La UE se desmarca de Sánchez y erosiona su imagen internacional por la crisis diplomática con Israel
No respalda la postura del presidente español que ha soliviantado al Estado hebreo
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La prensa alemana alerta que España se desmarca de la UE en Oriente Medio

Los planes de Pedro Sánchez para expandir su figura política a escala internacional podrían haber resultado seriamente dañados después de su brusca intervención en el conflicto de Oriente Medio.
La Unión Europea se ha desmarcado rápidamente de sus posiciones críticas hacia ... Israel y el gobierno belga -que se había visto salpicado debido a que el primer ministro Alexander De Croo se encontraba con Sánchez-, ha optado por rebajar urgentemente tensiones y gestionar el asunto «de forma distinta a como lo ha hecho España».
El influyente 'Politico' advertía ayer que las divisiones entre los europeos «benefician directamente al Kremlin» que se dedica precisamente a azuzarlas. Cuando la Comisión Europea fue preguntada sobre la posición que Sánchez expresó en Gaza y que provocó una áspera reacción del gobierno israelí, con reprimenda formal a los embajadores de España y Bélgica, su portavoz se cuidó mucho en señalar que se trataba de «una posición absolutamente bilateral» española ni siquiera hispano-belga y en absoluto europea, de la que confiaba que no hubiera consecuencias negativas para los esfuerzos de mediación que la UE pretende emprender, precisamente a instancias directas del propio Sánchez expresadas en el último Consejo Europeo.
En los informes sobre la visita a Israel de Sánchez y De Croo se puede apreciar que los dos presidentes mantuvieron un discurso muy parecido hasta en los asuntos más polémicos y de hecho la diplomacia israelí convocó a los embajadores de los dos países. La diferencia es que el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, respondió con un agrio comunicado y con la convocatoria a su vez a la embajadora de Israel en Madrid con un tono de represalia y malestar evidentes, la segunda vez desde que se desencadenó este episodio bélico.
El Gobierno belga, sin embargo, se limitó el lunes a «invitar a la embajadora de Israel a tomar un café con el jefe de gabinete del primer ministro» para zanjar el tema cuanto antes. La obsesión de los belgas ha sido «no añadir gasolina al fuego» y dar paso «al apaciguamiento cuanto antes». El café con la embajadora israelí «se desarrolló bastante bien, cada cual pudo clarificar sus posiciones en detalle».
El diario 'Le Soir' se limita a describir en el, último párrafo que «España ha optado por una respuesta diferente» ante las protestas israelíes. En el último Consejo Europeo, Sánchez adoptó una posición muy activa en los debates sobre Oriente Próximo y se puso claramente del lado de los que criticaron a Ursula von der Leyen por haberse apresurado a viajar a Israel en señal de apoyo al Gobierno judío. Desde entonces, el Alto Representante Josep Borrell ha tratado de respaldar la posición de Sánchez pero también se ha encontrado con críticas de países que creen que estaba siendo demasiado parcial.
«Una oportunidad de oro» para Putin
El comunicado de los terroristas de Hamás agradeciendo expresamente el apoyo de Sánchez dejó también en una posición muy incómoda a Borrell, que tampoco puede respaldar la idea del presidente del Gobierno de reconocer a Palestina de forma unilateral. Precisamente ayer, 'Politico' se refiere al hecho de que la discordia en el seno de la UE sobre el conflicto «es una oportunidad de oro» para que Putin pueda «exhibir las divisiones entre sus enemigos».
Desde que se iniciaron las hostilidades con el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre, la actividad de cuentas controladas por el Kremlin en redes sociales ha aumentado al menos un 400 por ciento en temas relacionados con Gaza, con lo que el régimen de Putin consigue además desviar la atención de la invasión de Ucrania. El hecho de que Israel no haya participado en la reunión de ministros de la Unión por le Mediterráneo en Barcelona se puede considerar también una consecuencia de los desplantes que ha protagonizado Pedro Sánchez y otros miembros de su Gobierno hacia las posiciones israelíes, a pesar de su retórica en favor de una iniciativa de paz.
En octubre, el presidente del Gobierno prefirió acudir a Egipto a una reunión en la que tampoco estaba Israel, convocada por el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, aunque la diplomacia española se esforzaba en proclamar que estaba dentro de la «iniciativa española» para convocar una conferencia de paz y pedir lo que se bautizó entonces como «una pausa humanitaria». Lo que Sánchez decía estar haciendo entonces era «contribuir a mantener el diálogo y a construir puentes entre Europa, Israel y el mundo árabe» aprovechando su condición de presidente en ejercicio del consejo de la UE.
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