premios SOCIALes

Ana Botella «Cuando mi marido era presidente del Gobierno, pedí visitar cárceles»

La Fundación Integra de la que es impulsora ha sido galardonada por haber conseguido trabajo a más de 20.000 personas en exclusión social

Ana Botella recogiendo el premio GTRES

La Fundación MAPFRE entregó ayer jueves, sus Premios Sociales, presididos por Doña Sofía y cuyo objetivo es reconocer el trabajo y la dedicación de personas y proyectos que contribuyen a hacer de este mundo un lugar mejor. Dotados con 120.000 euros, se han recibido 1.432 candidaturas procedentes de Europa, Estados Unidos e Iberoamérica. En esta edición se ha reconocido la labor de la empresaria y diseñadora de moda, Carolina Herrera, de 83 años, por su compromiso con la lucha contra la malnutrición, el bienestar de la infancia, la lucha y prevención del cáncer de mama y el desarrollo de la mujer. Herrera durante la pandemia consiguió recaudar 7 millones de dólares para material médico y apoyo psicológico a comunidades afectadas en países de todo el mundo.

También fueron galardonadas, Médicos Sin Fronteras (Mejor Proyecto o Iniciativa por su Impacto Social), Bodegas Matarromera (Mejor Iniciativa en el Sector Agropecuario) y la Fundación Integra (Mejor Entidad por su Trayectoria Social). Esta última fue impulsada hace 21 años por su todavía Presidenta, Ana Botella, que charla con ABC sobre sus logros y su futuro. «Las personas que hemos tenido en la vida muchas oportunidades pensamos que a todo el mundo le pasa igual, pero no es así. Por eso decidí promover la constitución de una Fundación con el apoyo de un grupo de empresarios españoles con los que constituí el patronato. Hemos ido creciendo y contamos con el acuerdo de 50 empresas de este país», explica la ex alcaldesa de Madrid.

La Fundación Integra va dirigida a personas que han salido de la cárcel, ex drogadictos, mujeres que han sufrido violencia de género, personas con discapacidad y homeless. «Antes de llegar a la Fundación se rehabilitan y luego son los propios centros como Proyecto Hombre los que nos los envían para que les demos la formación para acceder al mundo laboral. Actuamos como si fuésemos una agencia de colocación y a día de hoy le hemos encontrado trabajo a unas 20 mil personas. También cada año conseguimos que algunos jóvenes puedan hacer una carrera en la Universidad Francisco de Vitoria», recalca orgullosa.

Doña Sofía junto a Carolina Herrera ( izda) y Ana Botella (dcha). También su hija la infanta Elena y otros premiados GTRES

Ella mejor que nadie que ha estado en el poder sabe que lo ideal sería que este tipo de organizaciones fuesen públicas «La Fundación se mantiene gracias al patronato y a las empresas que pagan las horas de trabajo invertidas en colocar a una persona. Lo ideal sería que existiese una bonificación fiscal para las empresas y de hecho lo pedimos en su momento, pero no se ha conseguido. Si suben su valoración cuando realizan este tipo de acciones».

De lunes a viernes, las aulas de la Fundación Integra se llenan de personas a las que 2.000 voluntarios enseñan desde cómo confeccionar un curriculum a ayudarles a recuperar la autoestima, que es primordial en estas circunstancias. Ana Botella comparte un testimonio emocionante «tenemos un chico joven cuyo padre era drogadicto por las calles de Madrid y le arrastró a él a la droga. Consiguió rehabilitarse, le conseguimos trabajo y luego ha sido él quien ha conseguido rehabilitar al padre. Estoy totalmente convencida de que una persona que ha estado en la cárcel se puede rehabilitar pero necesita mucha ayuda».

Este empeño por la reinserción social tiene una explicación: «El mundo de la cárcel es una cosa que siempre me preocupó muchísimo, he conocido hechos reales e incluso otros que han inspirado películas, de personas que habían ido a la cárcel por delitos que no habían cometido, porque eso se produce a veces. Cuando estaba en la presidencia del Gobierno con mi marido pedí visitar cárceles. Te diré que las españolas son un lujo, al lado de las de América Latina que también pedía que me enseñaran cuando íbamos de viaje oficial. Hablé mucho con presos y con funcionarios, algo en lo que me ayudó mucho el padre Garralda«. Pero la cosa no se quedó ahí »en aquel momento que podía pedir cosas, hablé con el director General de Instituciones Penitenciarias y conseguimos que las madres que tenían hijos menores de tres años, vivieran en la cárcel con ellas«.

Abuela feliz

Se considera una privilegiada por las oportunidades que ha tenido pero que con 69 años se ha sabido reinventar. Además de la Fundación, organiza cursos de tres días relacionados con la digitalización, en el Instituto Atlántico de Gobierno, creado por su marido, el expresidente José María Aznar y unos amigos. «Anteayer empecé uno sobre movilidad urbana y el próximo que haré es sobre ciberseguridad».

Se ríe cuando le pregunto si es verdad que se ha retirado a Marbella «estuve en la pandemia, pero este año habré estado un mes y medio, estoy muy ocupada». Una de las cosas más increíbles que le ha pasado en la vida es ser abuela «tengo ocho nietos y el mayor tiene ya 18 años, imagínate».

Usa las redes con fines profesionales o como altavoz de la Fundación pero no se imagina contando su vida, de la que tanto se ha hablado a lo largo de estos años. Ahora busca voluntarios con formación digital y que sepan explicarlo «porque las personas que tienen una exclusión, si encima tienen una exclusión digital, se quedan fuera del mundo».

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios