La Casa Real noruega comunica la baja por enfermedad de la Princesa Mette-Marit debido a los efectos de su tratamiento
El escrito llega una semana después de que se anunciase que la mujer del Príncipe Haakon había retomado la medicación para paliar la fibrosis pulmonar que padece
Crece la preocupación por el estado de salud de la Princesa Mette-Marit: la Casa Real noruega emite un comunicado
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La Casa Real noruega comunica la baja por enfermedad de la Princesa Mette-Marit debido a los efectos de su tratamiento
El escándalo en el que sigue inmerso Marius Borg no es lo único que está causando estragos en la Casa Real de Noruega. En plena polémica provocada por la postura que mantiene la Princesa Mette-Marit de Noruega sobre los actos delictivos de su hijo, y en la que ella apareció públicamente de compras con él desatando la indignación de la prensa y la población, crecía paralelamente la preocupación por la salud de la Princesa tras la emisión de un comunicado que informaba del estado en el que se encuentra debido a la enfermedad que sufre y cómo esta afectará a su agenda.
Hace una semana, la Casa Real del país prefirió emitir un escrito en el que explicaban el motivo de por qué Mette-Marit necesitaría en un futuro próximo limitar sus apariciones públicas antes de que surgiesen las especulaciones. «La experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para su agenda oficial. Por eso, nos parece natural compartir esta información en la situación en la que nos encontramos», decían para comunicar que la Princesa había reiniciado su tratamiento para su diagnosticada fibrosis pulmonar crónica.
Esta no sería la primera vez que Mette-Marit se ha visto en la obligación de alejarse del foco mediático como consecuencia de su enfermedad que padece desde 2018, pero cualquier comunicado es suficiente para que la población se sienta alarmada con las actualizaciones del estado de la 'royal'. Ahora, el asunto ha vuelto a ponerse serio con el último parte emitido por la Casa Real que confirma que, después de haber retomado el tratamiento, los efectos secundarios han sido tales que la monarca ha necesitado tomar una drástica e inmediata decisión.
Sin actos en la agenda oficial
Tal y como se ha comunicado públicamente, un año después de que Mette-Marit retomase su papel en la Corona tras desaparecer forzadamente por motivos de salud, se encuentra de baja por enfermedad a causa de los efectos secundarios derivados de la terapia a la que ha vuelto a someterse, cumpliéndose así lo que pronosticaba el primer comunicado emitido, pues la Princesa deberá apartarse de los actos oficiales y la vida pública durante «inicialmente» una semana. Por ello, todos los compromisos que marcaban su agenda para los próximos días han sido cancelados o pospuestos.
Este episodio se suma a las ocasiones en que la Princesa se ha visto en la obligación de cortar su actividad oficial debido a la necesidad que vive de modificar con frecuencia su día a día y ausentarse de algunos actos y compromisos de la Corona. Tal y como ella ha llegado a reconocer, su enfermedad puede coger fuerza por momentos e impedirle que lleve su vida con normalidad. «Es una cosa absurda, pero me da mucha vergüenza cuando respiro muy fuerte y estoy frente a los micrófonos. Me estreso mucho. Esta enfermedad ha cambiado la forma en la que vivo mi propia vida. Ahora estoy mucho más tranquila», dijo en el documental emitido en el canal 'TV2 Norge'.
Lidiar con la enfermedad no es sencillo si se tiene en cuenta que la fibrosis pulmonar crónica es degenerativa y afecta gravemente a los pulmones, pues daña y cicatriza su tejido, impidiendo que los órganos funcionen correctamente y complicando que los pulmones se expandan y se contraigan con normalidad con normalidad. La noticia de su baja llega tan solo unos días después de que Mette-Marit acudiese junto a su marido al 25º aniversario de la creación de la Embajada Nórdica en Berlín, donde los herederos noruegos estuvieron acompañados por Federico y Mary de Dinamarca, los monarcas de Suecia y los Presidentes de Islandia y Finlandia.
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