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«El cerebro se construye una sola vez y eso ocurre los primeros años de vida»

Hablamos con Carmen Romero, psicóloga y autora del libro 'Cómo estimular a tu bebé'

«Si los padres no están tranquilos con la respuesta que sea sobre el neurodesarrollo de sus hijos, deben insistir»

Ana I. Martínez

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Carmen Romero, psicóloga infantil experta en estimulación y atención temprana, escribe en su libro 'Cómo estimular a tu bebé' (Grijalbo), que se dio cuenta «de la enorme trascendencia del rol de los padres en el desarrollo físico, emocional e intelectual de los bebés'. Y todo ello sucedió casi de manera fortuita después de tener su primera hija. Desde entonces, quiso ofrecer a sus pequeños «un ambiente rico, preventivo y potenciador de su desarrollo».

Todo ello lo aplicó después al plano profesional, de tal manera que se centra en ayudar a otra familias «porque he constatado que los padres somos realmente importantes en todas las áreas de desarrollo de nuestros hijos». De ahí, este libro, un manual para entender el desarrollo del bebé, cómo estimularle y por qué es tan importante la atención temprana.

- Carmen, vamos a empezar por el principio. ¿Qué es la estimulación temprana?

La estimulación temprana son todas aquellas actividades y juegos que el adulto ofrece al niño para asegurar que recibe los estímulos adecuados que faciliten o potencien su desarrollo, fortalezcan sus cualidades y puedan prevenir o minimizar cualquier dificultad.

- Aseguras en el libro que debería ser un derecho fundamental del individuo para alcanzar la felicidad. ¿Podrías explicarlo?

En el desarrollo del niño, durante los primeros años, existen una serie de necesidades que se deben cumplir para conseguir la mejor versión del individuo. De la misma manera que necesitamos alimentarnos e hidratarnos, o necesitamos el cariño y el afecto de los cuidadores principales, también necesitamos nutrir el desarrollo del cerebro a través de estímulos e interacciones con el entorno. Satisfaciendo estas necesidades, conseguiremos una mayor adaptabilidad a las situaciones nuevas y mayor capacidad de aprendizaje que facilitarán el día a día del individuo.

- Explícanos un poco cómo es el cerebro de un bebé y por qué es importante estimularle. Los bebés tienen muchas ganas de aprender, alucinan con todo…

El cerebro se construye una sola vez y eso ocurre los primeros años de vida. A través de la interacción con los cuidadores, la interacción con el entorno, y las experiencias diarias, va recibiendo diferentes estímulos que provocan conexiones neuronales. A más conexiones, mayor espesor en la red neuronal y, por tanto, mayor fluidez de la información.

El primer año de vida, esas conexiones son comparables a la velocidad de un cohete; entre uno y tres años, estas se crean a una velocidad comparable a la de un avión; entre tres y seis años, siguen siendo rápidas, pero la velocidad disminuye a la del mejor coche del mercado. Sin embargo, a partir de los seis años, las neuronas se conectan a la velocidad de un peatón.

Es a esa edad, que se empiezan a detectar posibles dificultades, o cuando se considera que el niño está preparado para adquirir conocimientos más complejos. Desgraciadamente, para entonces, ya han pasado los años en los que los niños tienen mayor facilidad y en la que, con poco esfuerzo, podemos conseguir grandes resultados.

En cualquier aprendizaje, la motivación es la clave del éxito, y los bebés tienen muchas ganas de aprender. Todo es nuevo e interesante para ellos, y de forma intuitiva, por cuestiones de supervivencia, necesitan conocer bien su entorno.

- ¿Cómo ve un bebé? ¿Borroso, en blanco y negro…?

El desarrollo de la visión es algo progresivo tras el nacimiento y durante los primeros meses de vida. Gracias a los estímulos del entorno, y a la propia maduración del bebé, la visión va consolidándose.

Durante las primeras semanas de vida, la capacidad visual del bebé es muy limitada, prácticamente no diferencian colores y los estímulos visuales son percibidos de forma borrosa.

De forma natural, las sombras que produce el entorno gracias a los objetos y a la luz, provocan un gran contraste visual que permiten al pequeño poderlas detectar con facilidad. Por eso, para facilitar el desarrollo de este sentido, es recomendable ofrecer imágenes con grandes contrastes (blanco y negro).

«En cualquier aprendizaje, la motivación es la clave del éxito, y los bebés tienen muchas ganas de aprender»

- ¿Se corre también el peligro de sobreestimular a un niño?

Debemos tener en cuenta que sobreestimular es ofrecer más estímulos de los que puede asimilar el bebé, y es entonces cuando el bebé nos da una rápida y clara respuesta: se queja y llora. Es decir, se estresa. Es una forma irrespetuosa de relacionarse con el niño y es algo que debemos evitar a toda costa. Una de las principales reglas a la hora de interaccionar con el niño, es conseguir crear un buen vínculo afectivo y una complicidad en la que ambas partes disfrutan de la experiencia.

- ¿Qué papel tiene el apego en la estimulación?

El apego es un elemento esencial para cubrir las necesidades emocionales del niño. A través de las actividades de la estimulación temprana, tenemos la oportunidad de favorecer el apego seguro. El cuidador debe mostrarse conectado emocionalmente con el niño y transmitirle seguridad y respeto.

- Unos padres primerizos, ¿cómo pueden estimular a su bebé?

Existe una infinidad de actividades que cualquier padre puede poner en práctica en su ambiente cotidiano. De hecho, es interesante conseguir que la estimulación forme parte de las rutinas diarias del niño. Sin lugar a dudas, no hay nadie más indicado que los propios padres o cuidadores principales, con los que el niño está estableciendo un vínculo afectivo, para realizar este tipo de actividades.

- Carmen, y unos padres que ya tienen más de un hijo, ¿cómo pueden estimularlo? Al final, tienen menos tiempo y no haces lo mismo con un primer hijo que con un segundo, tercero, etc. Quizás los hermanos aquí ayuden ¿no?

Es cuestión de organizarse. Si bien un mayor número de hijos significa disponer de menos tiempo con cada uno, también implica una mayor experiencia de los padres. Por supuesto, el bebé que se desarrolla en un ambiente con más hermanos, se beneficia de mayores estímulos y modelos a seguir.

- Hay muchos tipos de estimulación que explicas muy bien en el libro, ¿alguno es más importante que otra?

En el libro, hablo de estimulación sensorial, física, intelectual y del lenguaje. El grado de interrelación entre las mismas es tal que difícilmente podemos hablar de una sin tener en cuenta el resto. El desarrollo del ser humano es complejo y con varios pilares fundamentales.

- Al final un bebé, en general, acaba haciendo la croqueta, girándose, agarrando… Son hitos que va consiguiendo. Por tanto, ¿hay que estimularles para conseguirlos o dejarles a su aire?

Por desgracia, no todos los bebés alcanzan los hitos del desarrollo a tiempo. Ese retraso se acaba convirtiendo en una señal de alarma y en una futura dificultad. Es importante ocuparse de que el desarrollo vaya al ritmo esperado y, de no ser así, intervenir de forma activa para impulsarlo. La estimulación debe ser una iniciativa preventiva y potenciadora del desarrollo.

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