Así puede mejorar la alimentación el sueño infantil
Según los expertos, los alimentos como cereales y lácteos, ricos en triptófano, precursor de la melatonina, favorece el sueño de los pequeños
Las claves de una experta en sueño para que la hora de dormir de los hijos no sea una pesadilla para los padres
Se trata de un tema recurrente de toda madre o padre al llegar a la oficina. Y sus caras les delata: «No sé que voy a hacer con mi hijo, se despierta mil veces por la noche y no pegamos ojos», confiesan entre bostezos. ... Y es que no cabe duda que el mal sueño del bebé se convierte en una verdadera pesadilla para los progenitores que al día siguiente arrastran las consecuencias de un mal descanso y la preocupación de que la higiene del sueño de su bebé no sea la adecuada.
¿Cómo conseguir que el pequeño duerma plácidamente? Según Laura Pazos, especialista de SleepyKids, es necesario tener una serie de recomendaciones destacando, en primer lugar, la edad y la alimentación nocturna, «ya que hay alimentos que pueden ayudar a mejorar el ciclo del sueño». Así lo apunta también Almudena García, jefe de producto – Alter Farmacia, quien matiza que «la alimentación influye directamente en el sueño, especialmente la cena, de ahí que sea recomendable ofrecer alimentos ricos en triptófano, que es un aminoácido esencial y que es que es un precursor de la melatonina y, por tanto, favorece el sueño. Entre estos alimentos destacan los cereales y lácteos, primero sin gluten para bebés entre 2 y 4 meses, y después ya con gluten. Esta es una de las razones por las que hemos apostado por las papillas con diez cereales que garantizan el triptófano. Se elaboran mediante un proceso de hidrólisis natural, utilizando únicamente la temperatura para romper los almidones, sin aditivos químicos. Cumplen eficazmente con la normativa europea vigente de seguridad Babyfood, mediante la que se regula y prohíbe que los alimentos contengan pesticidas, contaminantes o residuos de toxinas, químicos o plaguicidas».
Belén Alonso, técnico nutricionista de Laboratorios Alter Farmacia, señala que «esta normativa define un nivel mínimo y máximo de todos los compuestos nutricionales que deben adaptarse a las necesidades del bebé, es decir, las calorías, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, vitaminas y otros ingredientes».
Asegura Almudena García que lo importante es que el bebé tenga la sensación de estar saciado sin estar lleno, que al igual que los adultos, favorece a la hora de ir a dormir una mejor sensación y evita los despertares a causa del hambre.
Pero existen otras nociones básicas de la teoría del sueño infantil a tener en cuenta, según Laura Pazos,a tener en cuenta para comprender mejor la situación y poder actuar en consecuencia:
—Las temidas regresiones, tanto las motivadas por causas internas (a los 4 meses, los 8, los 12, los 18 y los 24), como las referidas a causas externas (incorporación al trabajo del cuidador principal, mudanza, inicio de la escuela infantil, ampliación de familia, etc...).
— El temperamento del bebé, sus señales de cansancio y ventanas del sueño.
—Filosofía de crianza, tipo de lactancia, práctica o no de colecho, etc.
— Apoyos del sueño.
—Rutinas y rituales diarios.
MÁS INFORMACIÓN
Para Pazos también es importante que de una vez por todas se evite caer en falsos mitos, como la necesidad de dejar que un bebé llore hasta que duerma, que no hay que cogerle en brazos, que no se le debe dejar dormir de día para que duerma mejor por la noche, o que si se le acuesta tarde se evitan los madrugones, entre otros. Recomienda llevar a cabo una serie de rutinas y rituales para lograr una correcta higiene del sueño diurno, «ya que influye directamente en el nocturno, además de aportarle toda la confianza que necesita sin lágrimas».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete