La Policía y Vigilancia Aduanera resuelven un narcosecuestro en alta mar con un rehén asesinado
En menos de 12 horas fue detenido el secuestrador y asesino, se liberó a los ocho rehenes y se intervino un alijo de 2.300 kilos de cocaína
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Un secuestro es siempre un delito muy complejo de resolver; pero hacerlo en menos de 12 horas, en pleno océano Atlántico, con un secuestrador que ha asesinado ya a un rehén y hacerlo solo con la palabra de ser un caso llamativo para pasar a ser una operación sin precedentes. Lo ha conseguido la Policía y el Servicio de Vigilancia Aduanera, que además han intervenido un alijo de 2.300 kilos de cocaína en el barco donde ocurrieron los hechos.
La operación, que se llevó a cabo en noviembre y que desde entonces ha permanecido bajo secreto sumarial, por lo que no se había informado de ella, comenzó cuando los agentes realizaban una investigación sobre una organización criminal que pretendía introducir en España 2,3 toneladas de cocaína desde Sudamérica, a bordo de un remolcador.
Los investigadores tuvieron conocimiento de que la droga iba a ser trasvasada a una embarcación menor, muy próxima a las Islas Canarias, por lo que se preparó un dispositivo conjunto con el Servicio de Vigilancia Aduanera para la detención de los tripulantes y la incautación de la droga. Los integrantes de este equipo conjunto lograron identificar a la embarcación nodriza 'Sea Paradise' que se encontraba esperando al segundo buque para trasvasar la droga.
Hasta entonces se trataba de una de las operaciones habituales que hacen los agentes especializados en la lucha contra la droga. Sin embargo, solo unas horas antes del abordaje previsto los agentes tuvieron conocimiento de que uno de los tripulantes del remolcador, de origen serbio, había secuestrado al resto de la tripulación. Además, para lograr tomar el control de la embarcación, el secuestrador habría disparado a uno de los hombres y posteriormente arrojado su cuerpo al mar, de modo que la situación a bordo era de máxima tensión.
Rápidamente, se movilizaron los medios logísticos y humanos necesarios. Así, un equipo de pilotos especialistas de Vigilancia Aduanera transportó a bordo de su buque 'Cóndor' a una dotación del GEO para que se hiciese cargo de la situación, que a partir de ese momento tenía como prioridad la salvaguarda de la vida de los secuestrados. En menos de 12 horas, el equipo de intervención estaba en el punto del Atlántico en el que se encontraba la embarcación. En ese momento, los agentes asaltaron el 'Sea Paradise' y establecieron un contacto inicial con la tripulación, quienes ratificaron que se encontraban secuestrados por un hombre serbio, que estaba armado y que había disparado a uno de los tripulantes.
Negociación tensa
En alta mar, un equipo conjunto de especialistas de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera negoció durante varias horas con el secuestrador, hasta que finalmente lograron que abandonase el arma que portaba y se entregase a las autoridades. Así, lograron poner a salvo a la tripulación, que temía por su vida, incautar la sustancia estupefaciente y dirigirse al Puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Ya en tierra, los agentes registraron el barco y localizaron un habitáculo de muy difícil acceso donde se encontraron los 2.300 kilos de cocaína, divididos en fardos que estaban unidos a luces estroboscópicas y garrafas de agua, para que el estupefaciente pudiese flotar en el agua hasta que fuese recogida. En la operación fueron detenidos nueve individuos -el secuestrador serbio y los otros ocho miembros de la tripulación- y se intervinieron asimismo equipos electrónicos y satelitales que los narcos utilizaban en sus comunicaciones.
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