María San Gil y Rosa Díez atacan a Pedro Sánchez por entregar a Bildu la seguridad ciudadana
Coinciden en un foro sobre la verdad y critican que la mentira se haya normalizado en política
El Gobierno cede ante Bildu y levanta sus líneas rojas en la reforma de la 'ley mordaza'

El salón de actos de la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, se ha convertido este viernes en un búnker de militancia antisanchista. Dos expolíticas como María San Gil, antigua diputada del Parlamento vasco, y Rosa Díez, fundadora de la extinta UPyD, han coincidido en ... una de las mesas redondas de las jornadas Verdades que cuentan, organizadas por la fundación NEOS, y han cargado con dureza contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su última cesión al nacionalismo: acceder a las exigencias de Bildu para pactar la reforma de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida por sus detractores como 'ley mordaza'.
La mesa, llamada La difícil relación entre la verdad y el discurso político, la ha moderado la secretaria académica de CEU-CEFAS (Centro de Estudios, Formación y Análisis Social), Paloma Corbí, y ha participado también en ella Miguel Henrique Otero, presidente editor en el exilio del diario venezolano 'El Nacional'. Las jornadas, que han comenzado este viernes y seguirán este sábado, pretenden una reflexión profunda sobre la relevancia de la verdad en la sociedad y este debate, el más político, no ha sido una excepción.
Gudrun Kugler, diputada en el Parlamento de Austria, reflexionaba justo antes que ellas, en un salón de actos lleno, sobre la importancia de decir la verdad y defenderla en política, en un tiempo en el que proliferan los bulos y las noticias falsas. Su perfecto inglés, académico y con la posibilidad de escucharse con traducción simultánea, ha dejado paso después al plato principal de este viernes, más si cabe por la rabiosa actualidad. Como si se hubiesen organizado las jornadas 'ad hoc', el destino ha querido que se celebren justo el día después del acuerdo entre el Gobierno y Bildu.
La primera intervención de Díez, que fue diputada socialista, después de UPyD y ahora forma parte de la asociación Basta Ya!, se ha deslizado por un terreno filosófico, al afirmar que el principio de la corrupción en política es la mentira, pero rápidamente ha sido despejado por San Gil, entre risas y aplausos del público. «Ayer la directora del diario 'Egin' —en alusión a la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua— ha pactado con el PSOE la ley de seguridad ciudadana». En este foro, cabe mencionar, estaba bien presente que Sánchez prometió en su momento, en varias ocasiones, que nunca iba a negociar con los aberzales, que ahora son un socio más de su Ejecutivo.
«El problema no es Mertxe Aizpurua. El problema es el que pacta con Mertxe Aizpurua. ¡Pues ese señor tuvo en las últimas elecciones ocho millones de votos! Nadie se parece más a un político que aquel que lo vota», ha denunciado después Díez, quien no ha dudado en dirigir epítetos al presidente del Gobierno como «psicópata» y «sinvergüenza». Ambas, también Otero, han criticado la comodidad de Sánchez con sus famosos 'cambios de opinión', «mentiras», pero han llamado a reflexionar sobre los motivos por los que no parecen tener un coste político para él. «¿Por qué miente Sánchez? Porque le es rentable», ha dicho Díez.
El 'origen del mal'
Tanto ella como San Gil han coincidido en señalar al expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero como el origen de todos los males. «'Sectarizó' a las bases del PSOE —ha incidido Díez— hasta el punto de que odian más a la derecha que a ETA». Ninguna de las dos, a preguntas de una joven del público, ha sabido identificar un liderazgo que ejerza una alternativa a Sánchez, pero San Gil ha apostado por la reagrupación de la derecha y ha lanzado un mensaje a los líderes de PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal: «No podemos estar con dos partidos que están más a darse pellizcos de monja que a la verdadera alternativa».
Otero, menos centrado en la perspectiva nacional y más en la situación de Venezuela, ha lanzado una reflexión después del exilio en España del opositor venezolano Edmundo González, vencedor de las elecciones presidenciales según las actas contrastadas por el prestigioso Centro Carter. «Los venezolanos hicimos una demostración de salida pacífica, electoral y democrática impresionante. Se hizo una campaña electoral con el candidato que permitió el régimen. El régimen tuvo que inventarse un resultado e hizo que Maduro, casi en un golpe de Estado, se autoproclamara presidente (...). ¿Cuál es la salida ya?». Allí, en su país, las mentiras empezaron, según ha dicho, con Hugo Chávez, cuya Constitución era «liberal», pero se garantizó interpretaciones en su favor con el control del Tribunal Constitucional.
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