Marlaska se abona al escándalo
Durante su tiempo en el cargo ha enlazado sucesivas crisis de gravedad en las que ha sido cuestionada su gestión, pero que no han provocado su dimisión
Marlaska desmanteló el dispositivo que puso contra las cuerdas al narcotráfico en el Estrecho por su alto coste
Editorial | No es Marlaska, es el Gobierno
El Gobierno negó varias veces al Congreso que desmantelara el OCON
La muerte de dos guardias civiles, arrollados por una narcolancha mientras luchaban contra el tráfico ilegal de drogas en Barbate, es el último de los escándalos en la lista de Fernando Grande-Marlaska desde que cambió la toga de juez por la cartera del ... Ministerio del Interior. Una sucesión de crisis, en ocasiones superpuestas, que ha hecho elevar la voz a los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado —también a algunos de los socios de investidura del PSOE como Podemos—, para pedir su dimisión. Pero, como en anteriores ocasiones, esta vez tampoco parece que vaya a exigírsele por parte del Ejecutivo socialista.
Varapalo del Supremo
Cese del coronel de los Cobos
Una decisión «ilegal» que constituyó «desviación de poder». Esta fue la conclusión del Tribunal Supremo acerca del cese en 2020 del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, ordenado por Marlaska. Ahora reincorporado como jefe de la Comandancia de Madrid, Pérez de los Cobos fue apartado de su cargo por, según defendió entonces Interior, una pérdida de confianza al no informar éste al Gobierno de las actuaciones del Instituto Armado.
El contexto: en plena expansión de los contagios por coronavirus, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, permitió la celebración de la manifestación por el Día de la Mujer, algo por lo que fue investigado por un presunto delito de prevaricación en un juzgado de la capital y en cuyas pesquisas la Guardia Civil presentó informes sobre el conocimiento que en la Delegación del Gobierno había de las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación del virus, entre las que estaba el distanciamiento social. En mayo de ese año, durante esta investigación, trascendió la destitución del coronel, declarada ilegal hace un año por el Alto Tribunal y obligando a su restitución. Las asociaciones de agentes pidieron sin éxito la destitución del ministro.
Devolución ilegal de menores
Sin autocrítica
No ha sido el único revés de este órgano judicial a la gestión de Marlaska. El pasado mes de enero el Supremo también declaró ilegal la devolución de menores marroquíes desde Ceuta a Marruecos tras el salto a la valla que se produjo en el verano de 2021 y en el que alrededor de 12.000 personas entraron de forma ilegal en territorio español . Pero, en esta ocasión, la «absoluta inobservancia» de la ley de extranjería y la vulneración de los derechos a la integridad física y moral de los menores en el proceso de devolución no es que no supusiera la destitución del ministro, es que ni siquiera provocó un atisbo de autocrítica por parte de Interior. De hecho, el propio Marlaska enmendó la sentencia del Supremo al afirmar que la actuación de las autoridades se ajustó al ordenamiento jurídico.
Reprobado por el Congreso
La tragedia de Melilla
No sólo órganos judiciales han puesto en duda la gestión del ministro del Interior. En febrero del año pasado, el Congreso reprobó la gestión de Marlaska a cuenta de la tragedia en la valla de Melilla, donde en junio de 2022 murieron al menos 23 personas —más de 70 según las ONG— y decenas resultaron heridas tras un nuevo salto masivo. Entonces, el voto a favor de ERC y las abstenciones de Bildu y el PNV, socios del Gobierno, permitían este reproche parlamentario impulsado por el PP.
'Annus horribilis' y Barajas
Crisis migratoria
Como demuestra lo anterior, los problemas migratorios han estado recurrentemente sobre la mesa del ministro. Marlaska se escudaba en la tendencia a la baja en el número de entradas irregulares. Hasta el año pasado, cuando España registró sus peores datos desde 2018 —64.298 personas, un 82 por ciento más que en 2022— y la segunda peor cifra de su historia. Además, a comienzos de este año, la crisis en el aeropuerto de Barajas se recrudeció, con cientos de inmigrantes viviendo en las salas de asilo y con una falta de seguridad e insalubridad para los agentes que ha llevado al ministerio de Trabajo a realizar una inspección en la zona. El informe todavía no ha trascendido.
Concesiones a Bildu
A favor de los socios
Por otra parte, la gestión de este ministerio ha estado marcada por la dependencia de los sucesivos Gobiernos de Pedro Sánchez del independentismo vasco y catalán. A esto responden cuestiones como el acercamiento progresivo de los presos etarras al País Vasco, la laxitud con los homenajes a estos cuando salen de prisión o la incorporación de Bildu o ERC a la Comisión de Secretos Oficiales de un Estado que quieren destruir.
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