Madina rechazó utilizar los plagios de la tesis de Sánchez en el debate de candidatos
El dirigente vasco, hoy retirado de la actividad política, tuvo sobre su mesa dos informaciones comprometedoras
Diez años de Sánchez, el líder inesperado que enterró al viejo PSOE
![Sánchez y Madina se saludan ante la mirada de Pérez Tapias en el debate de la campaña por liderar el PSOE](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/07/14/sanchez-madina-ok-RifxmsR7T5lFtbABMdLgdqN-1200x840@diario_abc.jpg)
Eduardo Madina tenía entonces 38 años, cuatro menos que Pedro Sánchez, y ya había alcanzado la responsabilidad de ejercer como secretario general del Grupo Socialista, un cargo que desempeñó desde 2009, con el PSOE aún en el Gobierno, y luego en la oposición a ... Mariano Rajoy. El político vasco, que en 2002 sufrió un grave atentado de ETA que le dejó mutilado, mantenía buenas relaciones con el líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con los dos expresidentes de la formación, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Una circunstancia que le valió el sambenito de niño mimado del aparato. Sin embargo, fueron los aparatos entonces con más poder del partido, los de las comunidades autónomas, y singularmente la mayor de todas, Andalucía, los que frustraron su aspiración de liderar la formación.
Madina se lanzó a la campaña en el Lancia Phedra de un colaborador, cuyo combustible pagó de su bolsillo y en cuya parte trasera fue preparando cada intervención, incluida la del debate a tres, con Sánchez y José Antonio Pérez Tapias. El dirigente vasco, hoy retirado de la actividad política, tuvo sobre su mesa dos informaciones comprometedoras sobre el pasado de su rival para utilizar en su contra, pero sólo decidió echar mano de una de ellas.
Sánchez, durante su etapa de concejal en Madrid, fue consejero de la Asamblea General de Caja Madrid, en aquel momento en el ojo del huracán por el escándalo de las participaciones preferentes y el de las 'tarjetas black'. Madina aludió a ello en varios momentos de la campaña. Pero ya entonces le había llegado información solvente acerca de los plagios en la tesis doctoral de Sánchez sobre los que cinco años después informó ABC. Madina no lo mencionó en ningún momento y ni él ni nadie de su equipo lo filtró a medio alguno. Años después, las informaciones sobre fraudes académicos hicieron caer a importantes figuras como la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o incluso a una de las primeras ministras de Sánchez, Carmen Montón, que ocupó efímeramente la cartera de Sanidad.
Madina puso entusiasmo en la campaña, que decidió arrancar con una comparecencia junto al busto en el Senado de Ramón Rubial, histórico de los socialistas vascos encarcelado en el franquismo y presidente del PSOE desde la Transición hasta su muerte en 1999. Pero desde el primer momento observó que el apoyo de Susana Díaz a Sánchez le dejaba sin posibilidades. «Nos van a triturar», trasladó con crudeza a sus colaboradores una vez se confirmó que la entonces presidenta de la Junta de Andalucía respaldaba a su rival.
Tres años después, en 2017, él apoyó a Díaz frente a Sánchez y volvió a perder, aunque esta vez por persona interpuesta. Aunque sigue siendo militante y participa en medios de comunicación como comentarista político, lleva tiempo dedicado a la actividad privada.
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