Elecciones Madrid
Cómo la derecha conquistó los fortines de la izquierda el 4-M
La alta movilización, la reunificación del centro-derecha y el hartazgo por la crispación, claves de la victoria inédita
Voces socialistas ven trasvase de votos al PP y urgen medidas para evitar otra debacle a nivel municipal
El huracán Isabel Díaz Ayuso no ha alcanzado la cota de la mayoría absoluta de los tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre , pero su aplastante mayoría ha dibujado un mapa inédito en la región. La maniobra audaz ... de los populares le ha permitido conquistar desde la base más baja y en menos de dos años en el poder los núcleos duros de la izquierda; localidades y barrios obreros donde parecía impensable su incursión. Histórica ha sido tanto la alta participación en estos comicios -un 76,25% del censo acudió a las urnas- como el liderazgo del PP en el 98% de los municipios de la región y en todos los distritos de la capital . La fragmentación de la izquierda, la movilización del electorado del centro-derecha y el trasvase de hasta 100.000 votos socialistas hacia el PP han sido claves para arrasar en casi toda la comunidad.
Pablo Simón, politólogo: «El PP no gana al bloque de izquierdas en sus feudos, pero ha recortado distancia por la movilización»
La reunificación del voto de la derecha en torno a las siglas del PP ha sido una de las claves que ha originado esa marea azul en toda la Comunidad de Madrid, según el politólogo Pablo Simón. «La derecha se ha reagrupado de manera mayoritaria por encima del 40% detrás del PP, lo que automáticamente hace que sume más que la segunda fuerza de izquierdas», indica a ABC el experto, que puntualiza que, no obstante, el PP por sí solo no supera todavía al bloque conformado por Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos en estos enclaves estratégicos para la izquierda. «Si miramos la distancia que tiene el PP respecto al segundo más votado, ahí se ve que se ha recortado distancias, por lo que podemos decir que el PP es más competitivo hoy de lo que era antes en esos feudos. La razón es que una parte de esa movilización ha sido de votantes conservadores », concluye Simón.
Cambio de tendencia
Fuenlabrada representa a nivel municipal una de las victorias más inesperadas de la derecha. La localidad acumula 42 años ininterrumpidos de triunfos socialistas, con el 2019 como último exponente. Su alcalde, Javier Ayala, logró una de las mayorías absolutas más amplias de España en municipios de más de 100.000 habitantes y Ángel Gabilondo triplicó en porcentaje de voto al PP, con un 38,68% de los apoyos frente al 12,33 de Díaz Ayuso.
La historia ahora ha sido muy distinta, con un 35,95% para los populares y un 22,57 para el PSOE. «La gente está cansada de socialismo. Aquí tenemos 16.000 parados con 37 polígonos industriales , durante la pandemia apenas ha habido ayudas a autónomos, la fiscalidad casi no se ha tocado en 2020 y 2021 y se han dado muy pocas facilidades, por ejemplo, para que la hostelería pudiera ampliar las terrazas. Han visto que hay otra forma de gobernar», valora Noelia Núñez, portavoz popular en la localidad y número 50 en la lista de Díaz Ayuso. Núñez, una de las caras más jóvenes del PP en la región, considera también que en este contexto ha primado la «cercanía» con el potencial electorado en las últimas semanas. «Ha sido una campaña de calle, de defender nuestros valores y principios sin complejos», declara a ABC.
El trabajo y la movilización de los populares antes del 4-M parece una de las claves, reconocida implícitamente por los propios socialistas. Tanto delante como detrás de los micrófonos, representantes del PSOE en la zona sur lamentan que algo ha fallado sus grandes fortines. «Es una evidencia que probablemente no hemos estado a la altura , que no hayamos logrado conectar con la ciudadanía ni transmitir el mensaje que queríamos», reconoció ayer Ayala.
Noelia Núñez, portavoz del PP en Fuenlabrada: «La gente está cansada de socialismo, tenemos 16.000 parados y apenas han dado facilidades»
El fracaso de la izquierda en estas elecciones regionales alimenta la idea de un cambio de tendencia en la región, por mucho que los comicios autonómicos no sean extrapolables a nivel local. Esa es la principal baza del PSOE, seguro de que los resultados no reflejan una suerte de plebiscito a sus políticas. Todos coinciden en este extremo, pero no es menos cierto que la victoria da alas al PP de cara al 2023. «Los resultados no son extrapolables, pero se demuestra que hay un cambio y ahí vamos a seguir trabajando. Tenemos un proyecto para unir todo el centro-derecha que es lo que ha hecho ahora Díaz Ayuso. Es un reconocimiento a su trabajo y su gestión en momentos muy difíciles», agrega Janette Novo, portavoz del PP en Rivas.
Esta localidad, precisamente, suscita una lectura similar a la de Fuenlabrada, Parla o Getafe . Si bien se ha demostrado que el cliché de los barrios obreros es fundamentalmente eso, un topicazo, sí es cierto que hay zonas casi inexpugnables según la ideología. Rivas ha sido históricamente un feudo de IU y ahora es uno de los pocos ayuntamientos que gobierna Más Madrid, con Pedro del Cura a la cabeza. Hace dos años, además, las fuerzas de izquierda arrasaron en las elecciones a la cámara madrileña, con PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos aglutinando más del 60% de los apoyos. El PP, condenado a la irrelevancia , se ha aupado en esta ocasión como la opción predilecta, con el 34,05% de los votos. «La verdad, eran victorias que no esperábamos», reconocen en el PP.
Cuando en 2011 Aguirre obtuvo el 51,74% de los votos (72 escaños), la lista que encabezaba el socialista Tomás Gómez sufrió el mayor batacazo de su historia hasta entonces. Solo logró convencer a uno de cada cinco electores (36 diputados). Perdieron 220.000 votos con respecto a 2007. El empuje de la exlideresa popular permitió aquella vez alzarse como la candidatura más votada en municipios a priori tan hostiles para la derecha como Rivas y parte del ‘cinturón rojo’ del sureste de la región. En aquella ocasión, el distrito de Puente de Vallecas, el principal fortín y paradigma del electorado más fiel a la izquierda, se mantuvo como uno de los pocos reductos socialistas.
Borja Fanjul, concejal-presidente de Puente de Vallecas: «Almeida fue al distrito en campaña con cierto miedo, pero ahí me di cuenta de que algo había cambiado»
La victoria de Díaz Ayuso, sin embargo, ha roto con ese muro ideológico infranqueable que separa la M-30. Su arrojo caló en todas las capas sociales y pigmentó de azul toda la ciudad, incluido en el barrio del que era originario Pablo Iglesias y en el que PSOE y Vox también acapararon los focos durante la campaña. «Los vecinos de Puente de Vallecas están hartos de ser utilizados, de que parezca que todo lo malo pasa aquí o de que hay violencia como en el mitin de Vox. La gente quiere trabajar, pagar sus facturas… Y nosotros conectamos más con sus necesidades del día a día que la izquierda radical o Vox con los mensajes grandilocuentes», valora a ABC el concejal-presidente del distrito, Borja Fanjul (PP).
Autocrítica
En este distrito emblemático, el PP escaló de la cuarta a la primera posición al pasar del 11% de los votos en 2019 al 27,52% el 4-M. El PSOE, por su parte, cayó del liderazgo al tercer puesto al perder trece puntos. Incluso Vox rascó un 1,76% más de apoyos. En opinión de Fanjul, la mayor participación benefició al PP. «Cuanto más gente va a votar es porque está descontenta o muy ilusionada, tienen un interés particular y quieren cambio», considera el edil del PP, que también cree que ha influido el ‘efecto Almeida’ . «El alcalde visitó el mercado de Puente de Vallecas en la campaña con cierto miedo de que nos gritaran, pero ocurrió todo lo contrario, tuvo muy buena acogida y ahí me di cuenta de que algo había cambiado», reconoce.
Las fuentes socialistas consultadas por ABC admiten que ha habido trasvase de votos al PP. «Ha calado el debate simplista de la pandemia. A nivel político nos han destrozado de una manera hábil», admiten quienes creen que el problema se extrapola también al Ayuntamiento de Madrid. Lo cierto es que mientras las agrupaciones populares se apoyaron en la imagen del alcalde en la campaña, la implicación del portavoz socialista, Pepu Hernández, ha brillado por su ausencia. Su falta de empuje, insisten voces internas, «urge a tomar medidas y a que se replantee la estrategia». De lo contrario, advierten, el PSOE está abocado a repetir los resultados en 2023.
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