Un hombre, condenado a pagar 88.000 euros a su exmujer por el trabajo en el hogar realizado durante el matrimonio

Ana I. Martínez

MADRID

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14/03/2024
Actualizado 02/04/2024 a las 13:15h.

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«Armando abonará a Erica la cantidad de 88.025, 31 euros». Con esta frase finaliza la sentencia 00565/2023 de la Audiencia Provincial de Pontevedra el litigio abierto entre un matrimonio que, tras divorciarse después de 26 años casados y una hija en común, ella le exigía a él una indemnización en compensación por su trabajo dentro del hogar y porque, a sus 58 años, su carrera profesional estaba ya terminada.

Los problemas para esta pareja se acrecentaron en 2023 cuando, en primera instancia, la justicia ordenó que él se quede con la vivienda familiar pero pague una pensión compensatoria a ella de 350 euros mensuales durante tres años, de acuerdo con el artículo 97 del Código Civil. Éste establece que «el cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio económico en relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión temporal o por tiempo indefinido, o en una prestación única, según se determine en el convenio regulador o en la sentencia«.

Pero, además, «se reconoce como indemnización por el trabajo para el hogar durante el matrimonio a favor de la esposa una cantidad de 120.000 euros«, de acuerdo al artículo 1.438 del Código Civil. Este recoge que «los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del matrimonio. A falta de convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos económicos. El trabajo para la casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una compensación que el juez señalará, a falta de acuerdo, a la extinción del régimen de separación».

La sentencia recoge que «el cese de la convivencia le genera una situación de desequilibrio a la esposa en relación a la del esposo ya que consta que durante el matrimonio la esposa no ha desarrollado ninguna actividad laboral estable. Señalándose además que la convivencia de los cónyuges ha durado 26 años, tiempo durante el cual la esposa se ha dedicado fundamentalmente al cuidado del hogar y la crianza de la hija común«.

Ambos, no conformes, recurren. Él considera que la pensión debería rebajarse a 100 euros al mes durante un año y que además, la indemnización debería reducirse a 60.000 euros porque ella «se incorporó de inmediato (tras la separación) al mundo laboral con fecha 20 de octubre de 2021, percibiendo los correspondientes ingresos».

Ella también recurrió porque considera que su ex debería abonarle 183.629,36 euros «conforme al salario mínimo interprofesional durante los años de matrimonio».

Tras analizar todo los hechos, el juez decreta que él debe pagarle a ella la cantidad de 88.025, 31 euros por sus trabajos en el hogar porque la mujer «trabajó en los años 1997, 63 días; 1999, 92 días, y 2009, 50 días, periodos que han de ser descontados para el cálculo de la indemnización».

No es la primera vez que un varón es condenado a compensar de manera económica a su expareja. El pasado año, Ivana Moral protagonizó una sentencia muy sonada después de que la justicia ordenase que recibiera una compensación de 204.624,86 euros por parte de su marido debido al trabajo en el hogar, además de una pensión compensatoria de 500 euros mensuales durante dos años.

Ambos conceptos son opciones que todo abogado de Familia conoce a la perfección sin embargo, muy pocas son las mujeres que reclaman uno de estos dos conceptos, o los dos a la vez, para poder paliar la situación de inferioridad en la que se quedan tras el divorcio pues, tradicionalmente, la mujer es la que se dedica a la crianza y tareas del hogar, un trabajo no reconocido por el que no percibe salario alguno y tampoco cotiza.

Para solicitar la compensación por trabajo doméstico, haber estado casados en régimen de separación de bienes es requisito fundamental para poder solicitarla. Y es uno de los principales inconvenientes a su vez pues, tradicionalmente, los matrimonios en España se han dado bajo el régimen de gananciales. La clave está en que, de esta última manera, todo se reparte entre los dos, pero al estar en separación de bienes, mientras que un cónyuge desarrolla su labor profesional, gana dinero y hace un patrimonio, el otro, en caso de divorcio, no recibe nada porque todo lo generado no se divide en partes iguales.

Por eso, tras la ruptura, esta opción es vital para precisamente compensar a la pareja que se ha quedado cuidando de la familia y del hogar.

Fue en el año 2011 cuando el Tribunal Supremo (TS) creó jurisdicción tras condenar a un hombre a pagar a su mujer 108.000 euros en concepto de compensación por trabajo doméstico, pues ella fue la que se encargó del mismo durante los quince años que duró su matrimonio.

La pensión compensatoria puede solicitarse, sin embargo, tanto si se ha estado casado en gananciales como en separación de bienes.