Ona Carbonell: Estos son los valores del deporte que la nadadora olímpica aplica en la crianza de sus hijos
La deportista de élite reconoce que la crianza de sus dos hijos «es el aprendizaje más grande de mi vida«
Ona Carbonell se retira a los 32 años y tras más de 20 en la élite de la natación sincronizada
![La conciliación de maternidad y deporte no es un tema «baladí», apunta Ona Carbonell](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/familia/2023/06/13/ona-ok-RBLiE9jtVpmpp0pr3keXaIJ-1200x840@abc.jpg)
Por encima de los madrugones para entrenar, de los días enteros sumergida en el agua o de la competitividad de unos Juegos Olímpicos, «educar y criar a Kai, de dos años, y a Teo, de apenas diez meses, supone el mayor reto y ... lo más difícil a lo que me he enfrentado jamás. Es el aprendizaje más grande de mi vida», admite Ona Carbonell, la mujer con más medallas en la historia de los Mundiales de natación y una de las deportistas españolas más laureadas.
Hoy conocemos su lado más maternal y su compromiso con la infancia y el desarrollo de los niños como embajadora de la marca Fisher-Price. «Me gusta pensar que con mi experiencia ayudo al resto de madres a entender el mundo de los más pequeños, a ser conscientes de la importancia que tienen todas las etapas de su crecimiento y al papel tan esencial del juego y del deporte en cada etapa como herramientas fundamentales en su desarrollo».
Carbonell siempre quiso tener hijos pero reconoce lo fue retrasando porque sobre la conciliación de una madre deportista al más alto nivel «ni se hablaba». «Estaba cero visibilizada. Pocas mujeres lo compatibilizan y nadie contaba sus historias porque el miedo a tener que renunciar a la maternidad estaba ahí», admite.
Tras trece años con su pareja Carbonell un día se plantó y dijo «hasta aquí llego: Voy a dejar la sincro temporalmente y voy a ponerme a tener hijos. Sabiendo que la conciliación iba a ser una tarea difícil lo convertí en reto. Además mi posición era perfecta para ser un altavoz y visibilizar la situación de otras deportistas». Una reivindicación que hace a sabiendas de que está en una postura «privilegiada, donde he contado con el apoyo de mi entrenadora, mis compañeras, mis sponsors, la Federación… Todos los que me rodean me han dado la confianza para llevar mi proyecto a cabo».
Pero a sabiendas también «de que la mayoría de mujeres, tanto en el deporte como fuera del mismo, no tienen esa confianza. Es algo intangible pero sentirte apoyada, que confíen en ti, es muy importante. Me siento con la responsabilidad de hacerlo público pero siendo consciente de que he tenido mucho más apoyo que la mayoría, tanto dentro como fuera del deporte», insiste. De hecho, ahora ha creado la Comisión de Maternidad y Deporte junto al COE, y lucha para que la conciliación «no se coja con pinzas y podamos ayudar a todas esas deportistas que quieren ser madres y seguir en la élite deportiva».
Combinar deporte y maternidad, explica, «no es un asunto baladí. Esta es una profesión donde tu cuerpo es tu herramienta de trabajo y la jubilación llega muy pronto, existe una fecha de caducidad mucho más temprana que cualquier otra. No puedes competir hasta que das a luz, ni tampoco luego en el posparto. Es verdad que el desgaste físico que conlleva ser madre es monumental y puede ser un handicap pero a la vez es posible. Nadie debería renunciar a su sueño. Se trata de dar herramientas a las mujeres deportistas para que puedan hacerlo de la mejor manera posible».
«Sabiendo que la conciliación iba a ser una tarea difícil lo convertí en reto»
De hecho, asegura, «el cuerpo y la mente de la mujer están preparadisimos para ello. Muchas han conseguido sus mejores éxitos después de la maternidad. Por eso es necesario habilitar becas específicas, supervisión por doctores especialistas en deporte de élite, en medicina de suelo pélvico, asesores de lactancia, preparadores físicos… Todos los profesionales que se necesiten durante el embarazo y el posparto y también los que intervienen cuando no estás embarazada pero eres deportista».
A menudo Carbonell se pregunta, ahora que ya tiene dos hijos, si lo está haciendo bien. El deporte, reconoce, «me ha ayudado mucho en la vida, también ahora. Pero educar y criar es el aprendizaje más grande que estoy haciendo en mi vida y como todas las madres voy aprendiendo a medida que voy haciendo. Seguro que cometo mil errores y, sin ser experta de nada, tengo la sensación de que trabajar los valores de constancia, de sacrificio… Resultan de gran utilidad».
No solo está, prosigue, «lo que aprendí del deporte, sino mis padres, que me han educado muy muy bien para poder poner los límites a mis hijos desde son chiquititos, a ordenar sus juguetes. Saben que si juegan con una cosa, luego se recoge y se juega a otra. Aprender a recoger es aprender a que una cosa va detrás de la otra. Siempre desde el cariño, pero pienso que estas cosas les van a servir de mayores». Lo mismo sucede en su casa con la comida: «Si hay puré de calabaza, hay puré de calabaza. En casa esto es así desde los seis meses. Nunca les he cambiado el menú y comen los dos fenomenal. A lo mejor esto sí me lo ha dado el deporte, que es exigencia».
A la vez, es muy consciente de la importancia de estar presente en todas las etapas de la vida de sus hijos. En esta línea, continúa Carbonell, «si estoy jugando con ellos, procuro no tener el móvil cerca y estar presente de verdad. Son esponjas y cada detalle nuestro es muy importante. Además viajo mucho, entreno, por eso para mi esto es muy importante. De hecho, me llevé a mi hijo cuando tenía tan solo un mes conmigo a Tokyo y se ha empapado de mucha piscina. Ahora está enamorado de todas las niñas de sincro», se ríe.
Beneficios del deporte
Sus hijos saben que «mamá nada», pero por edad todavía no saben de las bondades del deporte, admite. «Con el pequeño tan solo hacemos gateo, pero es igual de importante que estimular el habla o el descanso. Poco a poco lo iré introduciendo. Son muchos los beneficios que aporta, también en la infancia. Desde que descansen mejor, a que vayan bien a nivel intestinal, tengan buena salud en general y mental en particular… De momento, vamos a pasear, en bici, al parque a jugar a la pelota… Lo importante es jugar con movimiento para que desde pequeños hagan ejercicio».
En el tema del descanso Ona se ayuda de un muñeco para establecer la rutina. «Es una nutria a la que se le hincha la barriguita. A Kai le explico que tiene que descansar para que al día siguiente pueda jugar mucho. Hacemos siempre la misma 'operación' y la nutria es el elemento externo que nos ayuda con esto. Es una manera de que ellos sepan que es el momento de irse a dormir. Les resulta más fácil».
En casa, revela, «hacemos mucha visualización para establecer las rutinas del día siguiente, igual que hacía yo a nivel mental cuando competía: cada noche de mi vida me tumbaba y hacía la visualización de mi reto más importante. El día anterior a los Juegos del Mundial, por ejemplo, visualizaba la piscina, la música que iba a sonar, que podía ocurrir si se paraba la música, cómo seguir haciendo la rutina en la competición, a las rivales chinas, a las rusas, que cara pondría si me miraba un juez… Es preparar tu mente para ese momento, nos jugamos cuatro años en tres minutos, muchas horas de trabajo. Obviamente, la final es la que es pero si antes te has preparado… todo te sale más familiar y estás más habituado. Al final la cabeza mueve montañas. A mi esto me va muy bien, que es importante».
De alguna forma, Carbonell adapta esta técnica a sus hijos de la siguiente forma: «Hablo muchísimo con ellos, porque creo que los niños son super inteligentes. También les hablaba en la barriga. Les hablo con cariño. Entienden muchísimo y si le explico que me voy a ir una semana de viaje durante 10 días, pienso que estarán más preparados. Después hago un calendario y van tachando los días, porque no son tan conscientes del paso de las horas y de los días. Hablo muchísimo de todo, les contamos que hacemos… Creo que la comunicación es básica, también para una relación de pareja o de trabajo».
MÁS INFORMACIÓN
- Esto es lo que le pasa al cerebro de tu hijo cuando le gritas
- «Se deja a los bebés demasiado tiempo boca arriba y eso puede traer serias consecuencias»
- La parentalidad positiva favorece el autocontrol, la autonomía y una buena autoestima en los hijos
- «¿Qué pensarías tú si en el trabajo te gritan? Pues lo mismo que tu hijo en casa»
- Rafa Guerrero: «La clave de un buen desarrollo emocional está en los padres, nunca en los niños»
De mayores, aventura, «que sean y que hagan lo que quieran, pintores, músicos... No porque yo haya sido deportista tienen que seguir mi camino. Eso sí, voy a intentar inculcarles lo importante que es el ejercicio físico, el hecho de compartir, practicar deporte a nivel individual y de equipo… El deporte es algo que tienen que probar y practicar, aunque sea como hobby en sus horas libres».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete