Hallan el cadáver de María Trinidad, la mujer de 83 años que desapareció con su coche al regresar a casa

La búsqueda contra el reloj de María Trinidad López-Almansa, la mujer de 83 años que el martes de la semana pasada desapareció con su coche de regreso a casa, en la localidad de Valdetorres del Jarama, ha terminado esta tarde de la peor manera posible: su cadáver ha sido encontrado en Talamanca, según ha confirmado a ABC su sobrina Mar Sánchez. La Guardia Civil, Protección Civil, policías locales de las localidades de la zona, vecinos y familiares la buscaban después de que su rastro se borrase a bordo de un Dacia Sandero, gris claro metalizado. Desde el Instituto Armado han señalado que el cuerpo ha sido hallado «cerca del río», fuera del coche, aunque no muy lejos.

La octogenaria salió de su vivienda dirección al municipio contiguo de Fuente el Saz, donde tenía cita en un centro de belleza para someterse a una limpieza facial. Pese a que ella no solía conducir –y si lo hacía siempre iba acompañada de su marido–, el hecho de que el local estuviera muy cerca le impulsó a coger el vehículo sola. Ya en el establecimiento, la mujer se realizó el tratamiento y se marchó en aparente normalidad. A las 19.20 horas, las cámaras de tráfico la grabaron en la carretera que une este municipio con el suyo.

Al llegar a su vivienda, la anciana pasó de largo y alcanzó la rotonda de Fuente del Saz. «Estuvo buscando su casa, yendo y viniendo, porque debió desorientarse», relataba a este periódico el sábado su sobrina, consciente, además, de la mala climatología de aquel día. «A esa hora ya era de noche, llovía...», añadía, sin saber si su tía se detuvo o qué pudo pasar para que tardase cerca de dos horas en llegar a Torrelaguna, donde otra cámara captó su turismo por última vez.

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En un primer momento, la Guardia Civil comprobó que no hubo accidentes en esa franja de tiempo y espacio (al menos registrados) y que ninguna persona de sus características estaba ingresada en los hospitales más cercanos. Con el objetivo de estrechar el perímetro en el que buscar, los agentes cotejaron las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT), sin encontrar en ninguna de ellas el paso del vehículo. Al mismo tiempo, se llevaron a cabo varias batidas, reforzadas con el uso de drones y un helicóptero para tratar de dar con su paradero también desde el aire.

María Trinidad cogió el coche con el depósito casi lleno, por lo que se descartó de inmediato que hiciera parada en alguna gasolinera. El domingo anterior a la desaparición fue la última vez que su sobrina habló con ella, sin advertir nada extraño. «Mi opinión es que ella se asustó de tal manera que la mente le hizo un 'click'», consideraba, después de desplazarse desde Valencia, donde reside, a la región madrileña.