Suscríbete a
ABC Premium

Rafa Guerrero: «La clave de un buen desarrollo emocional está en los padres, nunca en los niños»

Este psicólogo es autor del libro '¿Me acompañas?', donde habla sobre apego infantil

«Al llegar a casa habría que poner en «modo avión» todo lo que no sea mirar a los ojos de nuestros hijos»

La advertencia de un psicólogo: «Tú eres el arquitecto del cerebro de tu hijo»

El objetivo del nuevo cuento de Rafa Guerrero es dar recursos a los padres para que sepan vincularse a los hijos ABC
Carlota Fominaya

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Rafa Guerrero, psicólogo especializado en crianza, vínculos sanos y emociones, refleja en este libro cómo las madres y los padres somos fundamentales para la autoestima, el equilibrio y la confianza de nuestros hijos. El director de Darwin Psicólogos es muy claro en esto: «Cuando cubrimos sus necesidades emocionales y les dedicamos tiempo de plena atención, nuestros hijos crecen con un apego seguro«.

De hecho su nuevo cuento, '¿Me acompañas?', surge de su propia experiencia como formador de apego a padres y profesionales. «En las charlas muchos papás y mamás me decían: «tú lo explicas muy bien y de una forma muy fácil pero luego no sabemos cómo vincularnos de manera sana con ellos».

El objetivo de esta obra es, por tanto, dar esos recursos eminentemente prácticos a las familias. «El cuento está dirigido a niños, pero la idea es que lo lean con los padres. He tratado de hacerles conscientes de determinados aspectos o necesidades emocionales de sus hijos a través de las ilustraciones y de preguntas que pueden plantear durante su lectura en casa».

En generaciones anteriores, no se hablaba sobre el concepto de apego. Hoy se conoce un poco más, sin embargo, sigue resultando algo desconocido. ¿Puede explicar en qué consiste el apego? 

El apego es la relación emocional o el vínculo que se da entre el recién nacido el bebé y el cuidador principal que, en un porcentaje muy elevado de las ocasiones es mamá. El apego a veces se entiende como sinónimo de amor, de dependencia, cariño… El niño lo único que necesita es una persona que esté a su lado y que se haga cargo de sus necesidades. El apego no entiende de sexos, ni de edad, es ser un referente, predecible y constante.

La idea del cuento es ayudar a los padres a desarrollar un apego seguro.

¿Qué nos vamos a encontrar en el cuento?

Cada página lleva las ilustraciones a todo color con situaciones en presente. A la niña protagonista le apetece saltar desde un trampolín pero le da miedo. Eso es literal, es una situación concreta, pero también metafórica; el miedo que tienen los niños «a volar» solos. Ese es el hilo del cuento, que va más allá de lo literal…

Para poder conseguir ese objetivo de lanzarse por el trampolín lo que papá y mamá hacen es recordarle situaciones donde ella se sintió protegida por ellos, que fue perseverante, que se sintió vista, fue valiente… Le van recordando los hitos que ella consiguió gracias a su esfuerzo pero también a la presencia y apoyo de papá y mamá.

Así poco a poco va luchando contra el miedo que ella tiene a lanzarse, a tirarse por el trampolín. La parte literal es metafórica. Así los padres también aprenden que no se trata de empujarlos, sino de animarles a que hagan las cosas por ellos mismos.

¿Por qué se malinterpreta el término «apego»? 

Apego seguro no es solamente proteger, que a veces lo malinterpretamos. Hay que saber proteger pero también fomentar la autonomía. La niña tiene una ilusión y entonces mamá y papá le validan ese deseo de querer tirarse por un trampolín, en lugar de decir; «a ver si te vas a caer y te vas a hacer daño».

Ese miedo se lo validan y le acompañan tanto física como emocionalmente en ese reto que ella se ha propuesto. Es un reto de la niña, no de los padres. Eso es apego seguro, saber proteger y fomentar la autonomía a la vez, que son dos aspectos que son contrarios: «Si te estoy protegiendo no estoy fomentando su autonomía, y si estoy fomentando su autonomía no te estoy protegiendo».

«La sobreprotección es cuando transmites tus propios miedos a tus hijos»

¿Consideras que los niveles de sobreprotección hoy en día son muy elevados?

Los niveles de sobreprotección son muy grandes. No lo voy a aplaudir pero lo puedo comprender. Vivimos con mucho estrés, las exigencias laborales son muy grandes y vivimos con muchos miedos a nivel personal…. La sobreprotección es cuando transmites tus propios miedos a tus hijos. No eres capaz de conectar con la necesidades del niño y al final el miedo te hace ver peligros donde no los hay.

¿Cuál es el peligro de no lograr ese equilibrio entre protección y autonomía?

Si no soy capaz de dar protección cuando el niño necesita ser protegido porque está asustado, tiene miedo o lo que sea, y de manera complementaria no soy capaz de permitirle que se separe de mi cuando es una necesidad emocional, no voy a conseguirlo nunca. Los padres tenemos que ser conscientes de que el ser humano necesita auto desarrollarse, ser una persona diferente a ti. Soy hijo pero no una prolongación de mis padres. Si esto no se hace bien es cuando se desarrollan los apegos inseguros.

¿Cuáles son los síntomas de un apego inseguro?

Cuando vemos mucha ansiedad en el menor, un grado de incertidumbre grande, descontrol, desregulación emocional, baja autoestima, dificultad para tomar decisiones, pobre autoconcepto… En definitiva, sufrimiento. Es una persona que está desadaptada.

¿Cómo podemos vincularnos de una manera sana?

El objetivo prioritario y tremendamente difícil es tener unas figuras de referencia que estén físicamente presentes en el desarrollo evolutivo de sus hijos, que sean capaces de conectar con las necesidades que tienen, y que las cubran en su justa medida.

Por ejemplo: el niño que está constantemente llamando la atención de sus padres, pidiendo a papá y a mamá que miren lo que está haciendo. Puede hacerlo de esta manera, o bien llamar la atención comportándose de manera disruptiva, negándose a todo lo que dicen sus padres, pegando, mordiendo… El niño llama la atención porque necesita la mirada de papá y mamá.

«Es que mi hijo me saca de quicio»

Entonces, la clave nunca está en el niño, la clave está en los padres. 

En esencia, efectivamente. La clave en un buen desarrollo emocional está siempre en los padres, no en el comportamiento de los niños. Porque los padres deberíamos tener capacidad para poder moldear esto.

Pero lo que ocurre es que solemos escuchar: «Es que mi hijo me saca de quicio». Esa persona está ubicando el problema en el niño, pero lo que hay que preguntar es «¿Qué hay en ti, cuando tu te pones de los nervios?». El niño tiene derecho a reclamar que tú estés presente. Cuando te desregula, te enfadas, gritas… El problema no es el niño sino el padre.

La clave de desarrollar un apego seguro está en cómo los padres gestionan las necesidades de los niños. Para mi el apego es la base

¿Qué puedo hacer para que este niño deje llamar la atención pegando o chillando? 

Trabajar el vínculo con él, trabajar la empatía… Queremos recetas mágicas para situaciones que se están dando en el día a día pero lo que vale es el día a día, el ir construyendo lo esencial. El ser humano necesita entender el mundo a base de repeticiones y de referencias de una o dos personas.

Pero mamá y papá son imperfectos. Todos cometemos errores. 

Por supuesto. Mamá y papá son imperfectos y claro que cometen errores , pero lo importante es ser conscientes de los errores que cometemos y poder repararlos, poder perdir perdón, poder reconocer que no ha estado bien. Siempre les digo a los padres: «vamos a tratar de sustituir el ¿qué tal te has portado? por un ¿cómo crees que me he portado yo (en referencia al padre)? ¿Crees que he estado suficiente tiempo contigo? ¿Crees que he estado a la altura? Es cambiar el foco… Lo que pasa es que si abrimos un poco el prisma nos encontramos con una sociedad de adultos donde los niños no tienen cabida. Reconozco que es difícil, muy difícil.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación