Estrellas de Buena Vista y Más: «España es responsable de la música cubana»
The Music Station recibe este martes a nueve miembros originales de Buena Vista Social Club dirigidos por Pancho Amat
Buena Vista Social Club, el adiós de los rumberos de ayer

Estrellas de Buena Vista
Ya van quedando pocos supervivientes de aquel fogonazo caribeño que conquistó al mundo llamado Buena Vista Social Club, y algunos están mayores para los viajes de las giras, pero nueve de ellos siguen en plena forma y permanecen al pie del cañón con Estrellas ... de Buena Vista y Más, una orquesta dirigida por Pancho Amat y completada con la voz de Kiko Ruiz y Rosalía Gómez, la trompeta de Alain Pérez, el piano de Alejandro Falcón, el timbal de Jean Roberto San Cristóbal y el bongó de Rosenio Perdomo.
«El Buena Vista no ha muerto, en todo caso no están con nosotros muchos de los que fueron sus principales exponentes, pero el tronco y las ramas que le dieron vida al proyecto, llámese en este caso las esencias de la cultura cubana, siguen ahí florecidas por nuevas generaciones que continúan la huella de los que le antecedieron, así com éstos a su vez siguieron el legado de sus abuelos», dice Amat, que este martes sacudirá The Music Station (20h, entradas desde 55 euros) junto a sus compañeros, en un concierto que llevará la música cubana a nuevas alturas, fusionando ritmos tradicionales con influencias contemporánea.
España es fan número uno de Buena Vista Social Club.
¡Hombre! Ustedes tienen esa tradición, vieja y bonita tradición, de amar y respetar la música cubana. Los años que trabajé con Santiago Auserón en España, recuerdo que en los programas musicales de televisión equiparaban a Antonio Machín con Lola Flores o Paco de Lucía. Sienten la música cubana como algo suyo, y en buena medida España es responsable de la música que hacemos, porque nos dieron el idioma, y porque nuestro canto popular, la décima o espinela, vino de España.
¿Cómo nace la idea para formar esta nueva orquesta?
Fue idea de Javier Marichal, un promotor canario, que me ofreció dar conciertos interpretando este repertorio. Entonces yo le propuse hacerlo con Javier Colina, con quien llevo años colaborando, más varios músicos de la formación original y otros nuevos, y empezamos en 2023. Creo que había mucha gente deseando seguir escuchando la esencia de Buena Vista Social Club en vivo.
Esto incluso podría ser una especie de orquesta-escuela, para seguir manteniendo viva esa llama con nuevas generaciones de músicos, ¿no?
Fíjate lo que es la vida. El disco de Buena Vista se grabó casi por casualidad, porque Ry Cooder vino a Cuba para grabar con unos músicos malienses, pero no llegaron a tiempo y entonces surgió la oportunidad de hacerlo con músicos cubanos. Yo no participé porque estaba en España trabajando con Auserón, pero voy a formar parte de la historia del grupo décadas después. Estoy seguro de que muchos otros músicos podrán hacerlo en el futuro.
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Cuando Buena Vista arrasó en todo el mundo en los noventa, ¿le sorprendió? ¿O quizá estaba convencido de que en cuanto se le brindase una oportunidad de internacionalización a la música cubana, se produciría un fenómeno semejante?
¿Que si me sorprendió? Te digo la verdad: sí y no. Proyectos como ese se hacían en todos los festivales cubanos, se grababan, salían en televisión... Pero no trascendían el ámbito nacional. No teníamos tentáculos para poder difundir, y parecía que a nadie le importaba. Pero en cuanto salió al exterior, se demostró que en la memoria de la gente seguía estando presente la música cubana de hacía cuarenta o cincuenta años, que dejaron de oír cuando la isla quedó bloqueada. Lo de Buena Vista pareció una especie de encantamiento, un truco de magia que se hizo tocando a los europeos y norteamericanos con una varita. Pero no fue así: había un amor por la música cubana que permanecía desde antes de la revolución. En Europa y Estados Unidos había una apetencia dormida por escuchar una música cubana de la que había estado separado mucho tiempo.