Una red prorrusa allanó el camino para la llegada de Puigdemont a Bruselas
Una gran aliada del líder independentista en el Europarlamento es investigada por ser agente secreta rusa
El PP solicita la comparecencia de Albares, Robles y Bolaños por la injerencia rusa
EE.UU. desvela una nueva red de injerencia rusa con presencia en Cataluña
El expresidente de la Generalitat y prófugo de la justicia, Carles Puigdemont
Abril de 2014. Ha pasado un mes de la invasión rusa de la Crimea ucraniana. La eurodiputada letona Tatjana Zdanoka dirige un escrito a la Comisión Europea, instándola a apoyar un referendo de independencia en Cataluña, como el que se va a celebrar ... en Escocia. «Parece que no todos los ciudadanos europeos tienen el mismo nivel de derechos democráticos, y estos derechos dependen del estado en el que residen, lo que socava el concepto de ciudadanía europea», escribe Zdanoka, en una misiva firmada junto con el independentista vasco Iñaki Irazabalbeitia.
En aquel tiempo, previo al referendo catalán no vinculante de noviembre de 2014, comienza la estrategia de desinformación rusa, que pronto mostrará un interés por los separatismos europeos, y en comparar los casos de Cataluña, Escocia, el Véneto y otros con el apoyo europeo a la independencia de Kosovo y la voluntad del este de Ucrania de independizarse y federarse con Rusia. Una de las primeras notas del portal ruso Sputnik, lanzado la misma semana del simulacro de referendo catalán, afirma: «2014, año de secesión: Venecia, Escocia, Crimea, Cataluña».
En 2016, Sputnik publicará la primera noticia falsa sobre Cataluña, con un titular engañoso: «Una Cataluña independiente reconocerá que Crimea es rusa». Zdanoka, la eurodiputada letona, del partido Unión Rusa, intensifica a su vez su activismo a favor del referendo, con escritos, discursos y todo tipo de intervenciones. Cuando un grupo de eurodiputados decide acudir a cuenta propia como presuntos observadores del referéndum ilegalizado de octubre de 2017, los apoya. Cuando Puigdemont se fuga de la justicia, se ve con él. Cuando los independentistas convocan protestas en Bruselas, acude a todas, con la bandera independentista, el lazo amarillo, carteles de denuncia con la cara de los presos por secesión.
Desde esta semana, Zdanoka está siendo investigada por el Parlamento Europeo por posibles lazos con la inteligencia rusa. Ha sido señalada por varios medios rusos, nórdicos y bálticos de ser agente del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB, antiguo KGB) desde al menos 2004. Tras una investigación conjunta, varios medios publicaron correos electrónicos que muestran sus interacciones con su supervisor ruso. Zdanoka ha difundido propaganda a favor de Rusia en el Parlamento Europeo y se ha negado a condenar la invasión rusa de Ucrania.
Los primeros en denunciar el activismo prorruso de Zdanoka en Bruselas fueron los socialistas. El presidente del Europarlamento en 2014, el socialdemócrata Martin Schulz, publicó entonces una carta condenatoria en la que lamentaba las injerencias de Zdanoka, que defendía la anexión de Crimea por parte de Rusia, señalando que «sus declaraciones son completamente contradictorias con la posición del Parlamento Europeo y de la UE». Zdanoka había sido parte de un variado grupo de políticos y activistas que acudió también como presuntos observadores del supuesto referendo de independencia de Crimea, montado por Rusia para justificar una anexión.
Zdanoka participa en la Alianza Libre Europea, un grupo de eurodiputados a favor de los movimientos independentistas entre los que están los catalanes Jordi Sole y Josep Maria Terricabras, que dejaron el escaño en 2019. En noviembre de 2017, Zdanoka dio numerosas entrevistas en las que se dijo crítica con España, hablando de «doble rasero europeo» porque la situación de Cataluña le recordaba a Kosovo, en línea con la postura oficial del Kremlin. Justo aquel mes, en una intervención en el Foro Valdai, el propio Vladímir Putin dijo que Europa «se lo tendría que haber pensado mejor» antes de apoyar la independencia de Kosovo, «dado lo que sucede en Cataluña».
El 14 de noviembre de 2017 se unió a una protesta ante el Europarlamento contra «la violación del Estado de derecho en España», según dijo en un mensaje en su perfil de Facebook. Dos semanas antes, Puigdemont había llegado a Bruselas, y preparaba sus siguientes pasos, que incluirían una candidatura a eurodiputado en 2019. Antes, un grupo de eurodiputados trató de organizar un evento de Puigdemont dentro del Europarlamento. Socialistas y populares se unieron entonces para impedirlo, dado el riesgo de que Puigdemont se encerrara en la sede del legislativo europeo como parte de las protestas independentistas ante la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, que suspendió la autonomía de forma temporal. El equipo del entonces presidente del Europarlamento, Antonio Tajani, y sus servicios jurídicos, impidieron la entrada de Puigdemont si no contaba con un permiso expreso del juez.
Otra muestra de la intensa actividad prorrusa de estos eurodiputados fue su visita a Siria en julio de 2016 para reunirse con el presidente Bashar al-Asad. En este viaje participaron Zdanoka y el español Javier Couso de Izquierda Unida. El Parlamento Europeo se negó a reembolsar los gastos del viaje al considerarlo «una visita no oficial». En sus entrevistas y publicaciones en redes sociales, Ždanoka ha mencionado su relación directa con Oriol Junqueras, eurodiputado entre 2009 y 2012, y Raül Romeva, quien lo fue entre 2004 y 2014.
En el cargo de europarlamentario, Puigdemont votó en tres ocasiones contra propuestas bipartidistas para indagar en las injerencias rusas.