Arantxa del Sol: «Mis mayores broncas con Finito de Córdoba han sido por temas de los niños»
La diseñadora nos habla del éxito de su matrimonio y de sus proyectos profesionales
![Arancha del Sol](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/gente/2023/02/03/arancha-sol-RET04ubZoB6ZLAgPzYa53GM-1200x840@abc.jpg)
Feliz con su vida en Córdoba, Arantxa del Sol acaba de ser elegida embajadora honorífica de la moda flamenca en SIMOF. Lleva 21 años casada con Finito de Córdoba y en su caso el tiempo ha mejorado la relación. De amor y miedos habla sin tapujos.
—¿Qué siente una asturiana cuando le nombran embajadora honorífica de la moda flamenca en SIMOF?
—Para una madrileña de origen asturiano fue toda una sorpresa que me eligieran pero te aseguro que me ha hecho una ilusión enorme. Llevo siete años instalada en Córdoba y reconozco que la mitad de mi corazón es andaluz porque mi hija nació aquí y no veas qué acento tienen los dos desde que nos instalamos.
—¿Por qué se fueron de Madrid?
— Toda la ida he vivido en Madrid pero reconozco que me adapto muy bien a todo. Córdoba es una ciudad comodísima y muy bien conectada. Me he acostumbrado en seguida y aunque no tienes el trabajo tan cerca hoy con las redes he descubierto un campo nuevo que, aunque sabes que no soy de exponerme mucho, sí me sirve para mi trabajo. Las marcas acceden fácilmente y todo resulta más directo.
Hemos estado en Córdoba ciudad pero ahora nos hemos mudado al campo, a 30 kilómetros, y ha sido un paso más. Para mi hija Lucía era su gran ilusión y entre todos optamos por mudarnos a la casa de Juan de toda la vida. Estamos pendientes de hacer una gran reforma pero entre una cosa y otra no acabamos de ponernos a ello. Te aseguro que desde que estoy con un torero me he acostumbrado a improvisar y eso que era una mujer super organizada. En eso he cambiado bastante pero entiendo perfectamente la carrera de mi marido.
— Más de veinte años casados lo suyo parece ya un caso único.
— No tengo ni idea cuál es el truco pero supongo es cuestión de adaptarse. No siempre todo va bien y como en cualquier relación también hay sus diferencias pero lo nuestro sólo han sido bronquillas y reconciliaciones que es lo mejor. Nunca nada grave ni de separarnos un día completo. Cosas de la convivencia que te enfurruñas y ahí se acaba.
—Hay matrimonios aparentemente idílicos que luego nos dan una sorpresa como fue el caso de Ponce y Paloma Cuevas.
—En la vida nunca se sabe lo que puede pasar ni nosotros tampoco. Estas cosas pasan y no son imposibles pero confío en que no sea nuestro caso. Además lo que pase de puertas adentro en cada casa sólo lo saben sus protagonistas. Yo de momento toco madera y reconozco que en nuestro caso con los años hemos ido a mejor como pareja.
El balance es muy positivo y es que nuestras mayores broncas siempre han sido por temas relacionados con los niños. Juan es muy niñero y por la profesión que tiene le ha gustado mucho disfrutar de ellos en el campo o cuando podía incluso saltándose días de colegio. Luego era yo la que tenía que ir a explicarlo a los profesores. Pero reconozco que es un tiempo que han disfrutado y esos recuerdos ya no se los quita nadie. Juan y yo con el tiempos nos hemos ido conociendo más y adaptando mejor. Y lo nuestro funciona.
— Tener un marido torero marca mucho.
— Cuando tienen una profesión de tanto riesgo y con todo lo que supone a nivel emocional entiendes más lo que tienen que vivir. Juan dice que no se va a cortar la coleta porque nunca va a dejar de ser torero. Vive en torero los 365 días del año y es feliz así. A su lado he comprendido que hay que saber valorar lo que realmente es importante. Yo sí suelo ir a la plaza o lo sigo por televisión. Juan transmite mucho cuando torea porque es muy transparente. Cuando te implicas y lo entiendes es más facil adaptarse.
— Su sistema nervioso lo debe tener muy alterado.
— Mi suerte es que confío en él. No es un torero de los que te hace sufrir en la plaza. Es más, sus cogidas han sido cuando ha tenido un toro bueno y se ha confiado y relajado toreando a gusto. El toro malo que no le va a servir para expresarse no vale la pena.
— ¿Qué me cuenta de su carrera como actriz y presentadora?
— Tengo un proyecto ahora para hacer un piloto de una serie basada en la novela «La cuarta bestia» de Luis Sánchez Tostado. Soy la protagonista e interpreto a una criminóloga. Ya hemos rodado un crimen de principios de siglo en el castillo de Locubín (Jaén) y reconozco que después de tanto tiempo ha sido un auténtico regalo ya que desde el 2006 no trabajo en una serie.
— ¿Quedan ganas de volver a televisión?
— Por supuesto. El año pasado presenté unas galas con Juan Y Medio y confieso que me apasiona el medio pero es verdad que llevamos unos años en que no creo pueda dar ningún juego en la televisión que hay. Confío más en las nuevas plataformas.
— ¿Sus hijos cree que seguirán sus pasos?
— Lucía estudia diseño gráfico en Madrid y el pequeño sigue en el colegio. No creo que tenga interés en torear porque además entiendo que son tiempos malos y como no cambie el tema político esto no irá a mejor. Es una pena enorme lo que está ocurriendo con los toros y muy triste
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