Moncloa usará la presidencia de la UE para reconciliarse con Argelia
Albares prepara tres cumbres para el segundo semestre de 2023, una de ellas en Granada
![El bulevar cervantes, en Argel](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/11/argel-RuEuEsJb6anRHsupDScwZXK-1200x840@abc.jpg)
El Gobierno de Pedro Sánchez quiere aprovechar la presidencia de la UE en el segundo semestre del año que viene para intentar suavizar sus malas relaciones con Argelia con una cumbre entre los europeos y los países de la orilla sur del Mediterráneo. El ... ministro de Exteriores, José Manuel Albares, mencionó esta propuesta en el VII Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona y Sánchez ya ha hablado de ello con los dirigentes europeos que acudiern a la reunión de Alicante esta semana. La idea ha recibido ya el apoyo del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
La propuesta aún no tiene fecha pero se celebraría en Bruselas para eludir la delicada situación diplomática que se crearía si se pretende invitar a España al presidente argelino. Según fuentes europeas, en los seis meses de presidencia española se están preparando tres cumbres. Una con los países Iberoamericanos y del Caribe, que se celebra en Bruselas y que aunque es la ordinaria se suele hacer coincidir siempre que sea posible con la presidencia española. Una segunda es la de la recién creada Comunidad Política Europea, que agrupa a los países del este de Europa y de los Balcanes, muchos de los cuales aspiran a ser miembros de la UE y que se organiza dos veces al año. En el semestre de presidencia española se ha previsto que la reunión tenga lugar en Granada.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, reveló la semana pasada en Barcelona que el Gobierno aspiraba a organizar una reunión con los países de la orilla sur del Mediterráneo y fuentes del Consejo Europeo han confirmado que la propuesta ya se está intentando organizar aunque no se han cerrado los detalles porque ello implica la participación de muchos elementos. Al parecer, Pedro Sánchez va a intentar primero que en la reunión ordinaria del Consejo Europeo de diciembre que los otros presidentes de la UE apoyen esta idea a pesar de la vaguedad de sus intenciones. En todo caso, la propuesta es que la reunión tenga lugar no en España sino en Bruselas, pero todavía no se ha definido quienes serían los invitados. Albares llegó a mencionar la idea de una «mini-cumbre» en el sentido de limitar las invitaciones a los países del Magreb, a pesar de que no está claro, por ejemplo, que puedan asistir representantes de Libia. También está sobre la mesa una propuesta para incluir toda la orilla sur del Mediterráneo, incluyendo a Israel, lo que plantearía otro tipo de problemas.
Para España sería una ocasión de oro porque podría intentar suavizar las aristas de sus relaciones con Argelia, que ya ha dicho que no volverá a normalizar sus contactos con España hasta que no haya un cambio de Gobierno. Una reunión a través de la UE permitiría tal vez recuperar esa interlocución.
Fuentes diplomáticas españolas aseguran que aunque técnicamente habría tiempo para organizar una reunión de este tipo, no se han iniciado todavía preparativos o programas, porque lo que falta todavía es definir el ámbito y el objetivo de la reunión.
España quiere poner el tema euromediterráneo en el centro de la agenda de su presidencia de la UE, como ha sido tradición en todos los gobiernos, sin embargo esta es la primera vez que se ha producido un desequilibrio tan brusco con los dos principales actores de nuestro entorno, que son Argelia y Marruecos. Desde que Pedro Sánchez asumió de forma unilateral las posiciones de Marruecos sobre el Sahara Occidental, las relaciones de Argelia con España pasan por uno de los peores momentos de su historia.
Albares insiste en que «nuestra tarea común es establecer un gran espacio de estabilidad y prosperidad compartida» con los vecinos de la orilla sur, y para ello prevé que se renueve la cooperación española en la región mediterránea con una visión específica hacia los problemas de la juventud. A pesar de su escasa actividad, para Albares la Unión por el Mediterráneo sigue siendo «una herramienta insustituible» para las relaciones de los países ribereños.
Josep Borrell ya ha bendecido esta iniciativa teniendo en cuenta que hace «muchos años, demasiados» desde que se celebró una cumbre de estas características.
Para la UE, el asunto prioritario en esta reunión debería ser la cuestión migratoria, que es la principal fuente de preocupación en el área. Especialmente en las últimas semanas en las que la situación ha desembocado en una grave crisis diplomática entre Italia, que se ha negado a permitir el desembarco de un buque privado de una organización que se dedica al rescate de migrantes, el «Oceans Viking», y Francia, que ha tenido que hacerse cargo de los demandantes de asilo.
Seguramente el principal problema que puede presentar la organización de una cumbre de este tipo si se quiere hablar de control migratorio sería precisamente el hecho de que los gobiernos europeos han sido incapaces hasta ahora de ponerse de acuerdo entre ellos para gestionar el problema de la inmigración ilegal. Este año, solo a través de la ruta del Mediterráneo central han llegado unas 90.000 personas a la Unión, un aumento del 50 por ciento respecto al año pasado, y, que se sepa, al menos 1.300 han perecido ahogadas. Por la ruta del Mediterráneo Oriental que desemboca en los Balcanes las llegadas han aumentado un 170 por ciento y han causado un problema de saturación en Austria, que es un país sin mar. Los centros de acogida están a rebosar en Holanda o en Bélgica y ya se plantean diferentes problemas legales y políticos.
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