La Cacharrería
Batidora-amasadora: el gadget que revolucionó la cocina en el periodo de entreguerras
Este robot fue replicado en todo el mundo y prácticamente indispensable hoy en repostería gracias a su velocidad regulable y su potencia
El motivo por el que dejó de ser áspero el caqui

La firma del Tratado de Versalles con la que se puso fin a la I Guerra Mundial en 1919 marcó un año singular en la historia de EE.UU. El New York Times no duda en asegurar que los acontecimientos de esa vuelta ... al sol moldearon al país y al mundo durante el siglo venidero: desde la conocida –sobre todo por el cine– Ley Seca al boom de Hollywood, pasando por el desarrollo industrial –con la producción en serie del fordismo– y la gran expansión económica del periodo de entreguerras previo al crack de 1929.
En ese contexto, la cocina no escapó del furor por la fabricación de productos para masas. Así nació la primera batidora-amasadora –en un principio solo para ahorrar tiempo con los huevos– obra de un ingeniero de Ohio, Herbert Johnson. Se llamó 'H5', germen de la marca KitchenAid –literalmente 'ayuda para la cocina'–.
El robot, replicado en todo el mundo y prácticamente indispensable hoy en repostería gracias a su velocidad regulable y su potencia, nació como un electrodoméstico casero que marcó récords de ventas en 1927 y que era signo de distinción –aún hoy, con versiones que rondan los 1.000 euros, lo es–. No faltaba uno en las cocinas de celebridades de la época como Henry Ford, Ginger Rogers o Marion Davies.
MÁS INFORMACIÓN
Las diferentes marcas que explotan este concepto lo han armado de infinidad de complementos: picadoras y embutidores, corta pastas, heladeras, laminadoras y ralladores de vegetales o licuadoras. Más de un siglo después sigue siendo imbatible para montar nata –o merengue– en 5 minutos sin mover un dedo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete