¿Más bajitos por culpa de las mochilas? Recomendaciones de uso para proteger la espalda de los niños
La elección correcta de las mochilas escolares es clave para evitar contracturas, alteraciones posturales, incluso patologías como la escoliosis

Llega septiembre y con él, la vuelta al colegio, los libros y el uso masivo de mochilas para cargar con todo el material escolar necesario en el aula. Pero, ¿estamos sobrecargando demasiado las espaldas de unos niños en pleno desarrollo? ¿Qué consecuencias puede tener esto ... en su crecimiento? Hasta ahora se había hablado mucho del dolor de espalda pero llevar mucho peso en la mochila puede provocar «que los niños tengan una talla más baja de la que deberían», según alerta la vicepresidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
Sin bien es verdad, reconoce esta profesional, «que los españoles han mejorado de talla porque ha mejorado la alimentación, pero también porque ha desaparecido el trabajo infantil, que hacía que los niños llevasen una gran carga de peso con consecuencias en su talla». Ahora esta situación, asegura, «vuelve a producirse con el peso de las mochilas, que en algunos casos es muy elevado. A largo plazo llevar mucho peso en la mochila puede provocar que el niño o adolescente tenga una talla más baja de la que debería», ha recalcado.
El dolor de espalda crónico es otra de las consecuencias de llevar mucho peso cargado. De hecho, según datos de la Asociación Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), antes de los 15 años, el 51 por ciento de los niños y el 69 por ciento de las niñas ya han manifestado dolor de espalda en su vida.
Esto se debe a varios factores, que hay que tratar de evitar a toda costa. Uno de ellos es el peso. Tal y como explica el doctor Antonio Mascarell, traumatólogo, «la elección correcta de las mochilas escolares es clave para evitar contracturas, alteraciones posturales, incluso patologías como la escoliosis, ya que la sobrecarga de peso produce dolor y problemas de espalda y hombros».
Según la Asociación de Pediatría y la Asociación de Productos para la Infancia, el peso de la mochila no debería superar el 15 por ciento del peso corporal del niño. Tal y como comenta el doctor Mascarell, «las mochilas escolares muy pesadas imponen un excesivo esfuerzo a la espalda y hombros de los niños, lo que les causa sobreesfuerzo y fatiga muscular. Además este sobrepeso les conduce a adoptar hábitos posturales incorrectos desde muy pequeños». Para el especialista, «lo ideal es llevar dentro solo lo que necesita diariamente el niño». Que lo que haya dentro no sobrepase el 10 por ciento del peso corporal del niño, y que se pueda graduar según la talla de este».
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Otro debate que habitualmente se escucha en torno a las mochilas es si estas deben ser de ruedas o no. Para Bascuñana, «en general son más recomendables las mochilas de asas con cinturón que las de ruedas. Con un peso siempre es mejor para la espalda empujar que tirar», ha detallado. Esa es, también, la elección de la Sociedad Española de Columna Vertebral: «mochilas con cintas anchas ajustables y probarla previamente para estar seguros de que se adapta a la fisionomía y altura del niño, evitando que la mochila caiga por debajo de las nalgas».
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