Análisis
Una campaña llena de miedos
El PP tiene que encontrar la tecla de su proyecto
Resultado de las elecciones vascas, municipio a municipio
El PP ha crecido en las elecciones de este domingo en el País Vasco respecto a hace cuatro años, comicios muy marcados por la baja participación y por la improvisación interna. Pero el resultado es inferior a 2016 y haría mal Génova en satisfacerse con ... siete diputados. En un contexto de crecimiento en el conjunto del país, había que ambicionar algo más que mejorar un escaño.
Feijóo se ha dejado ver cinco días en la campaña vasca. No es una espantada pero sí que es una presencia muy medida. Podrán comprobar pronto la diferencia con su presencia en la campaña de las elecciones catalanas. Si nacionalizar la campaña en Galicia era una mala idea, pero la presencia de Feijóo era inevitable e incluso deseable, no se alcanza a entender el motivo de que en el País Vasco, con una situación de partida diametralmente opuesta, también se ha querido primar el enfoque regional. Es evidente que la candidatura de Javier de Andrés era una apuesta de transición. La cuestión es hacia dónde. Veremos también si su encargo tiene todavía recorrido o hay que empezar a pensar en construir ya un liderazgo para 2028 y no decidirlo unos meses antes.
El PP tiene que encontrar la tecla de su proyecto. En el auge de Bildu y en la eclosión de un proyecto de deconstrucción nacional, existen poderosas razones para cuestionar que en esta campaña no se haya hablado de terrorismo y memoria. ¿Por qué hay que comprar marcos que solo interesan a tus adversarios? No se puede ganar un relato sin intentar ganarlo. De Andrés ha practicado una campaña correcta. Pero cabe preguntarse si el PP vasco tiene que aceptar con tanta naturalidad que de lo que hay que hablar es de gestión y solo de gestión. Esperemos que en Cataluña no se caiga en el mismo vicio.
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