Hazte premium Hazte premium

Los riesgos de un déficit de vitamina D en el embarazo

El papel que desempeña dicha sustancia en la concepción y gestación es vital para conseguir una salud óptima

«Que una madre se separe de su bebé a las 16 semanas es de las cosas más crueles que se nos exige a las mujeres»

Ana I. Martínez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La mayoría de las mujeres embarazadas tiene déficit de vitamina D. En concreto, el 95% de las gestantes, según Fertilab Barcelona, clínica especializada en fertilidad y reproducción asistida. «Posiblemente sea por el estilo de vida que llevamos. Estamos muy poco al aire libre, nos movemos con coche o transporte, luego estamos encerrados en la oficina y el sol lo tomamos muy poco a lo largo de todo el año», explica a este diario la doctora Fulvia Mancini, ginecóloga especialista. Los casos graves (por debajo de los 10 micromoles) sólo representan un 5%.

El problema es que este déficit puede acarrear problemas durante la gestación. Por un lado, la falta de esta sustancia antes de la concepción puede afectar a la salud reproductiva de la mujer, interfiriendo en la ovulación y aumentando el riesgo de trastornos. Pero los expertos indican también las otras graves consecuencias que pueden derivarse, como la preeclampsia (complicación grave del embarazo caracterizada por una presión arterial alta y daño en órganos como los riñones y el hígado) o el parto pretérmino (dar a luz antes de tiempo). Y es que la vitamina D, además de desempeñar un papel fundamental en la absorción de calcio y fósforo, mejora la calidad de la reproducción humana

Tal y como explica la experta en reproducción asistida y endocrinología ginecológica de Fertilab Barcelona, dicha sustancia es también vital en la búsqueda del embarazo. «En los hombres, -explica Mancini- los niveles de testosterona se relacionan con los de vitamina D en la edad adulta (en los adolescentes no). Pero los hombres con mejores seminogramas tienen niveles más altos de ésta».

En las mujeres, el papel de dicha sustancia va mucho más allá. «La interacción entre fertilidad y vitamina D es a todo nivel, desde la reserva ovárica hasta el embarazo.», afirma la doctora. «La vitamina D se relaciona con la reserva ovárica, con la patología obstétrica, hasta con el ADN del embrión, es decir que niveles elevados se asocian a una tasa de euploidia embrionaria más elevada», indica.

Este déficit, sin embargo, no es algo que las gestantes puedan saber a ciencia cierta, pues no hay síntomas evidentes de ello. «Hay que hacerse una analítica de sangre, ya que desafortunadamente no da síntomas», aclara la especialista, que aconseja a toda mujer que quiera quedarse embarazada, «pedir a su médico que le mire el nivel de vitamina que tiene en el cuerpo y, si hay déficit, que se suplemente».

Para mantener unos niveles adecuados de la vitamina D, comúnmente conocida como la vitamina del sol, es recomendable llevar a cabo una exposición a la radiación solar de treinta minutos diarios, siempre con la debida protección. «Es lo mejor y más rápido, aunque también depende de cuánto sea el déficit», puntualiza la doctora Mancini, pues en casos graves, el médico podría pautar «tomar la vitamina D».

«Necesitaríamos cantidades industriales de alimentos para alcanzar niveles correctos, razón por la cual el especialista siempre acaba prescribiendo suplementos vitamínicos», continua la experta. Por desgracia, «la vitamina D contenida en los alimentos es muy poca y la alimentación por sí sola no consigue aportar lo que se necesita. Por eso, lo más eficiente es tomar el suplemento», concluye la experta.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación