Ayuso rechaza reunirse con Sánchez este viernes por el pacto fiscal con Cataluña y las graves acusaciones contra ella y su pareja

Según se ha sabido ahora, el Gabinete del presidente del Gobierno se puso en contacto con el Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes 18 de octubre, convocándole a una visita a La Moncloa el próximo viernes 25 de octubre. Pero esta misma mañana, «se ha comunicado que la presidenta declina esta visita por distintos motivos».

Por un lado, indican que ese encuentro se iba a celebrar «en el marco de una ronda de reuniones posteriores a la negociación de la ruptura de la Hacienda común de todos los españoles con los socios independentistas del Gobierno». Consideran en Sol que ese pacto «va a ser letal para el Estado de Derecho, la unidad de España y la solidaridad entre regiones».

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Por estos motivos, «no puede darse por válida esta decisión a hechos consumados que nunca se ha consultado ni con los presidentes autonómicos ni con el pueblo español en programa electoral alguno. No se puede normalizar lo que no lo es».

Recuerdan además que «desde las pasadas Elecciones Generales se están tomando una serie de decisiones destructivas cuyos efectos negativos tardarán mucho en revertirse», advierten.

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Desde Moncloa, han respondido ya al plantón de Ayuso, señalando en primer lugar que la reunión con ella se iba a producir el próximo viernes dentro de la ronda de encuentros bilaterales con presidentes que se habían venido manteniendo, y con la fecha elegida en función del «orden protocolario» que le correspondía. Criticaban que se haya rechazado mantener el encuentro en cualquier otra fecha, y ponen el énfasis en que «es la primera y única autoridad autonómica que rechaza participar en una ronda que se está produciendo con normalidad institucional».

El Gobierno central defiende el «normal funcionamiento de las instituciones» y la necesaria colaboración entre administraciones «por encima de las diferencias políticas». Creen que reunirse a «dialogar y dirimir diferencias de manera respetuosa» es algo básico en democracia, y «no participar es una irresponsabilidad y una dejación de funciones». E insisten en que «los madrileños merecen que sus necesidades sean escuchadas».

Pero la presidenta se muestra dolida porque «menos de 24 horas antes de la convocatoria de La Moncloa, el presidente del Gobierno difamó» a Díaz Ayuso durante su viaje oficial a Bruselas, «con unas gravísimas acusaciones que iban en la misma línea que su intervención, el día anterior, en el Congreso de los Diputados».

Se refieren con ello a la acusación de Sánchez de que Ayuso era corrupta, y su insinuación de que podría haberse beneficiado supuestamente de las actividades irregulares de su pareja sentimental.

No sólo vertió estas acusaciones en público el presidente, sino que según el comunicado de Díaz Ayuso, «los ministros han recibido la orden de repetirlas durante las últimas horas, en una campaña inaceptable e impropia de un Gobierno contra una administración inferior».

Es por ello que la jefa del Ejecutivo madrileño «ha decidido no cancelar su agenda este viernes, y continuar con el evento que desde hace semanas tenía convocado en Porriño, Galicia». La de Ayuso era de las últimas entrevistas que le quedaban pendientes al presidente del Gobierno, que lleva semanas realizando encuentros con los presidentes autonómicos de distintas regiones y signos políticos.

Pero los argumentos de Díaz Ayuso no convencen en La Moncloa, donde rechazan la referencia a las diferencias sobre el modelo de financiación alegando que «no es de recibo usar discrepancias en ese ámbito para violentar la normalidad institucional» de estos encuentros.

En cuanto a las acusaciones de corrupción que ha vertido el presidente y sus ministros contra Díaz Ayuso, lo consideran en Moncloa una «excusa» para no acudir: «El presidente del Gobierno no ha difamado a nadie, sólo ha recordado los delitos fiscales cometidos por su pareja, delitos que esa misma persona ha confesado». Creen que negándose a hablar con Pedro Sánchez, lo que hace la presidenta Díaz Ayuso es «dañar a los ciudadanos madrileños, cuyos problemas y preocupaciones pasan a un segundo plano».