Detenido por receptar más de 120 móviles y engañar a sus víctimas para conseguir sus contraseñas
El delincuente enviaba enlaces a la víctima fingiendo tratarse de una prestigiosa marca de telefonía donde tenían que introducir sus claves
La figura del receptador es una de las más desconocidas pero resulta ser una pieza clave en los grandes robos, que suelen ser a la carta y tener a estos delincuentes como principales sujetos de estos 'encargos'. La Policía Nacional ha detenido a uno de ellos, especializado en teléfonos móviles de última generación.
La operación Bus ha revelado que el encartado contactaba con las víctimas de las sustracciones, simulando haber encontrado su terminal para obtener las claves de acceso. Así, conseguía desbloquearlos y ponerlos en circulación en el mercado negro.
Los agentes calculan que el valor del centenar de móviles recuperados asciende a más de 150.000 euros. En el registro llevado a cabo en su domicilio del distrito de Latina se encontraron diversas cajas de cartón forradas de papel de aluminio con numerosos terminales, que actuarían como inhibidor del GPS para evitar su posicionamiento.
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La Policía Nacional había recibido en el último año multitud de denuncias por toda la región similares: días después de robarles sus teléfonos, las víctimas recibían mensajes para intentar obtener las claves.
Perfiles falsos
Para ello, el presunto autor se había creado diversas cuentas con identidades usurpadas previamente, utilizando imágenes de otras personas para evitar su identificación. En ocasiones, por ejemplo, empleaba imágenes de perfil de una madre y su hija juntas, dando mayor credibilidad a las víctimas.
La app SOS la usaba en su versión web, lo que dificulta la identificación del emisor: «He encontrado tu móvil, pero necesito que me pases el código para asegurarme de que realmente eres el dueño», venía a decirles el delincuente.
Incluso llegó a mandar fotografías de la tienda de telefonía donde supuestamente entregaría el terminal, algo que nunca hacía.
De forma paralela enviaba enlaces a la víctima fingiendo tratarse de una prestigiosa marca de telefonía donde tenían que introducir sus claves, logrando de este modo acceder a la información contenida en los teléfonos.
Destino: Marruecos
Finalmente, los investigadores lograron su identificación. En su casa intervinieron 120 móviles, 10 tabletas y 7 ordenadores portátiles, además de tres patinetes eléctricos, la mayoría procedentes de hurtos y robos en la calle y en metro.
Se averiguó que el destino final de la mayoría de los terminales era Marruecos. El encartado está acusado de 150 delitos contra el patrimonio, 40 de descubrimiento y revelación de secretos, usurpación del estado civil y falsedad documental.
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