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El apacible anonimato de Patricia Rato: su feliz boda con Javier Moro y su buena relación con Espartaco

La sobrina del exministro Rodrigo Rato ha reaparecido en la misa homenaje a Paco Camino

Lleva dos años de matrimonio dichoso y ha apostado por llenar su vida de discreción

Paloma Cuevas, Patricia Cerezo y Patricia Rato se unen al emotivo funeral de Paco Camino en Madrid

Patricia Rato y Javier Moro, en el funeral de Paco Camino. GTRES

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Fue esta misma semana cuando Patricia Rato abandonaba su anonimato de los últimos tiempos para dejarse ver -y solo eso- en un acto público. Fue durante el emotivo funeral de Paco Camino y se mantuvo tan elegante como discreta. Un respetuoso saludo a los demás y de vuelta al apacible silencio de su vida, marcada por su feliz boda con Javier Moro y su buena relación con su ex, el torero Espartaco.

Patricia Rato, de 54 años, fue uno de los rostros más populares hace algunas décadas, cuando las firmas y los eventos se rifaban su presencia por su imagen amable, elegante y conocida, producto de su relación con Espartaco. Tuvieron tres hijos, acudieron a fiestas privadas y públicas de la jet set y otros eventos en los que exhibieron las bondades del amor.

Pero aquella relación se fue deteriorando entre ausencias y enfriamientos, y fue hace unos años cuando ambos decidieron tomar caminos separados. Su vida ha cambiado y la sobrina de Rodrigo Rato mantiene ahora una sólida relación con Javier Moro, con quien se casó hace justo dos años. Mientras, mantiene una muy buena relación con Espartaco. Cuando se separaron, decidieron que sus hijos estaban por encima de todo y siguen viéndose con asiduidad.

Un mediático divorcio

Lo cierto es que su mediático divorcio con el torero marcó un antes y un después en su vida. Habitual de las revistas del corazón, decidió cambiar radicalmente su exposición pública y se abrazó a ese apacible anonimato del que ahora disfruta. Está centrada en su marido, su trabajo y su familia, permaneciendo ajena a cualquier ruido externo.

Sus apariciones son contadas y elige cada evento al que acude con mucho cuidado. Así ocurrió con el entierro de Paco Camino, el padre de Rafi Camino, que falleció el pasado 30 de julio. A esa misa funeral, celebrada en Madrid, acudió junto a su actual marido y allí coincidió con Paloma Cuevas. otra maestra de la discreción y la elegancia.

La historia de Patricia Rato y Espartaco fue un clásico de la prensa rosa desde finales de los años 80, cuando el destino unió a la hija de un por entonces exitoso y político empresario junto a un torero en la cúspide. Protagonizaron una discreta boda, según deseo de ella, en la que se dieron el «sí, quiero» en una pequeña capilla donde únicamente estaban los padres del torero, sus hermanos y los apoderados. Por aquel entonces, él tenía 29 años y ella, 20.

Juntos tendrían tres hijos: Alejandra, Isabella y Juan. Y sus padres se esforzarían por ayudarles a crecer completamente alejados del foco mediático. Alejandra vive con su padre en su finca de Sevilla junto a su marido y su hija.

Una boda de lo más íntima

Tras su divorcio, Patricia Rato se estableció definitivamente en Madrid, donde lleva una vida tranquila junto a Javier Moro. Espartaco se quedó en la capital hispalense, donde empezó una relación con Macarena Bazán. Se ven con cierta frecuencia y con encuentros del todo cordiales.

Patricia Rato y el financiero Javier Moro han conseguido que su relación pase completamente inadvertida y lejos del interés de la prensa. El broche a su relación lo pusieron con su boda de hace dos años en la localidad de Gamonoso, en Ciudad Real, en la que solo estuvieron presentes sus hijos y los padrinos.

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