«La clave es solucionar el problema de raíz de la pareja para facilitar su fertilidad natural»

Según esta investigación, en el año 2022 se llevaron a cabo un total de 167.195 ciclos de Fecundaciones In Vitro (FIV) y 31.635 Inseminaciones Artificiales (IA), lo que supone un mantenimiento de las cifras tras el acusado incremento del 19% que se obtuvo en el período anterior, tras la pandemia por COVID. Estas técnicas dieron lugar al nacimiento de un total de 39.546 bebés, un millar menos que en 2021.

El documento, que registra también los datos perinatales de los recién nacidos por un tratamiento reproductivo, concreta que los nacimientos han descendido en un millar. Sin embargo representan el 12% de los nacimientos en España, la mayor porción hasta la fecha atribuida a la medicina reproductiva, de acuerdo con los datos de natalidad publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) durante el último trimestre de 2022 y los tres primeros de 2023, coincidiendo con la fecha probable de parto de las gestaciones de 2022.

Para Álvaro Ortega, director general de Fertilitas, este 12% de nacimientos «es una cifra elevada puesto que este tipo de tratamientos de fecundación in vitro o inseminación son técnicas invasivas que pueden llegar a producir efectos negativos tanto en la mujer como en su futuro hijo».

Este experto señala que «hay alternativas saludables, económicas y que van a la raíz del problema de infertilidad, como es el caso de la naprotecnología, una especialidad médica de origen americano». Explica que es un procedimiento que se basa en el diagnóstico, en detectar las causas de la infertilidad tanto del hombre como de la mujer para, a partir de ahí, elaborar un tratamiento que nunca sustituye a la fertilidad natural, porque éste es el objetivo final«.

Apunta que en el caso de la mujer se estudia de forma minuciosa su ciclo menstrual. «Se monitoriza para analizar diariamente su evolución e identificar las posibles alteraciones a través de los biomarcadores de la mujer. Además -prosigue- se pueden prescribir pruebas diagnósticas y analíticas en días concretos para obtener una información lo más fiable posible. La cuestión es solucionar el problema y no saltarlo por encima. Este tiempo de diagnóstico puede durar entre 4 y seis meses. Una vez identificada la causa podemos aplicar fármacos personalizados a cada caso, a dosis más bajas y en días concretos, según su diagnóstico».

Este experto matiza que las principales causas de fertilidad de las mujeres son: trastornos hormonales, defectos de ovulación, endometriosis, ovario poliquístico y obstrucción de las trompas. En los hombres destaca el varicocele (dilatación de las venas dentro de la piel flácida que sostiene los testículos), alteraciones hormonales, hidrocele (hinchazón en el escroto)... «En ellos el proceso de diagnóstico es más corto, puesto que se realiza una prueba de seminograma que aporta los parámetros necesarios (movilidad, morfología... de los espermatozoides) para detectar los valores alterados. También se realizan diversas ecografías, análisis y citologías como la uretral. El proceso en los hombres es, sin duda, más rápido y sencillo. Según los datos de incidencia de infertilidad en mujer/varón en el 40% de los casos es por un factor femenino; el 20% masculino y el 20% mixto».

En cualquier caso, el director de este centro reconoce que «ningún método de fertilidad ofrece una eficacia del 100%, pero la tasa de éxito en el caso de la Naprotecnología está en el 99.5% en cuanto a diagnóstico y tratamiento médico». Asegura que el coste no es mayor que otros métodos «debido a que no hace falta contar con personal especializado como el embriólogo, el ginecólogo o el personal de laboratorio porque no se utiliza ningún laboratorio porque lo que pretendemos es que cada persona resuelva su problema para que puedan lograr un embarazo por métodos naturales. Por ello, recomendamos iniciar este proceso antes de los 44 años».