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Otegi tacha de «injerencia» el reconocimiento de Edmundo González y pide «sosiego» para Venezuela

El coordinador general de EH Bildu afirma que «añadir leña al fuego» es equivocado y pide presentar las actas electorales

Pradales plantea una «relación bilateral» del País Vasco con España similar al Concierto para la reforma del Estatuto

El coordinador general de EH BIldu, Arnaldo Otegi ep
Gerard Bono

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«En Venezuela lo que hace falta es sosiego y diálogo. No estamos de acuerdo con las injerencias. Hay que resolver los problemas allí». Este es el análisis que hace el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, de la petición al Gobierno que aprobó ayer el Congreso de los Diputados para que reconozca la victoria del opositor Edmundo González en las elecciones celebradas a finales de julio en Venezuela.

Una posición pues, similar a la del Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el que coincide en no ir más allá de exigir la presentación de las actas electorales al régimen de Nicolás Maduro. «Todo lo que sea añadir leña al fuego es un camino equivocado. Ya se ha intentado en otras ocasiones y ha fracasado», ha añadido Otegi, quien ha comparecido en la sede de Bildu en San Sebastián junto a la portavoz de EH Bai, Mathilde Hary, para hacer una valoración del inicio del curso político en el País Vasco.

La proposición no de ley presentada este miércoles por el PP exigía de forma simbólica el reconocimiento de González, quien se encuentra en España tras haber huido de Venezuela, como presidente electo. Salió adelante, con los votos a favor de Vox, PNV, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria, además de los populares. Una «foto» fija de la división que experimenta el Congreso que el líder de la izquierda aberzale ha comentado con sorna: «Fuerzas de reconocido prestigio a la hora de ser exquisitas con las condiciones democráticas».

La cuestión venezolana ha tenido repercusiones de relevancia también en el País Vasco, con las dos fuerzas nacionalistas —PNV y EH Bildu—acusándose mutuamente por sus formas de afrontar la crisis que experimenta el país suramericano. Fue el propio Andoni Ortuzar, presidente del órgano ejecutivo del PNV quien, en el primer mitin de campaña en Zarauz señaló a la formación de la izquierda independentista de utilizar una doble vara de medir, pues, según él, en política interna adoptan una imagen democrática, mientras en el exterior blanquean a dictadores como Maduro.

Otegi ha aprovechado entonces para atacar al líder peneuvista, que tachó de agresivo el comportamiento de Bildu y de hacer una política «chancletera» al presentar una batería de iniciativas en el Parlamento vasco. Movimiento que ha defendido Otegi como algo propio de un partido que se encuentra en la oposición en la Cámara regional.

«Derecho a decidir»

Más allá de éste choque, el coordinador general de la formación soberanista vasca, como viene haciendo en los últimos meses, ha sacado pecho de los buenos resultados que ha cosechado en los últimos ciclos electorales. Tanto municipales como autonómicos y generales. Una «responsabilidad» derivada del «apoyo popular creciente del »independentismo de izquierdas« que, según ha defendido, les obliga a avanzar en el camino de »nuevos estatus políticos«.

«A pesar de las divisiones administrativas impuestas a nuestra vieja nación, Euskal Herria somos una nación compuesta por siete territorios. Es conveniente empezar nuestros análisis políticos teniendo en cuenta esta realidad nacional. Sigue siendo una sola y única nación», ha insistido en varias ocasiones el coordinador general de Bildu, que ha pasado a comentar su gran caballo de batalla: la incorporación del «derecho a decidir» en el nuevo Estatuto para el País vasco que se ha abierto a negociar el PNV.

Previsiblemente, los peneuvistas abrirán una ronda de contactos entre el mes de septiembre y octubre para abordar la cuestión. Encuentros a los que ha confirmado que acudirá Bildu, que tiene en el derecho de autodeterminación su exigencia de máximos para la actualización del texto, pero que se niega a discutir el Partido Socialista de Euskadi (PSE), socio minoritario del Gobierno de coalición.

Relación bilateral con España

Por su parte, el lendakari, Imanol Pradales, quien está tratando de encabezar la iniciativa fijó ayer alguna de las líneas por las que quiere que transcurra la reforma. Esta es el «reconocimiento nacional» y el establecimiento de una relación bilateral con España, similar a la que existe entorno al Concierto económico que el País Vasco tiene reconocido constitucionalmente.

Petición que no ha pasado desapercibida para los partidos del espectro constitucionalista, pues este jueves mismo, el líder del PP vasco, Javier de Andrés, ha contestado a Pradales. «Yo no creo que quisiera que esto funcionara como el Concierto Económico, que se decide y se aprueba en el Congreso de los Diputados», ha afirmado durante una entrevista en Radio Euskadi.

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