Isabel Catalán Campos, odontopediatra: «La fruta tiene forma de fruta. No se enrosca en ningún envase»

Ana I. Martínez

MADRID

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26/01/2025 a las 19:16h.

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Isabel Catalán Campos es odontopediatra, asesora de lactancia certificada IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant) y pasa consulta tanto en Valencia como en Alzira. Una labor que compagina con otra: la divulgación sobre salud bucodental en las redes sociales. En su perfil de Instagram, las familias pueden encontrar información sobre caries, anquiloglosia, tipos de cepillos de dientes infantiles, técnicas de cepillado, etc. Y precisamente, en su labor de querer informar, la doctora ha advertido en una reciente publicación sobre las populares bolsas de fruta triturada que han llegado a formar parte de la alimentación habitual de muchos menores. Un contenido en formato de Reel que, sin embargo, ha sorprendido a muchos.

«Durante los últimos meses, he visto en consulta a bebés de entre un año y 18 meses, que ya tienen los incisivos centrales superiores e inferiores, con ciertas manchas blancas en los dientes de arriba que son lesiones de caries incipientes. Y, analizando la dieta de estos peques con las familias, hubo una cosa en común: los menores tomaban bolsas de fruta triturada», explica a ABC. «Hice dicha publicación -prosigue- para advertir de que estas bolsas no son tan saludables como parecen por la alta cantidad de azúcares libres que contienen, ya que al triturar la fruta, rompemos los puentes de fibra y se convierten en dichos azúcares».

Catalán no es la primera profesional que informa acerca de esta cuestión, a pesar de que muchos se han sorprendido. Numerosos nutricionistas y pediatras han advertido ya de que esta alternativa está directamente relacionada con la obesidad infantil y las caries dentales.

La Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) recuerda que la caries es una «enfermedad infecciosa considerada, actualmente, como una disbiosis causada por el consumo de azúcares; es decir, se considera que es una enfermedad azúcar dependiente». Incluso la OMS, en 2019, alertó ya sobre la gran cantidad de azúcar en alimentos procesados para bebés y advertía de la «preocupación» del «alto nivel de azúcares libres en los productos comerciales de puré».

La profesional se muestra preocupada por los menores que acuden a su consulta con dicha afección. «Porque la caries es una enfermedad», recuerda. «No hablamos de tener una o dos lesiones cariosas, que es otra cosa. La caries es una enfermedad crónica no transmisible en la que la genética y la saliva no son tan importantes, como nos intentan hacer creer muchas veces, sino que más bien tiene que ver con los hábitos, tanto alimenticios como de higiene bucal. Y por suerte es 99% prevenible». De hecho, según la SEOP, la caries dental es «la enfermedad crónica más frecuente en la infancia».

Ante este panorama, toca tomar medidas. «El cepillado de dientes es fundamental», insiste la odontopediatra. «Siempre hablo con las familias para saber cómo lavan los dientes a sus hijos y qué tipo de pasta usan, pues de 0 a 3 años se recomienda un dentífrico con una concentración de 1000 ppm de flúor, aunque hay otras alternativas -explica-. Y no hay que usar una elevada cantidad: sólo medio grano de arroz. Como van al colegio o a la escuela infantil, lo mejor es cepillarles dos veces al día: después del desayuno y de la cena porque ningún niño se puede ir a dormir sin lavarse los dientes».

El hecho de que un menor lleve de almuerzo a la escuela una bolsa de fruta triturada, Catalán recuerda que «pasará muchas horas sin lavarse los dientes siendo un producto altamente cariogénico que incluso, algunos, llevan azúcares añadidos. Además, al succionarlos, se quedan los restos en los incisivos superiores».

Por todo ello, la profesional recuerda: «La fruta tiene forma de fruta y no se enrosca en ningún envase. Además, nada de eso pasa con una fruta entera que es siempre la mejor opción y favorece a los músculos de la mandíbula en la masticación». Ello no implica, puntualiza, «que de manera excepcional, los niños tomen este producto. Como cuando van a un cumpleaños y comen chucherías. Pero es puntual. Todos llevamos una vida muy ajetreada y no es cuestión de prohibir alimentos, ni de culpabilizar a nadie. Es informar para intentar llevar una dieta equilibrada y meterles en la mochila una fruta antes que este tipo de productos».

Porque las caries en los dientes de leche se tratan. «Hay profesionales no actualizados que aseguran a las familias que no pasa nada, que no hay que hacer nada con ese diente porque es de leche y se va a caer. Pero no es así. Hay que tratarlos», insiste. «Si un bebé de 18 meses muestra ya signos preocupantes en sus incisivos, que los va a tener hasta los 6-7 años que se le caigan, ¿cómo no vamos a hacer nada? No puede empezar a tener dolor a esa edad ni lesiones. De ahí, la gran labor de la prevención».

Por ello, la profesional recuerda que, en el primer año de vida del bebé, hay que acudir al odontopediatra para que, entre otras cosas, «los progenitores lleven a cabo una correcta técnica de cepillado porque muchas veces me encuentro con familias que no lo hacen de la manera más eficiente. Y otras que desconocen la cantidad de azúcares que llevan numerosos productos infantiles y agradecen que se lo explique. Hay etiquetados engañosos y no todo el mundo sabe leer e interpretar la lista de ingredientes de un producto».

Por ello, «mejor acudir dos veces al año al dentista y prevenir que gastarte luego el dinero en tener que hacer una pulpectomía, que es cuando la caries ha llegado al nervio del diente de leche», concluye.