COLONOS
Lara Sánchez: «La magia de Madrid es cómo se combinan lo canalla y lo culto»
Lara Sánchez, fundadora y directora de la Asociación Soy de la Cuesta (de Moyano), sevillana de nacimiento, lleva un ritmo endiablado en uno de los rincones más tranquilos de Madrid
Lara Sánchez , fundadora y directora de la Asociación Soy de la Cuesta (de Moyano), lleva un ritmo endiablado en uno de los rincones, la propia Cuesta, más tranquilos de Madrid. Sevillana por circunstancias de los amores paternos, desde pequeña se recuerda al lado ... del mítico librero, Pepe Berchi, su abuelo, enredando entre volúmenes descatalogados de Salgari o Campoamor. La librería de viejo fue la tertulia improvisada por la que vio a Berchi, sabio, dialogar con Umbral y la intelectualidad de la época. Tiene claro que su Madrid empieza en Moyano, pero se expande entre la tasca ochentera y Velázquez. En esas dualidades vive una mujer que se desvive (sic) por hacer de Madrid Capital Mundial de la Literatura. O al menos intentarlo. En realidad, todo empezó cuando a su vuelta de Alemania, en la herencia familiar, encuentra un tesoro: la correspondencia inédita entre Ortega y Gasset y Ramiro de Maeztu. En una de esas cartas, Lara Sánchez parece haber encontrado su frontispicio: «Hay que hacer Cultura». Y a ello se dedica con los recursos que puede y mezclando el sabor añejo del libro antiguo con las Redes Sociales. Todo escritor que se precie pasa por 'su' Cuesta entre cuentacuentos, cronistas serios del presente y vascos con boina (Aramburu) que sueñan con vencejos.
Su Madrid, aparte de la Cuesta de Moyano
Para mí Madrid, que parte de mi vida la he pasado en sitios nublados como Berlín, es un paseo por el centro de la ciudad. Y el Prado, y el Barrio de las Letras, y llegar a Sol bajo el cielo azul velazqueño. Y siempre acompañado de los boquerones en vinagre o una caña o similar.
¿Cómo fue su historia con Madrid?
Nací en Sevilla, aunque mi madre y mi abuelo eran madrileños. Mi abuelo era librero, Pepe Berchi, pero mi abuela era de Huelva, de Almonte, El Rocío, y mi abuela vino a servir a Madrid cuando era adolescente, en los años 50. En una verbena conoció a mi abuelo, el librero, y ahí surgió el amor. Mi madre, su hija, nació en Madrid pero siempre iban de veraneo a Matalascañas, en Huelva. Y Sevilla está a 50 minutos. Allí mi madre se enamoró de mi padre y se mudó a Sevilla. Nací en Sevilla, luego nos volvimos a Madrid, mi madre y yo, cuando ella se separó de mi padre. Con cuatro años yo ya estaba en Madrid.
¿Cuándo ocurrió aquello?
Me instalé definitivamente en Madrid en 1979.
¿Y cuál es su primer recuerdo?
Cuando jugaba a la goma en la cuesta de Moyano. Me acuerdo de atar la goma al tablero que ponía mi abuelo en su puesto de librero. También recuerdo cuando los sábados iban los académicos o los escritores a la cuesta Moyano y hablaban con mi abuelo o le pedían ediciones raras. Se formaba una tertulia fantástica. Pasaba las tardes en la caseta de mi abuelo y yo escuchaba. Los intelectuales hablaban y algo se me quedaba.
¿Madrid es capital mundial de la literatura?
Estamos preparando el 'Bloomsday', la celebración del 'Ulises' de James Joyce, estamos intentando tener el apoyo de la embajada de Irlanda para hacerlo el 16 de julio. Es una obra maestra de la literatura y es un día fantástico en Dublín. Queremos hacer lo mismo aquí para hermanar este eje de las letras y relacionarlo con esa ciudad patrimonial que es la capital de Irlanda. A ver si nos sale. Aquí han venido a triunfar todos los escritores. Antes lo fue Barcelona pero ahora es Madrid. Y yo trabajo para que sea esa capital literaria que mencionas.
¿Qué hay que hacer para que dure o se mantenga aquí un proyecto de esta envergadura?
Hacer cosas como las que hago yo. Son un sacrificio personal. Hay que amar los libros y la literatura para hacer proyectos que transmitan esa pasión. Yo he tenido el privilegio de vivir desde pequeñita lo que es el amor por los libros. Hay que fomentar, además de la industria del libro, cualquier iniciativa por las letras. En este sentido, debo decir que el apoyo que nos brinda el Ayuntamiento de Madrid es fundamental.
Dígame el mejor cantor de la Villa
Umbral.
¿Qué sitios son Madrid al cuadrado?
El Diamante, este sitio en el que hay calamares, gambas al ajillo, las porras, los churros, las torrijas, el revuelto de ajetes… La cafetería al más puro estilo madrileño como eran en los 60, 70 u 80. Madrid también es su milla del arte: el Reina Sofía, el Prado, Atocha, las Letras; todo lo que ya es Patrimonio de la UNESCO, que muy acertadamente ha luchado el Ayuntamiento para que se reconociera así. El paisaje de la luz en que se integra Moyano, el Barrio de las Letras y la milla de oro, la del arte.
¿Cómo se ve Madrid fuera?
Muy bien, aunque con algo de tópico. Podría decir que falta algo, pero creo que no. Fíjate la cantidad de hoteles de cinco estrellas que están abriendo por toda esta zona. Pienso ahora en el Four Seasons; en el entorno de Atocha han abierto hoteles de cuatro estrellas para arriba. Y la gente que acude a esos hoteles no sólo van de compras, viene a ver el Prado, el Thyssen, se come un cocido, prueba el jamón… En Madrid está el bocadillo de calamares y está Velázquez. La magia es cómo se combinan lo canalla y lo culto.
¿Con qué lema vendería la Capital?
Madrid siempre abierta.
¿Qué le disgusta del Foro?
El tráfico. El desdén por el medioambiente.
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