La presidenta de la AVT niega el saludo a Marlaska: «Deja ya de mentirnos, no tenéis vergüenza»
El ministro acababa de presumir en Vitoria y delante de Maite Araluce de la atención que el Gobierno de Sánchez dispensa a todas las víctimas del terrorismo
El Rey insta a seguir luchando por las víctimas del terrorismo
¿Quién tiene la culpa?
La presidenta de la Asociación Víctimas del Terrismos (AVT), Maite Araluce ha mantenido hoy un encontronazo con el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, tras su intervención en el congreso internacional organizado por Naciones Unidas y el Gobierno de España en Vitoria. La propia Araluce explica a ABC que, tras terminar el acto, Marlaska se ha dirigido a ella en la sala de personalidades donde se encontraba también el Rey, que ha cerrado el evento.
En ese momento, la presidenta de la principal asociación de víctimas de ETA ha espetado al ministro que «no tenía ganas de hablar» con él y que se ahorra el saludo, además de pedirle que «deje ya de mentirnos» después de trascender este lunes que el Gobierno y sus socios impulsan una reforma legal para que una cuarentena de etarras puedan descontarse casi cuatro siglos de cárcel por la penas cumplidas en Francia, como ABC advirtió ya a principios de 2022.
Además, Araluce explica a este periódico que ha afeado a Marlaska que durante su intervención en este congreso haya presumido de la atención que el Gobierno de Sánchez dispensa a las víctimas del terrorismo, cuando la propia AVT ya le retiró la medalla de honor que le concedió cuando era juez precisamente por todo lo contrario.
«Le he dicho que no tienen vergüenza», añade la presidenta de la AVT sobre el Gobierno y Marlaska, al que también ha echado en cara que durante su discurso de este nartes se haya jactado de escuchar a todas las víctimas del terrorismo: «Debería haber escuchado a las de la AVT ayer (por este lunes) en nuestra sede tras conocerse lo del descuento de penas a etarras».
Así, Araluce ha dado por finalizado ese trance recordando al ministro que ella y sus compañeros sienten «rabia e impotencia», por lo que no ha querido seguir hablando con el ministro, hasta el punto de que s eha dado la vuelta y se ha marchado cuando Marlaska ha intentado justificarse.
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