El secretismo que rodea la enfermedad de Kate Middleton

Fue una noticia totalmente inesperada: «Su Alteza Real la Princesa de Gales ingresó ayer en el hospital para una cirugía abdominal planificada. La cirugía fue exitosa y se espera que permanezca en el hospital entre diez y catorce días. Según los consejos médicos, es poco probable que regrese a sus funciones públicas hasta después de Semana Santa», comienza diciendo el comunicado enviado el pasado 17 de enero desde el Palacio de Kensington. «Solo se proporcionará actualizaciones sobre el progreso de Su Alteza Real cuando haya nueva información significativa para compartir», añadió.

Desde ese momento mucho se ha especulado sobre el estado de salud de la mujer del Príncipe Guillermo, llegándose incluso a rumorear que podría tratarse de un tipo de cáncer. Una noticia que no tardaron en desmentirlo de forma rotunda desde palacio para acallar habladurías.

Pese a que la intención principal de Kate y su familia era la de que «el público comprenda su deseo de mantener la mayor normalidad posible para sus hijos -los Príncipes George, Louis y Charlotte- y su deseo de que su información médica personal permanezca privada», el matrimonio no pudo evitar que la noticia sobre su ingreso hospitalario diese pie a la especulación.

Tal ha sido la insistencia por parte de la Familia Real británica de mantener este asunto en la más absoluta privacidad que no se ve ningún fotógrafo a las puertas del hospital The London Clinic, donde Kate Middleton se encuentra ingresada desde hace más de una semana. Lo único que se sabe es que deberá permanecer en el centro médico -si no se produce ninguna complicación- hasta el próximo 30 de enero, momento en el que será trasladada a su residencia de Adelaide Cottage, en Windsor, para continuar con su recuperación. «Esta es una situación diferente a la de los nacimientos de los niños reales y hay que considerar la privacidad de otros pacientes que entran y salen para recibir tratamiento, así como la de la princesa de Gales», explica Emily Nash, experta en realeza, para 'Hello Magazine', asegurando que el motivo principal por el que los medios no se agolpan a las puertas del hospital es también para respetar la protección del resto de pacientes ingresados: «Cuando nacieron los bebés reales fue un momento de celebración y había un acuerdo controlado para que los medios estuvieran fuera del ala principal para informar sobre ello», añade.

Las únicas imágenes se realizaron un día después de la intervención, cuando el príncipe Guillermo acudió en coche a visitar a su mujer.

Muy poca gente, perteneciente al círculo más íntimo de Kate Middleton, sabía que iba a someterse a una cirugía abdominal. «No había ningún indicio de que estuviese mala», desvela una fuente consultada por la revista 'People' sobre la mujer del príncipe Guillermo de Inglaterra. «Fue toda una sorpresa», confiesa la misma fuente que trabaja estrechamente con la Casa Real.

Tal y como aseguró esta semana Pilar Vidal en 'Espejo Público', programa en el que colabora, la nuera del Rey Carlos III se habría sometido a una histerectomía, una intervención para extirpar el útero, el cuello uterino y, en algunas ocasiones, también los ovarios y las trompas de Falopio.

Una situación a la que se habría llegado después de obtener diferentes diagnósticos, como podría ser menstruaciones muy dolorosas doloroso y abundantes, displasia cervical o endometriosis.