Sánchez pide a la ejecutiva del PSOE «pedagogía» sobre el SMI: «Esto no es el ingreso mínimo»
El presidente da por cerrada la crisis con Sumar una semana después del choque con Yolanda Díaz

Cristina Narbona, Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en la ejecutiva socialista
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio por cerrada este lunes en la reunión de la ejecutiva federal del PSOE la 'crisis del SMI', de la que este martes se cumple justo una semana. Ante los miembros de su cúpula orgánica, entre ellos ... la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, Sánchez pidió a los suyos no dejarse avasallar por quienes se oponen a la tributación de ese salario mínimo, aumentado ahora en 50 euros mensuales, y hacer «pedagogía» sobre la necesidad de que quienes lo cobren sí deban cumplir con el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF).
Según fuentes de dicha ejecutiva presentes en la reunión, el presidente llegó a ser muy claro cuando dijo que el SMI «no es el ingreso mínimo vital», en referencia a otra medida señera del Gobierno, el IMV, de principios de la pasada legislatura, que tiene un carácter de ayuda a los más vulnerables antes que de tope por abajo a las remuneraciones de los trabajadores de nuestro país. Una comparación con la que reforzó la idea fuerza que ya desde el final de la semana pasada, y tras unos días remando a la defensiva en el debate abierto -según una crítica interna compartida por altas instancias del partido, incluidos miembros del Consejo de Ministros- viene remarcando el PSOE. La de que no se puede caer en la crítica del gravamen a un determinado tipo de salario, aunque sea el mínimo legal.
El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, no dudó en apuntillar la intervención del secretario general, y pidió igualmente que se adopte un tono pedagógico contra lo que no dudó en calificar de postura «populista» del socio de coalición.
El encuentro de este lunes en Ferraz, salvo una leve salutación a las nuevas secretarias generales de federaciones presentes (la propia Montero en Andalucía, Pilar Alegría en Aragón y Sabrina Moh en Melilla) evitó por completo las cuestiones orgánicas. Justo antes de partir hacia París para asistir a la cumbre informal de líderes europeos sobre Ucrania convocada por el presidente francés, Emmanuel Macron, Sánchez aleccionó a los suyos sobre la posición ante las conversaciones de paz abiertas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y lo hizo reiterando varios de los argumentos ya expuestos en público, sobre la necesidad de que ese proceso de negociación no excluya ni a Kiev ni a la Unión Europea.
Fue, por tanto, una reunión de marcado carácter político en la que, además, ni se mentó a Yolanda Díaz, según confirman las fuentes consultadas por ABC.
Díaz se reafirma
Hace siete días una filtración de Hacienda posterior a la reunión del Consejo de Ministros (que este martes volverá a celebrarse) provocaba una rueda de prensa insólita en el Palacio de La Moncloa, donde Díaz, titular de Trabajo además de vicepresidenta, y la portavoz Alegría se enzarzaron en lo que por momentos pareció más bien un cara a cara, poniendo a la vista de todos la fisura ya conocida entre los socios de coalición, con el minoritario Sumar defendiendo que la subida en 50 euros mensuales del salario mínimo debía estar exenta de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Díaz, por su parte, que este martes volverá a sentarse en el Consejo de Ministros tras la crisis, se afianzó este lunes en su postura en una entrevista en Radio Televisión Española. La vicepresidenta segunda aseguró que hacer tributar a los perceptores del SMI «no es justo, ni es de izquierdas, ni es progresivo».
Ese mismo día Sumar anunció una proposición de ley (PL), algo que inmediatamente se apresuró a hacer Podemos e, incluso, el Grupo Popular. Precisamente este martes, siete días después, la Mesa del Congreso estudia esas proposiciones, presentadas por formaciones antagónicas e incluso una de ellas que pertenece al Ejecutivo, que pretenden revertir la tributación del SMI. En principio, el Gobierno podría vetarla alegando razones presupuestarias, aunque una mayoría contra natura en la Mesa de PP y Sumar podría levantar ese veto.