Las bicicletas son... para el colegio
Un proyecto educativo pretende promover el uso de la bicicleta en colegios de Galicia para los alumnos desde los dos años de edad
Con la iniciativa los escolares mejoran su condición física y aprenden educación vial entre otros muchos beneficios
A Víctor Arufe, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y docente de la Facultad de Educación de la Universidad de A Coruña, no hay proyecto educativo que se le resista. Recuerda que Juan Cerón, un profesor de Murcia, se puso en ... contacto con él para proponerle que pusiera en marcha en los colegios de Galicia su proyecto: La bicicleta viajera. «Me pareció una idea fantástica —apunta— puesto que el proyecto fomenta el uso de la bicicleta desde la primera infancia, algo muy importante para que los alumnos puedan incorporar este transporte activo en su día a día. Además, es una forma de que los centros potencien la psicomotricidad y el desarrollo integral del niño, abordando el trabajo de variables psicológicas y psicosociales como la autoestima o autoconfianza, o educación vial o valores y capital humano».
También destaca que otra de las lagunas que cubre esta iniciativa es que no todos los niños pueden disfrutar de una bicicleta en su entorno familiar. «La falta de recursos de muchos hogares provoca que los pequeños pasen su infancia sin tener una bicicleta. Por todo ello, la bicicleta viajera será una oportunidad para que disfruten del placer de desplazarse y aprovechar todos los beneficios que puede producir su uso para su desarrollo. No olvidemos que en la infancia se debe potenciar el trabajo de todas las habilidades motrices posibles, incluidas las habilidades de deslizamiento, empuje, tracción y conducción».
El CEIP San Pedro de Visma ha sido el primer centro de Galicia en acoger esta apuesta que sigue la metodología de Aprendizaje-Servicio que cumple con varios objetivos de desarrollo Sostenible de la Agenda Europea 2030, como potenciar un estilo de vida saludable, ofrecer educación de calidad y crear ciudades y comunidades sostenibles.
Se ofrece así un servicio a la sociedad y especialmente se ofrece al centro educativo un total de 30 bicicletas de madera sin pedales que viajarán cada año de un centro a otro, dando así las mismas oportunidades a todos los escolares de A Coruña, para que puedan disfrutar del placer de andar en bicicleta.
El primer año de andadura del proyecto «ha sido un éxito y gracias a esta oportunidad muchos niños han acabado con un gran dominio de la bicicleta siendo capaces de subir y bajar bordillos, girar, frenar y acelerar, y especialmente respetar y entender de forma práctica múltiples señales de tráfico con las que interactúan en su día a día al ir al colegio», apunta Arufe.
Financiación
Uno de los problemas que tuvo que resolver este docente gallego era la financiación del las bicicletas. «Organicé un evento formativo compuesto por ocho conferencias sobre hábitos saludables. Participaron ocho ponentes que hablaron sobre nutrición, ejercicio físico, educación y salud. Todos participaron de forma altruista y, gracias a ello, pude establecer una cuota de inscripción pequeña para recaudar los fondos y poder comprar las 30 bicicletas de madera sin pedales. La empresa que nos suministró las bicicletas PlayWell Hape también colaboró ofreciendo un descuento en el precio de cada bicicleta, pues al ser fabricadas con materiales buenos su precio unitario ronda los 70-80 euros».
Lograda la financiación, la siguiente piedra en el camino era encontrar un local para almacenarlas. «Logré el apoyo con la plataforma EDUCA y la Facultad de Educación de la Universidade da Coruña que ahora guardan las bicicletas mientras no se usan en el centro educativo».
Una vez conseguidos todos los recursos Víctor Arufe entra en contacto con la Red Española de Aprendizaje Servicio a través de la profesora Roser Batle a quien le describe el proyecto y le anima a realizarlo, ofreciendo su ayuda en desde la red en lo que necesitase. Tras estos pasos, elabora todo el proyecto didáctico con las competencias, objetivos, resultados de aprendizaje, cronograma, etc. y se lo presenta a su alumnado del 4º Curso del Grado de Educación Infantil de la Universidad de A Coruña, contextualizando dentro de la materia que imparte denominada Educación psicomotriz y Habilidades Motrices Básicas. «El alumnado muestra su entusiasmo y se anima a participar de forma voluntaria. Al mismo tiempo decido publicar toda la información del proyecto en mi página web y mi sorpresa es que recibo 50 solicitudes, incluso de centros educativos de diferentes regiones de Galicia».
Explica que como el proyecto solo puede realizarse en A Coruña, por la proximidad del alumnado universitario que será quien intervenga en él, se da prioridad a la selección de centros educativos de la ciudad. Fue así como se elige como primer centro al CEIP San Pedro de Visma. Al mostrarse todos los docentes de Educación Infantil favorables para participar se empieza a trabajar en cómo se impartirán las sesiones y en la coordinación general de todas las partes implicadas: alumnado universitario, docentes del centro educativo, niños y familias.
Las sesiones
«Las sesiones, al ser un proyecto de Aprendizaje-Servicio, las diseña el alumnado universitario, siempre supervisado por mí como profesor. Se establecieron un total de 27 sesiones de 50 minutos de duración distribuidas en 9 semanas de intervención en el centro educativo, impartiéndose un total de 3 sesiones por semana».
Asegura que durante este tiempo, los niños pasaron de tener miedo a subirse a la bicicleta a tener un gran dominio de ella. «Muchos niños estaban deseando que llegase el día de la sesión de bicicleta para disfrutar de ella en el colegio. Como en todo proceso educativo hubo diferentes ritmos de aprendizaje, algunos aprendieron muy rápido y otros tardaron un poco más, pero las alumnas universitarias y los docentes iban realizando los ajustes individuales para que todos viesen mejoras en el día a día».
Beneficios de su uso desde la infancia
La apuesta general por este proyecto tiene su germen en los múltiples beneficios que obtienen los niños cuando trabajan con la bicicleta como son la motricidad del niño —la bicicleta exige habilidades como el equilibrio estático y dinámico—, la coordinación dinámica general, el óculo manual y óculo pédica, el control tónico, el control postural, la lateralidad, entre otros.
Por otro lado también se produce un trabajo de la condición física, mejorando aspectos vinculados al sistema cardiovascular, resistencia aeróbica, fuerza de piernas y manos, velocidad o flexibilidad.
Los beneficios psicológicos también está presentes, pues numerosos estudios confirman mejoras en variables como la autoestima, autoconcepto o autoconfianzan en personas que practican actividad física. Cuando se presentan a los niños juegos con la bicicleta estas variables entran en juego, así como el control del estrés, la frustración, la competitividad con el saber ganar o perder, o el cumplimiento de normas.
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Para los contenidos de seguridad vial se diseñaron circuitos en las instalaciones del centro educativo con el establecimiento de semáforos y señales básicas, como el ceda el paso, stop, paso de peatones, etc., con el objetivo de que los niños entiendan y experimenten el código de circulación, mejorando así su interacción en la sociedad.