Ana Obregón blinda el bautizo de Ana Sandra

Este domingo es muy especial para Ana Obregón. Tras años de lágrimas y oscuridad, la actriz tiene un motivo para sonreír. El bautizo de su pequeña Ana Sandra, una niña que nació el 20 de marzo de este año por gestación subrogada en Miami y que despertó una gran controversia entre algunos sectores de la sociedad española. La Obregón, cual mamá leona, se defendió de los ataques y alegó que lo único que había hecho era cumplir el deseo de su hijo.

Aless Lequio quería ser padre y así lo dejó dicho a sus padres. Una última voluntad que fue rubricada ante notario. La iglesia escogida por Ana para que la pequeña reciba las aguas bautismales es la de Nuestra Señora de Alcobendas, en Madrid. La hora, bien taurina, las cinco de la tarde. Los padrinos de Ana Sandra serán la sobrina de la actriz, Celia Vega-Penichet, y uno de los mejores amigos de Aless Lequio, Giaccomo Ugarelli.

Aunque el bautizo es por y para Ana Sandra, su padre está muy presente. Desde la iglesia, donde Aless también recibió las aguas bautismales, hasta el traje de cristianar de la pequeña, el mismo que llevó su padre. Y es que aunque Ana Obregón asegura que ha recuperado la sonrisa, lo cierto es que el recuerdo de su hijo está en el centro de su universo.

Eso sí, las lágrimas se han transformado en sonrisas gracias a la llegada de su nieta. Ana Obregón y sus invitados disfrutarán de una merienda. Algo íntimo familiar. Apenas unos veinticinco asistentes entre los que se encontrarán los hermanos y sobrinos de la actriz así como dos de sus mejores amigos, Susana Uribarri y Ra.

La manager ayer compartía en redes sociales que se estaba haciendo la manicura y hoy domingo ha dejado ver los preparativos de su look. También el regalo, oculto en una bolsa con el logo de Amaya Arrieta, la diseñadora guipuzcoana que triunfa en Londres. Convertida en todo un referente de la moda infantil, Amaya fue premiada por la reina Isabel II y es la preferida de royals y celebrities, como los príncipes de Gales, Sienna Miller o Victoria Beckham.

En cuanto a Alessandro Lequio no se espera que asista. Siempre que puede, muestra su malestar por el tema Ana Sandra y pide que dejen tranquilo «al yayo». A la Obregón poco o nada le importa si asiste al bautizo o si conoce a la pequeña. Es algo que ya no le duele. Se cansó de tender la mano. Va a llevarse bien con él porque ese fue el deseo de su hijo, pero lo justo y necesario.

Ana Obregón ha decidido que el único testigo mediático del bautizo de Ana Sandra sea ¡HOLA! De ahí que se haya hecho llegar el mensaje al resto de medios que se agradecerá su no asistencia. Aunque Ana tiene una situación económica más que saneada, no se resiste a aparecer a todo despliegue en su revista de cabecera. Un caso parecido al de su amigo Julio Iglesias.