Sumar y Podemos, preocupados por la cesión de inmigración a Cataluña: «Pretenden dar una patada en el culo»
Aina Vidal cree que Junts compite por el voto de la extrema derecha y Podemos dice que les «preocupan enormemente» los discursos xenófobos del partido de Puigdemont
Los flujos migratorios son potestad exclusiva del Estado, según el Tribunal Constitucional
Los socios y los aliados potenciales del PSOE han mostrado en las últimas 48 horas sus recelos ante la cesión de las competencias de inmigración a la Generalitat a la que el PSOE se comprometió con Junts durante la negociación de los decretos con ayudas sociales y económicas que se votaron el miércoles en el macropleno del Congreso. La presidenta de Junts, Laura Borràs, ha reivindicado que este pacto permitirá a Cataluña decidir sobre el reparto de inmigrantes que asumen las Comunidades Autónomas.
La parte socialista del Gobierno intenta rebajar a mera «declaración de intenciones» este acuerdo del que ya presume el partido del prófugo Carles Puigdemont. La entrega de estas competencias debe hacerse mediante la modificación de una ley orgánica que deberá tener mayoría absoluta del Congreso. Apoyos que, viendo las reacciones, está claro que no tienen.
«No sabemos a que se ha comprometido el PSOE con Junts, pero vemos difícil que el Estado ceda competencias de migración a una CCAA. Eso es algo que el PSOE y Junts tienen que explicar», explican a ABC fuentes de Podemos, que hacen un «llamamiento a la responsabilidad de todos los grupos políticos para que se hagan discursos respetuosos con los derechos humanos».
Desde Sumar -dentro del Ejecutivo- y Podemos esperan con recelo más información sobre un asunto que ya ha soliviantado a gobiernos autonómicos, como el del País Vasco de Iñigo Urkullu o Castilla-La Mancha de Emiliano García-Page. Sumar y Podemos advierten de que las intenciones de Junts son negarse a acoger en Cataluña a los migrantes que llegan a costas españolas durante el reparto que asume el conjunto de regiones.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha sido preguntada este viernes por la cesión a Cataluña de las competencias. Por un lado, Díaz ha intentado no abrir un conflicto en el seno del Gobierno de coalición; por otro, ha dejado claro que la posición de Sumar es el «respecto absoluto a los derechos fundamentales» de las personas migrantes. Posicionándose así en contra del discurso de puertas cerradas de Junts.
«Hay un marco legal en España y hay directivas que son objeto de aplicación en nuestro país, para nosotros el respeto de los derechos fundamentales es crucial, sin ningún relativismo cultural y, por supuesto, con discursos que son absolutamente de inclusión y defensa de las personas que tienen derechos», ha expresado Díaz. «El Gobierno aplicará el marco legislativo de España y las directivas que son fuente de derecho y, por supuesto, el respeto absoluto a los derechos fundamentales», ha añadido.
También en declaraciones a 'La Sexta', la portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, expresó ayer que Cataluña sí debe tener más competencias en esta materia, pero admitió estar preocupada por las motivaciones de Junts para reclamarlas. Vidal detecta en Junts un mensaje sobre la inmigración cercano al de la «ultraderecha» y teme que quieran usar las competencias para «dar la patada en el culo» a los inmigrantes.
Vidal fue todavía más directa en sus críticas a Junts, según recoge Europa press, y les acusó que de querer «disputar» el voto de la extrema derecha en zonas como el Ayuntamiento de Ripoll (Girona), gobernado por la alcaldesa Silvia Orriols, que tiene un mensaje «absolutamente racista». Orriols, independentista catalana de corte ultra, ha pedido expulsar de Cataluña a todos los inmigrantes ilegales.
«Estamos hablando de nuevo de derechos de ciudadanía, estamos hablando de derechos humanos, de gente que vive al límite y que el recibimiento que tenemos que darles no tiene nada que ver con esta patada en el culo que pretende hacer Junts, siguiendo los pasitos de la ultraderecha», ha expresado Vidal.
«Las tesis de la derecha»
Fuentes de la dirección de Podemos, ahora fuera del Gobierno y del grupo parlamentario de Sumar, admiten en conversación con este periódico estar alarmados con el asunto. «Más allá de las cuestiones competenciales, estamos preocupadas de que se esté utilizando esto para extender un discurso, que una vez más sitúa a las personas migrantes como un problema de seguridad. La realidad migratoria es inherente al ser humano y a las sociedades del siglo XXI y debe ser gestionada protegiendo los derechos humanos», defienden desde el partido de Belarra, que ya apuntan abiertamente a que les «preocupan enormemente» los discursos de Junts.
Insisten además estas fuentes en que el problema a atajar son «las políticas económicas que enfrentan el último contra el penúltimo» y «las políticas estructurales racistas que se lo ponen difícil a las personas migrantes con redadas basadas en el perfil étnico, muertes en fronteras porque no hay vías legales y seguras o la falta de un dispositivo de acogida de personas refugiadas que sea digno y adecuado».
La exministra de Igualdad y secretaria Política de Podemos, Irene Montero, dejó una advertencia en 'Telecinco' a PSOE y Sumar, partidos cogobernantes, después del acuerdo con Junts. «Creo que en esta materia lo más importante, aunque entiendo el debate de las competencias, tiene que ver con cuál es la posición, ya no solamente política sino también ética y de defensa de los derechos humanos, que adoptemos. A mi me preocupa mucho que la socialdemocracia y los verdes y los liberales estén asumiendo las tesis de la derecha, que quieren construir una Europa fortaleza».
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