La amistad

El objetivo principal de esta exposición que acaba de inaugurar la Fundación Focus-Abengoa es el de ensalzar la amistad que hubo entre Justino de Neve (1625-1685) y Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), que era el pintor más prestigioso de la Sevilla de su época. A mediados del siglo XVII Neve era un culto y dinámico canónigo de la Catedral de Sevilla. Entre ambos se estableció una relación profesional que pronto se transformó en auténtica amistad. De dicha amistad surgieron algunas de las obras más bellas y ambiciosas pintadas por el artista sevillano en las décadas de 1660 y 1670, periodo en el que alcanzó su plenitud creativa. +Leer más

El expolio artístico del mariscal Soult

Cuando se habla de la obra de Murillo hay que asociarla a un capítulo lamentable que ocurrió durante los dos años y medio que duró la ocupación napoleónica en Sevilla (febrero de 1810 a agosto de 1812). Durante todo este periodo, las tropas francesas que ocupaban la ciudad expoliaron el valioso patrimonio artístico que existía en conventos e iglesias hispalenses, enseñándose con pinturas de Zurbarán, Herrera el Viejo, Roelas o Pacheco, entre otros. +Leer más