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Marlaska se lleva una sonora pitada en el concierto de la Patrona de la Guardia Civil en Mérida

El ministro de Interior acudió al Teatro Romano de la capital extremeña, donde parte del público le mostró su malestar

Las duras palabras de un policía al ministro Marlaska durante una entrega de premios: «¿Por qué no quieren acabar con el mal y sí destrozar al bien?»

Indignación en sindicatos y asociaciones profesionales de policías y guardias civiles, que estudian movilizaciones tras la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana

Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, junto a Mercedes González, directora general de la Guardia Civil ministerio del interior
David Sánchez de Castro

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Fernando Grande Marlaska acudió este sábado al Teatro Romano de Mérida, donde se celebró un concierto con motivo de la celebración de la Fiesta de la Patrona de la Guardia Civil. Fue la unidad de música del cuerpo la que interpretó la música, con el ministro de Interior y Mercedes González, directora general del cuerpo, entre otras autoridades.

Pero presentes también había numerosos ciudadanos anónimos que, de manera muy auditiva, le mostraron a Marlaska su descontento con su gestión. El responsable de Interior es uno de los miembros del Gobierno más señalados, tanto por las decisiones que está tomando en general como por las que están afectando a los propios miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No en vano, tiene un enfrentamiento prácticamente frontal con los principales sindicatos policiales por asuntos como la equiparación salarial, la falta de efectivos, las derivaciones de funciones a los diferentes cuerpos autonómicos (especialmente hacia País Vasco y Cataluña) o modificaciones legislativas como la que afecta a la Ley de Seguridad Ciudadana.

Para que quede claro el descontento que tienen con él, en concreto, los emeritenses, le despidieron del Teatro Romano con una pitada, abucheos y gritos de 'Fuera, fuera' que quedaron muy patentes en diferentes vídeos que compartieron políticos contrarios al PSOE, personas anónimas o el sindicato Jusapol entre otros.

Marlaska y sus acompañantes aguantaron el 'chaparrón' como buenamente pudieron y salieron sin mayores problemas del recinto, acompañados por los pertinentes escoltas.

Sin embargo, queda patente que, como le ocurre a otros miembros del Gobierno (empezando por el propio Pedro Sánchez), el que ostenta una de las carteras principales del Ejecutivo es uno de los focos de las iras de los ciudadanos que no comparten su manera de dirigir las políticas del país.

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