Óscar López confía en «ganar al mal», a Ayuso y a «la fachosfera» porque «todo Madrid sabe la verdad»
El precandidato a suceder a Lobato dice conocer «el truco de la derecha» para ganar en Madrid hace 25 años: «Sembrar la desafección entre la mayoría social»
El PP asegura que la candidatura de Óscar López para liderar el PSOE de Madrid es una «buena noticia» para Ayuso
Lobato, sonriente y «con ganas» en el primer pleno en la Asamblea tras su dimisión
![El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, interviene durante la presentación de su candidatura](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/05/1489574627-RWZYaj1WOzgk5gaKnZqa2aI-1200x840@diario_abc.jpg)
Dice Óscar López, precandidato del PSOE a sustituir a Juan Lobato al frente de la secretaría general del PSOE madrileño, que lleva toda su vida «trabajando para que haya un cambio en Madrid». Coinciden las fechas, puesto que el político, que dice haber participado ... en «todas las campañas electorales de Madrid», ha sido testigo de cómo su partido no lograba ganarle al PP en más de 30 años. Ahora, ha venido para «ganar al mal», es decir, a Isabel Díaz Ayuso y también a «la fachosfera».
Le preocupa especialmente el mensaje que dice haber recibido de forma recurrente desde que se supo que se iba a presentar para liderar el PSOE madrileño: «Me decían 'ten cuidado', y esa es la política que hay que desterrar en Madrid». Por eso, se presenta «con muchas ganas» y con «un proyecto valiente y fuerte «para ganar las elecciones «el tercer domingo de mayo de 2027». Un PSOE que llega «con ganas y con prisa», dijo, y a fe que era así: comenzó el acto diez minutos antes de la hora, sorprendiendo a muchos informadores. Presentarse -su nombre sonaba en las quinielas de sustitutos de Lobato desde que Ferraz comenzó a moverle la silla al hasta hace una semana secretario general- ha sido una decisión «estrictamente personal» que comunicó al presidente Sánchez, quien lo acogió con respeto porque «sabe que en este partido deciden los militantes».
Eso si, hasta entonces primero tiene que ser nombrado secretario general de su partido en Madrid, un proceso que empieza ahora y del que aún no se sabe muy bien las fechas: «No conozco muy bien el calendario, pero creo que el PSOE de Madrid celebrará un congreso en febrero, si no me equivoco. Y entonces será el momento de hablar de equipos».
Óscar López ha presumido de madrileñismo: «Soy militante desde hace 28 años, entré en la agrupación de Canillejas al día siguiente de que Felipe González perdiera las elecciones generales». Y ha querido romper una lanza por su partido: «Tuvo el gobierno de Madrid en 2003 y todos recordamos lo que pasó -en referencia velada al 'tamayazo'-; en 2015 tuvo el gobierno de Madrid y todos sabemos lo que pasó» -el resultado electoral fue de 48 diputados para el PP y 37 para el PSOE-, y «en 2019, con Gabilondo -que repetía como candidato-, «Díaz Ayuso llegó al gobierno gracias a Ciudadanos con el peor resultado del PP en Madrid».
Sobre cómo piensa ganar a Ayuso, que ha evolucionado desde su escaso resultado de 2019 a las mayorías absolutas de 2021 y 2023, López confía en su experiencia, porque «he trabajado con los mejores, con Zapatero, con Rubalcaba, con Pedro Sánchez, y he aprendido mucho estos años».
Además, asegura, «sé cuál es el truco de la derecha, ha sido sembrar la desafección en la mayoría social que no comparte la privatización de la educación y la sanidad, hacer que cientos de miles de madrileños que viven entre la M-30 y la M-40 no vayan a votar». A ellos piensa devolverles la ilusión el socialista, que se quiere apoyar «en todos, en la militancia, en los autónomos, en las pymes, en los trabajadores que no tragan, en los alcaldes»… Pero sobre todo contará con «los militantes socialistas, porque en este partido deciden sus militantes, esta es su fortaleza y su autonomía». No obstante, dijo no saber nada del ex alcalde del Boalo, que acaba de renunciar a la militancia por discrepancias con Ferraz, a quien acusa de «imponer cuotas de poder y restringir las reuniones de militancia. «Lo desconozco; este partido, si algo es, es democrático», terció López.
La meta del precandidato a secretario general socialista en Madrid, que piensa compaginar este cargo con el de ministro -«tanto tiempo como Ayuso sea presidenta de la Comunidad y del PP»-, es «que no tengamos un 85 por ciento de participación en el barrio de Salamanca y un 45 en Vallecas», como ha ocurrido en campañas electorales anteriores, esas en las que él participó. Algo que va a combatir con «movilizacion», y que cree que ha ocurrido «a costa de la fachosfera, que consigue que no se movilice» esa mayoría social.
No le preocupan sus discretos resultados electorales de 2011 en Castilla y León: «Obtuve un 30 por ciento de apoyos, ocho puntos más que Díaz Ayuso cuando se presentó por primera vez en Madrid».
Sobre su compañera Pilar Sánchez Acera, involucrada en el asunto de los whatsapps que le han costado el cargo a Juan Lobato y ahora se investigan por la Justicia, López indica que «siempre defenderé a compañeros valientes, honestos y leales». Tampoco siente preocupación, dijo, por el posible alcance de otras investigaciones en marcha relacionadas con su partido o el entorno del Gobierno central.
Apela a su experiencia en política y recuerda que conoce bien este Madrid que se ha convertido desde hace décadas en feudo popular, «un PP que era capaz de espiarse a sí mismo», recordó. Porque «tenemos memoria, y contra todo esto me rebelo». Y volvió a la carga contra «el novio, el padre y el hermano» de Díaz Ayuso, y contra ese modelo del PP que se mantiene en los gobiernos madrileños hace 30 años, y que han convertido a su juicio a la Comunidad en «el epicentro de la corrupción»: «El primer problema de Madrid es la vivienda, y ella (por la presidenta) vive en un ático de un millón de euros del que no puede ni podrá explicar nunca».
Cargó también contra el jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, porque «él filtra y acaban respondiendo los demás; así funcionan». También criticó que «amenazan a periodistas mientras financian a la fachosfera con el dinero de todos los madrileños». Por eso, le parece que su intento de ganar Madrid para el PSOE es «una misión de servicio público».
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