Acotaciones de un oyente
Maniobras orquestales en la oscuridad
A los socios de Sánchez les interesa mantener un Gobierno débil pero vivo; en coma, pero con pulso; con traqueotomía, pero con el testamento y la pluma en la mesilla
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Feijóo lanza un aviso a Junts tras el órdago de Puigdemont: «Sánchez les seguirá engañando»
Esquerra calladitos. Podemos desaparecidos. Bildu preguntando por los astilleros de Zumaya y el PNV interesándose por los permisos de paternidad, que debe andar ya al caer la cuota del Txoko y hay que ver con quiénes contamos. Los socios de Sánchez viven en una realidad ... paralela en la que no hay fiscales generales imputados ni un Gobierno ahogado por las acusaciones de corrupción. Así que se mueven en el silencio y en la oscuridad como colaboracionistas de Vichy, pero en plan cutre. A todos les interesa mantener un Gobierno débil pero vivo; en coma, pero con pulso; con traqueotomía, pero con el testamento y la pluma en la mesilla, por si todavía les diera tiempo a sacarle algo más al viejo. Por todo lo anterior su participación en las sesiones de control es anecdótica. Y la verdad es que de la extrema izquierda tampoco se puede esperar más que eso: ni son demócratas, ni creen en la Constitución, ni creen en España. Las instituciones les interesan para okuparlas o para destruirlas. Es lo que hay. Pero el PNV tardará años en explicar qué está haciendo con sus manitas de 'harrijasotzaile', que ya no soportan piedras sino gobiernos mediocres y desprestigiados. A ellos, tan europeos, ya solo les falta el bronceado tercermundista; a ellos, tan poco latinos, solo les falta el bigotito centroamericano y ponerse a cantar una cumbia (la cumbia del pesebre o así) y amenizar los intermedios de los congresos federales de sus amos, antes simples 'maketos' de servicio.
Pero Junts está en otro sitio. Sus maniobras en la oscuridad no incluyen silencio, sino una filarmónica. De ahí las maniobras orquestales en la oscuridad, que el día anterior adoptaron la forma de un corifeo pidiendo una moción de confianza y luego la de un dúo junto al PP intentando colar una enmienda en la fiscalidad de la producción eléctrica y que, como saben, terminó con otro pucherazo del PSOE que la opinión pública ha asumido con la naturalidad con la que estas cosas se asumen en Palermo. Pero en la sesión de control llegó el 'ritornello' de la señora Nogueras (señora Noguera para Sánchez, que no es que no le haga caso, sino que directamente no se sabe ni su apellido). Sánchez le ofreció la mano pero ella pareció tener más interés en su trasero —«mueva el culo», le dijo— para exigir que antes de pactar los nuevos presupuestos se cumpla todo lo pactado en los anteriores: competencias, amnistía, oficialidad de catalán en las instituciones europeas, Policía catalana, ley multirreincidencia —competencias de inmigración—, asuntos de lengua, etcétera. Es un lugar común asegurar que Junts nunca participará de una moción de censura contra Sánchez, pero Rufián no se cansa de advertir que es solo cuestión de tiempo que suceda. Y creo que puede tener razón. Y no descarten que Feijóo, lanzando guiños a Puigdemont en público, pueda aceptar llegar a la presidencia aupado por Vox y Junts, lo que significaría, sin duda, otros 25 años de paz sanchista.
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Por lo demás, el PP y Vox, casi sin excepción, orientaron sus preguntas para recordar la corrupción que ahoga al PSOE y al Gobierno mientras que los ministros respondían con el argumento del éxito macroeconómico y lo adornaban con alusiones a la corrupción de la derecha. Todos, unos y otros, con esa vulgaridad tan del gusto del vulgo con la excepción de Aagensen, que tiene educación, clase y capacidad técnica para exportar y a la que dan ganas de recoger en una manta muy suave y llevarla a un lugar tranquilo y seco, lejos de la humedad mohosa y gris en la que se sienta cada martes.
Montero se refirió a la patochada de Mayor Oreja en el Senado, por supuesto. Les recuerdo que Jaime Mayor había defendido el creacionismo en contra de la opinión de Darwin y de los cuatro últimos Papas. O sea que ni ciencia ni fe. En lugar de desmarcarse con el silencio al que parece obligar el sentido común, la diputada popular Patricia Rodríguez intentó justificarlo recordando que el PSOE votó a favor de dicho 'cónclave'. Y que no se les ocurra a los del PSOE una moción que saque a la palestra terraplanistas, antivacunas o gente que cree que Elvis sigue vivo, que lo mismo salen unos cuantos. Y bien, si ustedes quieren saber por qué Sánchez se siente invencible a pesar de todo, quizá puedan empezar por ahí.
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