hicieron eco los medios y que fue muy mediática. Finalmente fue detenido.
Un año más tarde, en 1995, tuvo lugar el juicio donde fue absuelto. Reuters recoge que los fiscales argumentaron que Simpson mató a su exmujer en un ataque de celos y presentaron numerosas pruebas de sangre, cabello y fibras que vinculaban a Simpson con los asesinatos. La defensa respondió que la celebridad acusada fue incriminada por policías blancos racistas.
Uno de los momentos más recordados del juicio fue cuando la Fiscalía le pidió al exjugador que se pusiera los guantes manchados de sangre que se creía que habían sido usados durante el asesinato, confiando en que le quedarían perfectamente y demostrarían que él era el asesino.
En una demostración muy teatral, Simpson luchó por ponerse los guantes e indicó al jurado que no le quedaban bien. Entonces, uno de sus abogados se refirió a los guantes en sus argumentos finales ante el jurado: «Si no encajan, lo debe absolver». Más tarde, otro de sus abogados calificó la decisión de la Fiscalía de pedirle a Simpson que se probara los guantes como «el mayor error legal del siglo XX».
En ese momento fue absuelto de todos los cargos penales, pero en 1997 un jurado popular lo declaró culpable por negligencia y le ordenó pagar 33,5 millones de dólares en daños y perjuicios a las familias Brown y Goldman.
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